La mayor parte de los desechos plásticos en el mundo no se recicla principalmente porque los sistemas de manejo de desechos no son lo suficientemente sofisticados. 

Como resultado, los vertederos, los medios terrestres y los ecosistemas marinos están llenos de desechos, un fenómeno que pone la vida de las plantas y de los animales en riesgo. Incluso los humanos respiran el plástico y lo consumen en los alimentos y el agua. Durante la próxima década, se espera que la producción de plástico se incremente un 40%.

Sin embargo, los científicos trabajan para encontrar formas para enfrentar este problema gigantesco que va en aumento. 

Un equipo de investigadores recientemente desarrolló una “súper enzima” que degrada las botellas de plástico seis veces más rápido que métodos previos, según el periódico The Guardian.

La sustancia fue elaborada al combinar dos enzimas diferentes encontradas en una bacteria que desarrolla de manera natural la capacidad de digerir el plástico. Los científicos actualmente trabajan para encontrar formas que modifiquen más la enzima para maximizar su eficacia. 

“Cuando vinculamos las enzimas, de manera bastante inesperada, obtuvimos un incremento drástico en actividad”, afirmó a The Guardian John McGeehan, profesor de la Universidad de Portsmouth en el Reino Unido, quien trabajó en el proyecto. “Esta vía trata de hacer enzimas más rápidas, que sean más apropiadas para la industria. Pero también es una de esas historias sobre aprender de la naturaleza y posteriormente llevarlo al laboratorio”.  

Los investigadores creen que la enzima podría ser útil en particular en la industria de la moda, que genera cantidades enormes de desechos anualmente. La mayoría de la ropa de la moda masiva no puede ser reciclada de manera efectiva — al menos que sea procesada por el fabricante — por la forma en la cual las empresas combinan diversos tipos de materiales y plásticos en las prendas. La enzima podría ayudar potencialment a los recicladores a separar los materiales para que de esta forma puedan ser reutilizados.

En los últimos años, los científicos han estado ocupados tratando de desarrollar formas para descomponer y reciclar mejor el plástico. Las orugas, los hongos y otras enzimas se han aprovechado para abordar la contaminación del plástico.  



La crisis de los desechos plásticos ha empeorado aún más durante la pandemia del COVID-19. Una explosión en equipo médico, guantes y cubrebocas difíciles de reciclar está sobrepasando a los gerentes de desechos; a su vez, los restaurantes y las tiendas de alimentos dependen mucho de los recipientes plásticos desechables para atender a una clientela que prefiere los pedidos. 

En los meses próximos, una cantidad considerable de estos desechos terminará probablemente en el océano, según la revista Scientific American.  

La nueva súper enzima podría ayudar a descomponer este plástico si éste es sacado de los cuerpos de agua algún día.

Mientras tanto, Naciones Unidas exhorta a los países a ir a la causa de raíz del problema: la producción de plástico por parte de las empresas multinacionales. Muchos países desde entonces han restringido y prohibido totalmente la producción de plástico. Después de todo, si el plástico no se produce en primer lugar, entonces el mundo no necesitaría tantas enzimas para enfrentar la crisis subsiguiente de la contaminación del plástico.