Por qué es importante para los Global Citizens
 Casi el 10% de la población mundial, es decir, 736 millones de personas viven en la pobreza extrema. Datos falsos sobre cómo ponerle fin a esta epidemia mundial crean barreras para que logremos un mundo libre de pobreza. Únete al movimiento para luchar contra la pobreza extrema aquí

Ponerle fin a la pobreza extrema es un objetivo ambicioso pero posible de lograr durante nuestras vidas. A pesar de que el rol de los líderes continúa rezagado, es momento de actuar. 

Si hay suficiente movilización, gobiernos, instituciones, grandes empresas y billonarios que se comprometan a esta causa, es posible lograr que para el 2030, se viva en un mundo donde solo el 3% de la población viva en la pobreza extrema. Esta fecha límite fue estipulada en el 2015 por las Naciones Unidas como parte de los Objetivos Globales.  

El primer paso es desmitificar estas ideas falsas sobre esta problemática global y entender cómo verdaderamente podemos abordarlo. A continuación te presentamos una lista de mitos peligrosos y comunes sobre la lucha contra la pobreza extrema que no nos permiten progresar. 

1. La ayuda internacional es una perdida de dinero.

Muchos de los países más ricos del mundo han fracasado en cumplir con sus compromisos de ofrecer ayuda internacional bajo el acuerdo establecido por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico fundada en 1961. Una de las grandes ideas falsas sobre la ayuda internacional es que no tiene ningún impacto. La verdad es que además de marcar una gran diferencia en otros países, crea un incentivo entre los países que buscan donar. 

Los países más pequeños subdesarrollados dependen del apoyo internacional. La ayuda internacional puede salvar vidas al mejorar la educación, el sistema de salud, la agricultura e infraestructura, creando más trabajos y un crecimiento económico a largo plazo. 

Desde 1990, el número de gente que vive en la pobreza extrema se ha reducido a la mitad gracias a la ayuda de los Estados Unidos. La relación entre el progreso del sistema de salud global y la ayuda internacional es innegable. La tasa global de mortalidad infantil también ha disminuido significativamente desde 1960. Un recién nacido tenía el 18% de probabilidades de morir antes de cumplir los 5 años comparado con solo el 5% en el 2017. 

Los países donantes que hacen inversiones pequeñas en ayuda internacional se pueden beneficiar bastante obteniendo más estabilidad y una economía mucho más fuerte. Un conflicto puede extenderse más allá de las fronteras cuando las comunidades carecen de recursos básicos. Invertir en prevención más que en seguridad es más sostenible a largo plazo. 

La ayuda internacional por sí sola no pondrá fin a la pobreza extrema pero si es un componente fundamental para brindar estabilidad a los países para que en un futuro no dependan de esta ayuda. 

2. Estamos gastando demasiado en ayuda internacional

Los estadounidenses creen que la ayuda internacional ocupa una gran parte del presupuesto del gobierno federal. Pero en realidad, en el 2019, el país solo gastó el 1% de su presupuesto en ayuda internacional, es decir $39.2 mil millones.

Las organizaciones humanitarias en todo el mundo solo han recibido el 27% de los fondos requeridos para ofrecer ayuda a la gente más afectada por los problemas mundiales. A medida que aumenta el número de gente desplazada por el cambio climático, la ayuda internacional se vuelve cada vez más necesaria. 

3. La crisis climática no tiene nada que ver con la lucha contra la pobreza extrema

La crisis climática puede afectar el progreso para ponerle fin a la pobreza extrema. La gente que vive en la pobreza se encuentra en condiciones más vulnerables ante la crisis climática y son los más afectados por las sequías, inundaciones y desastres naturales. Los cambios en los patrones de la lluvia están destruyendo los sistemas agrícolas y los suministros de agua al mismo tiempo que hacen que los fenómenos meteorológicos extremos sean más probables. 

La expansión de desiertos y el aumento del nivel del mar ha obligado a que la gente abandone sus hogares. Para el 2050, alrededor de 143 millones de personas podrían ser desplazadas de sus hogares. El clima extremo es responsable de eliminar sus fuentes de alimento y las comunidades que se enfrentan a la desnutrición dependen de ella. 

4. La pobreza extrema está aumentando

La gente alrededor del mundo especialmente en los países más ricos cree que la pobreza extrema está aumentando. La realidad es que ha disminuido significativamente en las dos últimas décadas. En el 2010, el planeta alcanzó su primer objetivo de desarrollo del milenio para reducir a la mitad la tasa de pobreza desde 1990, cinco años antes de la fecha límite del 2015. Según datos recientes del Banco Mundial, el 10% de la población mundial vivía en la pobreza extrema en el 2015, una reducción del 36% desde 1990. Para aquellos que viven en países de bajos recursos y en conflicto, el progreso se encuentra estancado. 

5. Podemos ponerle fin a la pobreza extrema sin tener que abordar la desigualdad de género. 

El empoderamiento de las mujeres es crucial para que las comunidades salgan de la pobreza y progresen. Las mujeres son más propensas a vivir en la pobreza en comparación con los hombres y son las que menos ganan en todo el mundo. Son menos probables a encontrar un trabajo, trabajan más horas y hacen más trabajos no remunerados como cuidados y tareas domésticas. 

Cuando los países priorizan la lucha por cerrar la brecha de género, los niveles de ingreso suben teniendo un impacto positivo en la reducción de la pobreza. 

6. Salvar vidas conlleva a una sobrepoblación. 

La pobreza y la falta de acceso a la educación conlleva a una tasa alta de embarazos no deseados y sobrepoblación. 

Si no le ponemos fin a la pobreza extrema pronto, la población en los países menos desarrollados se podría duplicar o triplicar para el 2050 aumentando el número de gente joven buscando un empleo y estabilidad económica. 

Cuando más niños y niñas sobreviven, los padres tienden a tener menos hijos.

Existiría una mejoría en la economía de países subdesarrollados con una alta población de jóvenes y baja tasa de fertilidad si se invirtiera en educación, salud y demás derechos humanos, según el fondo de población de las Naciones Unidas. 

Proporcionar acceso a salud sexual y reproductiva y educación a las mujeres es una de las maneras más efectivas de reducir el crecimiento poblacional ya que conlleva a menos embarazos y les ofrece la opción de decidir cuándo o no tener hijos.  

7. Erradicar la pobreza es muy difícil

El mundo tiene más que suficientes recursos para ponerle fin a la pobreza extrema. La barrera más grande es que estos recursos no están distribuidos apropiadamente. Los líderes del mundo establecieron unos objetivos globales en el 2015 para ponerle fin a la pobreza extrema para el 2030 pero se han quedado atrás y deben movilizarse rápidamente para cumplir el plazo.

Para lograr los Objetivos Globales debemos invertir $350 mil millones adicionales a los fondos actuales. Si logramos esto podemos brindarle a 1.7 mil millones de personas en los 59 países más pobres acceso a alimentos, agua potable, educación, atención médica y oportunidades de trabajo. 

8. No hay nada que puedas hacer

Todo el mundo tiene un papel importante para combatir la pobreza extrema. No solo es un trabajo de las corporaciones y de filantropistas. 

Aprende más sobre cómo garantizar que las personas tengan los recursos necesarios para alcanzar su máximo potencial y toma acción para apoyar a las niñas  y mujeres, mejorar el acceso a la educación, la salud y nutrición, agua y saneamiento y mucho más aquí



Global Citizen junto con sus aliados le hace un llamado a los actores claves del movimiento para que reafirmen y prioricen su compromiso con los Objetivos Globales durante nuestra campaña, Global Goal Live: The Possible Dream. Esta iniciativa concluirá con un evento histórico en vivo de 10 horas el 26 de septiembre del 2020 que se llevará a cabo en 7 ciudades del mundo incluyendo Nueva York, Lagos, Dubai, Emiratos Árabes Unidos; Seúl, Corea del Sur. Se anunciarán más ciudades en Europa y América Latina.

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Exige igualdad

8 mitos sobre la lucha contra la pobreza extrema

Por Leah Rodriguez  y  Maria Camila Montañez