En marzo, India empezó a presenciar una segunda racha de aumento de casos de COVID-19. En abril, el país registró 100.000 nuevos casos en un día por primera vez desde que comenzó la pandemia. Las tasas diarias de casos siguieron creciendo de forma explosiva y, en mayo, alcanzaron un ritmo récord de más de 400.000 casos al día.

La ironía de la situación es que India, responsable de más de la mitad de los casos diarios de COVID-19 del mundo en ese momento, es también uno de los principales fabricantes de vacunas a nivel global.

Los países de altos ingresos pudieron comprar suficientes dosis de vacunas para inocular a sus poblaciones varias veces. Pero los retrasos en la producción nacional y la falta de acceso a los suministros extranjeros hicieron que India no pudiera protegerse de los brotes que mataron a cientos de miles, y potencialmente incluso a millones de ciudadanos.

En el momento de la oleada mortal, sólo el 3% de la población de ese país se había vacunado completamente, lo que proporcionó una amplia oportunidad para que el virus se propagara. Ahora, la variante Delta -descubierta por primera vez en India durante la segunda oleada del país- sigue siendo la cepa dominante en todo el mundo.

"La falta de equidad en el acceso a las vacunas ha sido un reto importante en la salud pública mundial y ciertamente ha socavado la rapidez y la eficacia de nuestra respuesta colectiva en esta pandemia", señaló K. Srinath Reddy, presidente de la Fundación de Salud Pública de la India (PHFI). "Si tienes algunas zonas con altos niveles de vacunación, pero muchas zonas con un acceso y una disponibilidad de vacunas extremadamente bajos, entonces tienes un mundo muy desequilibrado".

Professor K. Srinath Reddy prepares for a keynote speech at his office in Gurugram on December 8, 2021.
Image: Sahiba Chawdhary for Global Citizen

A lo largo de la pandemia, PHFI ha defendido la equidad de las vacunas en India. La organización está impulsando una política que pretende aumentar el acceso a la atención sanitaria de quienes carecen de ella.

La PHFI no participa directamente en la distribución y administración de la vacuna, pero ayuda de otras maneras. Prestó apoyo técnico al gobierno mediante el desarrollo de tecnologías sanitarias, formación de médicos de atención primaria y trabajadores sanitarios, y utiliza los medios de comunicación social para generar conciencia sobre el virus.

Reddy, quien ayudó a fundar la PHFI, era jefe del Departamento de Cardiología del Instituto Panindio de Ciencias Médicas cuando se le planteó la idea de crear una organización centrada en la mejora de la salud pública en la India.

"Todavía me quedaban unos 10 años de servicio en cardiología, pero cuando este concepto se puso en marcha y me pidieron que ocupara el puesto de líder, no lo dudé", dijo. "Quería que se hiciera realidad".

Desde su creación en 2006, PHFI ha establecido seis sedes en India y ha formado a más de 26.000 médicos de atención primaria.

Para Reddy, trabajar en la sanidad pública fue una oportunidad para centrarse en el aspecto de la equidad de la atención sanitaria. La primera vez que se dio cuenta de que no todo el mundo puede permitirse una buena salud fue a través de las experiencias de su madre, doctora en obstetricia y ginecología. Ella había tratado a un gran número de pacientes pobres que tenían dificultades para acceder a la atención médica.

Professor K. Srinath Reddy

Professor K. Srinath Reddy
Professor K. Srinath Reddy, interacts with first year MPH students at the Public Health Foundation of India (PHFI) office in Gurugram on December 8, 2021.
Sahiba Chawdhary for Global Citizen

Professor K. Srinath Reddy

Professor K. Srinath Reddy
Students attend an interactive session by Professor K. Srinath Reddy at the Public Health Foundation of India (PHFI) office in Gurugram on December 8, 2021.
Sahiba Chawdhary for Global Citizen

Más tarde, como estudiante de medicina y luego como cardiólogo, las propias experiencias de Reddy ampliaron su conciencia de las dimensiones sociales de la salud.

"Vi cómo los pobres corrían un riesgo mucho mayor de contraer enfermedades, de no permitirse el tipo de atención necesaria o verse empujados a la pobreza por el tipo de gastos que suponía la atención", detalló. "Incluso como cardiólogo, cuando ejercía en el mayor hospital de la India, estaba muy claro que muchas personas llegaban demasiado tarde con enfermedades muy avanzadas porque tenían pocas facilidades para la detección temprana o no podían permitirse viajar hasta que la situación se volvía grave".

Cuando Reddy llevó a cabo una investigación de campo en EPPdemiología, se dio cuenta de que la pobreza también está asociada a una alfabetización sanitaria inadecuada, a dietas insalubres y menos revisiones médicas, todo lo cual aumenta aún más los factores de riesgo.

Con estos conocimientos, Reddy se convirtió en un defensor de muchas cuestiones sanitarias interseccionales. Ahora aboga por el control del tabaco, la nutrición, los derechos humanos y la cobertura sanitaria universal, que considera clave para resolver el problema de la equidad. La PHFI se convirtió en el medio a través del cual espera alcanzar estos objetivos.

"India se estaba vendiendo mal al no invertir adecuadamente en salud pública", indicó. "La idea no era simplemente elaborar un diagnóstico de un problema y escribir artículos en revistas de prestigio, sino asegurarse de que realmente se está marcando una diferencia sobre el terreno. Así es como mi compromiso con la desigualdad en la salud pública se tradujo en la creación de instituciones y el desarrollo de capacidades".

Mientras India se enfrentaba al mayor y más mortífero brote de COVID-19 del mundo, Reddy utilizó su experiencia para liderar la PHFI en la lucha por la equidad de las vacunas en su país.

Professor K. Srinath Reddy, President works on his computer as he prepars to deliver a keynote lecture for a webinar at the Health Leadership for Positive Change Program.
Image: Sahiba Chawdhary for Global Citizen

La organización ha defendido que la vacuna sea gratuita para todos. También ha apoyado la creación de centros sin cita previa para hacer frente a las barreras creadas por los sistemas de registro de vacunas en línea. Esto es especialmente importante para las personas que no tienen teléfonos inteligentes o que no están familiarizadas con la tecnología.

Cuando el gobierno exigió a las personas menores de 45 años con comorbilidades que presentaran certificados médicos para vacunarse, la PHFI se opuso. La organización dijo que muchas personas no tienen los certificados requeridos o no han reconocido aún su enfermedad debido a la falta de servicios sanitarios en las zonas rurales.

La PHFI también ha estado trabajando con grupos de hospitales privados para resolver las dificultades a las que se enfrentan a la hora de adquirir vacunas para las ciudades y hospitales más pequeños.

Desde el punto álgido de la segunda oleada, la situación en la India ha mejorado drásticamente: los casos diarios y las muertes han disminuido, y el 38% de la población está ahora totalmente vacunada. Sin embargo, gran parte de los indios siguen siendo vulnerables, lo que deja mucho margen para otra oleada.

La mayoría de los países, especialmente en el mundo en desarrollo, han tenido dificultades para acceder a las vacunas COVID-19. Esto limita la velocidad a la que pueden proteger a sus poblaciones de las oleadas mortales. Al mismo tiempo, aumenta la posibilidad de que se desarrollen más variantes.

El objetivo de COVAX es suministrar 2 millones de dosis a los países de ingresos bajos y medios para finales de 2021, pero sigue existiendo una gran disparidad entre los que tienen y los que no tienen recursos. Los países más ricos están dando prioridad a las vacunas de refuerzo para sus propias poblaciones en lugar de repartir los recursos a los países de ingresos más bajos. Invertir esta situación ayudaría a garantizar que todos los países hayan vacunado al menos al 10% de su población, un objetivo que la Organización Mundial de la Salud esperaba alcanzar para septiembre de 2021.

Professor K. Srinath Reddy, President, Public Health Foundation of India (PHFI), photographed at his office in Gurugram on December 8, 2021.
Image: Sahiba Chawdhary for Global Citizen

Mientras la amenaza de una tercera ola se cierne sobre la India, con la variante ómicron despertando nuevas preocupaciones, la PHFI sigue trabajando con los sectores público y privado para garantizar un acceso más amplio y equitativo a las vacunas dentro del país.

"Hemos tenido algunos retos, sin duda, porque las cosas no siempre son fáciles", reconoció Reddy. "Pero el hecho de que estemos avanzando en conseguir que la salud pública esté firmemente anclada en el ámbito de la elaboración de políticas, ha sido un éxito. Estaba ocurriendo incluso antes de que se produjera la pandemia, pero ahora todo el mundo reconoce la importancia de la salud pública".


Aclaración: Este artículo ha sido posible gracias a la financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates. Fue redactado con total independencia editorial.

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Por Kristine Liao