¿Por qué es importante para los Global Citizens?
Las personas que viven con discapacidades carecen de la protección y los recursos necesarios para sobrevivir una crisis. El Plan de recuperación para el mundo de Global Citizen trabaja por la equidad y la inclusión de las personas con discapacidades en los esfuerzos de asistencia contra el COVID-19. Puedes unirte a nosotros y tomar medidas sobre este problema aquí

El COVID-19 ha exacerbado la desigualdad para las personas con discapacidades en el mundo, que luchan por tener acceso a la asistencia médica, están más expuestas al virus y han sentido de manera desproporcionada los impactos sociales y económicos de la pandemia. 

Conforme el mundo comienza a recuperarse, el activista sudafricano Eddie Ndopu quiere asegurarse de que las personas con discapacidades no se queden atrás.

A la madre de Ndopu le confirmaron que Ndopu no sobreviviría más allá de los siete años, cuando le diagnosticaron atrofia muscular espinal. Actualmente tiene 30 y es un Promotor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas que trabaja de cerca con Amnistía Internacional y con el Foro Económico Mundial.

Ndopu se unió a Global Citizen para apoyar el Plan de recuperación para el mundo con el fin de fomentar la equidad para todos tras la pandemia. También busca unir fuerzas con Naciones Unidas, líderes mundiales y el sector privado para establecer el Global Access Fund con el propósito de movilizar por lo menos mil millones de dólares para impulsar iniciativas existentes en todos los países del mundo, fomentar la inclusión de las personas con discapacidades a la Década de Acción para lograr los Objetivos Globales para 2030. 

Las personas con discapacidades por lo regular se quedan fuera de los presupuestos de desarrollo internacional y actualmente no existe una coalición global que se enfoque en abordar los retos que enfrentan. 

Global Citizen conversó con Ndopu sobre cómo la pandemia del COVID-19 está impactando la vida de las personas con discapacidades y la importancia del Global Access Fund, entre otras cosas.

Global Citizen: ¿De qué manera el COVID-19 está impactando de forma desproporcionada la vida de las personas con discapacidades?

Eddie Ndopu: La primera cosa que debemos saber es el hecho de que si te fijas en el discurso en torno al COVID, hablamos de las personas que tienen afecciones subyacentes, comorbilidades, de las poblaciones de edad avanzada. Las personas con discapacidades no se mencionan explícitamente, lo que me extraña si consideramos que sabemos que para las comunidades que viven en ambientes institucionalizados, el riesgo a estar expuestos incrementa. La interrelación entre los cuidadores y las personas con discapacidades ha sido interrumpida a un nivel bastante básico. 

El escenario completo ni siquiera está considerado desde una perspectiva de políticas públicas, lo que resulta en grandes implicaciones para las personas con discapacidades ya que si no pueden tener acceso al cuidado adecuado y a la infraestructura que requieren para afrontar sus necesidades cotidianas, entonces esto significa que el riesgo para las personas con discapacidades es bastante elevado, al encontrarse en la pobreza y la precariedad económica.

Existe un sinnúmero de consecuencias económicas y de salud que estamos atestiguando en tiempo real como resultado de esta falta de no tomar en cuenta a las personas con discapacidades como un electorado, en términos de cómo la recuperación global sería y también del acceso a los tratamiento. 

¿Por qué las repercusiones económicas de la pandemia del COVID-19 que muchos enfrentan son en particular devastadoras para las personas con discapacidades? 

Hay una especie de ironía cruel sobre este momento preciso. Para ser más incluyentes y accesibles a través del uso de tecnología, muchas personas [están] trabajando a distancia, la gente utiliza Zoom y otras plataformas diversas para poder seguir trabajando. Las personas con discapacidades desde hace mucho abogan por la incorporación de estos nuevos modos de comunicación en el trabajo cotidiano. Las personas con discapacidades ahora mismo no pueden hacer uso de estas tecnologías porque han sido excluidas del mundo laboral. 

Estamos atestiguando un retroceso de los logros que hicimos a favor de la inclusión de las personas con discapacidades al mundo laboral. El impacto real es que no tenemos acceso a las vacunas. 

Estoy hablando desde la experiencia propia. Soy una persona con una discapacidad, uso silla de ruedas. Ya que las personas con discapacidades no han sido mencionadas ni abordadas de un modo explícito en lo que respecta [al acceso] a las vacunas, tenemos que aislarnos. No he salido de mi departamento desde marzo del año pasado, y no sé cuándo saldré de nuevo. Éstos son los retos verdaderos que muchas personas con discapacidades enfrentan ahora. Además, encima de todo eso, hay muy poco activismo en los medios de comunicación convencionales y en los debates sobre políticas públicas.

¿Cómo podemos garantizar que el mundo planee una recuperación para el COVID-19, que sea equitativa y que tome en cuenta a las personas con discapacidades?

Las personas con discapacidades no son un grupo monolítico. Es importante que el objetivo de nuestras intervenciones sea las personas que viven en el sur del planeta ya que son las más marginadas y las que más padecen rezago. [En] muchos países de esta parte del mundo, ni siquiera han comenzado a distribuir vacunas y donde sí las han distribuido, comenzaron con los trabajadores de primera línea, los trabajadores de asistencia médica. Los más rezagados detrás de esta línea viven en la precariedad absoluta en este momento.

Se necesita que sucedan algunas cuestiones en el lado social y cultural de las cosas. No hemos abordado la realidad terrible de que algunas vidas son consideradas más valiosas que otras. Necesitamos abordar el discurso de lo desechable que respalda la manera en la cual percibimos a ciertas personas. Ciertas vidas están en segundo plano porque existe un sentido implícito que los ancianos, las personas con discapacidades, los estratos más vulnerables de la sociedad —porque estas vidas ya están imponiendo restos y son de por sí precarias—  no deberían contarse adecuadamente como prioridad máxima de la lista en términos [de] una recuperación global. Esto debe abordarse, son problemas profundamente culturales, sociales y sistémicos. La discriminación que existía antes del COVID está aumentando de tal manera que es bastante peligrosa para las personas que tienen que sortear la precariedad de por sí.

La segunda cosa que debe hacerse es ver las desigualdades sociales [que] tienden a manifestarse en términos del acceso a la salud y asistencia médica. Quién eres, dónde vives, ambas cosas importan cuando se trata de tener o no acceso equitativo a la asistencia médica. Y después esto es exacerbado porque los sistemas de asistencia médica de por sí no ofrecían servicios a las personas con discapacidades del modo que deberían. 

No hay suficientes personas con discapacidades, por ejemplo, que tengan acceso a la asistencia que requieren cotidianamente, [como] necesidades de rehabilitación. Muchos de nosotros vivimos con problemas de salud crónicos y necesitamos tener acceso a la medicación vital.

Justo hay toda una infraestructura que no está disponible para las personas con discapacidades. Cuando añades el COVID a la combinación, esto pone a muchas personas con discapacidades en una posición de desventaja profunda.

La oportunidad aquí no está en mirar solamente a la asistencia médica de manera aislada desde problemas sociales y económicos más generales. Existe la oportunidad de una metodología nueva para vincular todos estos problemas diferentes y poder tomar en cuenta a las personas que son excluidas. 

La manera en la cual pensamos acerca de la crisis y la manera en la cual respondemos necesitan cambiar radicalmente para que nosotros podamos tomar en cuenta a todos estos grupos. Esto es absolutamente fundamental en términos de lo que hago como activista, como humanitario, uniendo fuerzas con Global Citizen conforme al pilar de la equidad [del Plan de recuperación del mundo] para crear un fondo global, un medio de financiamiento para el desarrollo incluyente de mil millones de dólares que ayudará a Naciones Unidas y al mundo a acceder a las personas con discapacidades en crisis, en especial en crisis humanitaria. Sin importar la crisis que sea —hambre, pobreza, desigualdad en la asistencia médica—, todas las organizaciones que tienen la tarea de ayudar a las personas no cuentan con los recursos para poder específicamente enfocarse en las personas con discapacidades. 

¿Cómo esperas que el Global Access Fund garantizará un futuro más equitativo para las personas con discapacidades y apoyará los Objetivos Globales?

El Global Access Fund busca acelerar y ampliar iniciativas existentes con el objetivo final de garantizar que las personas con discapacidades sean tomadas en cuenta de manera adecuada en la Década de Acción. Solo tenemos nueve años para cumplir con la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Esta idea necesita ponerse en práctica y ampliarse radicalmente. El Global Access Fund busca apoyar a las instituciones y a las iniciativas que ya están trabajando con la gente con discapacidades en el terreno, y aumentar sus esfuerzos, acelerando sus esfuerzos, para que puedan hacer más con el fin de acceder a más personas con discapacidades. 

Cuando hablamos de gente con discapacidades, tendemos a olvidar que estamos hablando de un gran electorado, aproximadamente 1.3 mil millones de personas —es decir cerca de 15% de la población del planeta. Y si observamos a cada crisis importante en el mundo y todos los contextos frágiles en el mundo, las personas con discapacidades están literalmente muriendo porque la gente no puede acceder a ellos… Aquí es donde el Global Access Fund puede llenar el vacío para lograr que las intervenciones humanitarias sean más sensibles a las personas con discapacidades.

Recientemente estaba hablando con alguien que trabajó en campos de refugiados acerca de la pobreza menstrual y el acceso de las niñas y de las mujeres a los productos de higiene. Las niñas y las mujeres con discapacidades que necesitan asistencia diaria no son tomadas en cuenta en esta cuestión particular. El Global Access Fund financiará el trabajo de los activistas en el terreno, quienes interactúan con las mujeres que viven en el punto donde la pobreza y la discapacidad se cruzan y todos los otros problemas complejos.

Esta entrevista fue ligeramente editada y resumida por cuestiones de claridad.


Puedes enterarte más aquí sobre cómo la campaña de Un Plan de recuperación para el mundo de Global Citizen trabajará para luchar contra el COVID-19, uniendo líderes mundiales y gobiernos, artistas, filántropos, y al sector privado, entre otros, para ayudar a combatir la pandemia en todo el mundo. Puedes unirte a la campaña y empezar a tomar acción con nosotros aquí.


 Traducción de Adam Critchley

Global Citizen Asks

Exige igualdad

¿Cómo podemos garantizar un futuro más equitativo para las personas con discapacidades?

Por Leah Rodriguez