Por qué es importante para los Global Citizens
Los recientes asesinatos por parte de la policía han renovado las demandas urgentes de la justicia racial y el fin a la brutalidad policial, al mismo tiempo de resaltar que el racismo exacerba una gama de temas sistémicos, tales como la pobreza, el acceso desigual a los servicios de salud, entre otros. Las Naciones Unidas hacen un llamado a los países a combatir el racismo, la xenofobia y la intolerancia, además de construir la paz, justicia e instituciones fuertes. Puedes unirte a nosotros y tomar acción aquí.

Los asesinatos de George FloydTony McDadeBreonna TaylorAhmaud Arbery y otras personas han provocado protestas en todo Estados Unidos, incluyendo a ciudades como Minneapolis, Tallahassee, Louisville, y Brunswick.

Millones de personas han salido a marchar para pedir por la justicia racial en todo el mundo, desde París, hasta Nueva York. Los casos más recientes de asesinatos de personas afrodescendientes a mano de policías ha tocado un nervio en las comunidades en todo el mundo porque reflejan  el problema sistémico y de largo alcance del racismo que la gente de color debe enfrentar todos los días. 

La violencia policial es una de las manifestaciones más horripilantes y a la vez más comunes del racismo sistémico. Los manifestantes gritan "sin justicia no hay paz," un canto que se escucha en las calles en todo el mundo, y habla de las fallas profundas en la administración de justicia — desde la falta de representación legal hasta la criminalización de la pobreza.

"El origen de la vigilancia policiaca en los Estados Unidos empieza con los patrullajes de esclavos y el control social, en el cual la propiedad humana de los esclavistas era ‘protegida’ con violencia e impunidad en contra de los afrodescendientes", según la declaración de un grupo de 30 expertos en derechos humanos de la ONU, emitida el viernes pasado. "En Estados Unidos, ese legado de terror racial sigue evidente en la vigilancia policial actual".


Sin embargo, la injusticia racial se extiende más allá de la vigilancia policial, la violencia y las cárceles. 

En un país como Estados Unidos, que fue fundado sobre la premisa de la supremacía blanca, el racismo está tejido en cada faceta de la sociedadel sistema de saludla educaciónel servicio sanitariola calidad del aireviviendacomida y hambrunala integridad medioambiental. Las personas de color enfrentan micro agresiones y formas más explícitas de racismo durante todas sus vidas. Como escribió el autor y activista Scott Woods, "es como si nacieras en el aire: inspiras [el racismo] en el primer momento que respiras".


El racismo, la injusticia racial y la xenofobia ocurren en cada país del mundo, y ayudan a explicar muchos de los retos del desarrollo internacional que la comunidad humanitaria enfrenta.

Cuando se marginalizan a grupos específicos de personas de manera sistemática y se les niegan derechos igualitarios, es imposible lograr los Objetivos Globales de Desarrollo, el marco de Naciones Unidas para terminar con la pobreza extrema, luchar contra el cambio climático y reducir la desigualdad para el 2030. 


Hay un índice más alto de encarcelación de personas de color en Estados UnidosAustralia y el Reino Unido. Están más propensas a ser impactadas por el cambio climáticovivir en la pobrezaexperimentar la hambruna y morir de enfermedades prevenibles por vacunas.


Las mujeres negras en Estados Unidos y el Reino Unido tienen hasta cuatro veces más probabilidad de morir durante el parto que las mujeres blancas, y los índices más altos de mortalidad materna ocurren en el África subsahariana.

En Brasil, las personas negras ganan un 44% menos que sus contrapartes blancos. En Sudáfrica, las personas blancas constituyen el 7.8% de la población, pero poseen el 90% de la riqueza del país.

Las desigualdades modernas como éstas se remontan cientos de años atrás, cuando los países colonizadores empezaron a subyugar a las poblaciones de personas de color y cimentaron las jerarquías raciales.


Negarse a ver esta realidad requiere de una amnesia histórica y socava el bienestar de todos.

"La supremacía blanca es esa idea de que todo lo que se deriva del proceso de colonización es correcto y justo”, le dijo a Global Citizen Alicia Boatswain-Kyte, profesora asistente en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de McGill. 

"No se puede hablar del racismo sistémico sin reconocer que es una forma estructural de discriminación que es inherente a nuestras políticas, instituciones y leyes, las cuales han sido operadas, construidas y entendidas a través de la colonización", dijo. 


Luchar contra el racismo y desmantelar la supremacía blanca con políticas concretas son claves para progresar hacia los Objetivos Globales de Naciones Unidas. Para erradicar la pobreza en todas sus formas, la brecha económica entre el norte y sur globales debe ser cerrada, además de eliminar las desigualdades raciales en cada país. 


Las maneras en que el COVID-19 ha afectado a las personas de color de manera desproporcionada resalta aún más la urgencia de esta misión.


"Como el COVID-19, el racismo y la xenofobia son asesinos contagiosos”, dijo recientemente Michele Bachelet, la Comisionada de Derechos Humanos de la ONU.

"De hecho, en todo el mundo — y sin importar si sean descendientes de víctimas de la esclavitud o sean migrantes recientes — las personas de descendencia africana sufren discriminación intolerable y constituyen algunos de los grupos más marginados y pobres”, dijo. 

Y como el racismo está tan incrustado en la vida cotidiana, requiere de más de actos de solidaridad  para superarlo.

La única manera en que podemos ponerle fin a futuros actos de brutalidad policial y otras formas de injusticia racial es enfrentar el racismo de manera directa, entender sus raíces históricas, desenredarlo del tejido de la sociedad e interrogar el racismo dentro de cada uno de nosotros. Muchos activistas en la primera línea de la justicia racial dicen que, en lugar de solamente reformarlo de manera superficial, necesitamos desmilitarizar y quitarle fondos a la policía para financiar programas que empoderan a las comunidades, además de construir nuevas formas de comunidad en conjunto y desarrollar nuevas maneras de imaginar el mundo


"La comunidad es nuestro pilar", dijo Boatswain-Kyte. "Cuanto más podemos aumentar los números, más fácil sería juntarnos todos y luchar y abogar por el cambio”. 

Todos las Global Citizens deben practicar el antirracismo a un nivel personal, y abogar por él en los niveles institucionales y en la sociedad. Podemos buscar de manera activa recursos antirracistas, ayudar a otras personas a comprometerse con el antirracismo y abrazar la solidaridad internacional, además de votar por candidatos que ponen énfasis en causas, políticas y soluciones antirracistas. 

"Este labor de liberación requiere de una examinación por dentro extremadamente incómoda, un re-cuestionamiento de tu cosmovisión”, dijo Boatswain-Kyte. 


"Si no somos propositivos y explícitos entonces vamos a seguir reproduciendo formas de racismo sistémicas porque no estamos infiltrando la causa fundamental, que es el hecho de que el sistema fue construido para operar de una manera que puso en ventaja la cultura dominante de la época: la gente blanca”, dijo. 

El antirracismo se trata de cambiar el sistema para asegurar que las vidas de las personas negras sí importen, que se logren derechos humanos universales, y que el futuro sea liberado de las fuerzas opresivas del presente. Las muertes de George Floyd, Breonna Taylor, y todas las personas asesinadas por la policía nos obligan a actuar sin demora.

Traducción: Adam Critchley

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