Conoce a la activista alemana que hace campaña por la "vacuna del pueblo" para acabar con la COVID-19

Autor: Jacky Habib

Maria Sturm for Global Citizen
Por qué es importante para los global citizens
El Objetivo del Desarrollo Sostenible 3 de las Naciones Unidas pretende garantizar que todo el mundo, en cualquier lugar, tenga acceso a la buena salud y al bienestar. La pandemia de COVID-19 ha exhibido la fragilidad de los abrumados sistemas sanitarios de todo el mundo, y demuestra la necesidad de un acceso equitativo a servicios sanitarios y a atención preventiva. Únete a Global Citizen para actuar sobre este tema y otros más aquí.

Annemarie Botzki recuerda exactamente cómo se sintió cuando recibió la vacuna COVID-19 en junio.

"Fue un momento: me sentí muy agradecida, muy aliviada. Toda mi familia se alegró", cuenta la activista y promotora de Berlín.

Botzki dice que cuando sus amigos y familiares compartieron que se habían vacunado, todos les felicitaron y celebraron el momento.

Sin embargo, a medida que más alemanes se vacunaban, a Botzki le llamó la atención el cambio en las conversaciones y la cobertura de los medios de comunicación.

"En verano, se discutía mucho sobre ir de vacaciones. ¿Podemos irnos de vacaciones? ¿Dónde debemos poner el sello de la vacuna para poder ir de vacaciones y cruzar las fronteras?"

Aunque Botzki reconoce que las vacaciones pueden ser importantes para la salud mental, le preocupan más las personas de todo el mundo —sobre todo de los países en desarrollo— que no han podido acceder a las vacunas.

Mientras los europeos discutían cómo sus vidas volverían a la "normalidad" dadas las tasas de vacunación, a Botzki le llamó la atención el privilegio de todo ello. Al mismo tiempo seguía las noticias en Uganda donde el gobierno convirtió un estadio nacional en un hospital, ya que los casos de COVID-19 estaban aumentando.

Actualmente, más del 67,5% de los alemanes están totalmente vacunados, mientras que esa cifra es inferior al 1% para los ugandeses.

Botzki, directora de campañas de la organización de defensa de los derechos humanos WeMove Europe, se asoció con The People's Vaccine, una coalición encabezada por Oxfam que convoca a los líderes mundiales a garantizar que las vacunas se produzcan rápidamente a gran escala, se hagan accesibles y sean gratuitas para todos.

Annmarie Botzki is a senior campaign manager with the advocacy organization WeMove Europe, who partnered with The People’s Vaccine.
Image: Maria Sturm for Global Citizen

La Alianza Popular para las Vacunas aboga por que las vacunas COVID-19 se compren al coste real y se proporcionen gratuitamente a la población de todo el mundo, para que las empresas no se beneficien de la pandemia ni creen barreras para acceder a las vacunas y los tratamientos que salvan vidas.

Además, la Alianza Popular para las Vacunas pide a los gobiernos y a las empresas farmacéuticas que rechacen los monopolios en la producción de la vacuna y el tratamiento contra la COVID-19, garantizando que las farmacéuticas compartan libremente toda la información y la propiedad intelectual, sobre todo porque las empresas privadas que han aceptado financiación pública para la investigación de la COVID-19 se están beneficiando de sus vacunas.

Según la Comisión Europea, se utilizaron 10.400 millones de dólares de fondos públicos para la investigación y el desarrollo de vacunas y tratamientos contra el COVID-19.

"Es el dinero de nuestros contribuyentes, realmente, el que ha financiado esto, por lo que esta [vacuna] debería ser realmente de todos", dice Botzki.

Una petición en la que se pide la renuncia a la propiedad intelectual de las vacunas, la tecnología y la información de COVID-19 ha conseguido 2,7 millones de firmas hasta la fecha, pero los activistas afirman que todavía no hay suficiente presión pública ni clamor sobre la equidad de las vacunas.

(L) WeMove Europe and The People’s Vaccine, are urging global leaders to ensure vaccines are produced rapidly at scale, made accessible (R) Annemarie Botzki poses for a portrait in Berlin in November 2021.
Image: Maria Sturm for Global Citizen

"Es una petición tan grande", dice Botzki. "Con las leyes comerciales y los acuerdos comerciales internacionales, es muy difícil tener esperanzas al respecto, pero entonces [el presidente de Estados Unidos, Joe] Biden, con esta presión [del movimiento], dijo que apoya una exención de la patente. Así que fue un momento enorme y esperanzador".

Pero no duró mucho. Poco después de que Biden expresara su apoyo a la renuncia a los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas COVID-19, la canciller alemana Angela Merkel dijo que no apoyaba la renuncia.

"Merkel ha sido un obstáculo. Por su posición realmente poderosa y logró bloquear esto básicamente en todo el mundo", asegura Botzki. "Merkel dijo que no. Fue muy clara al decir que no, y luego nadie en la UE vino a apoyar [la exención] después de eso".

Sabiendo que Merkel era muy influyente, Botzki organizó una concentración ante la Cancillería alemana para presionar a Merkel y a BioNTech, la empresa biotecnológica alemana que desarrolló la vacuna Pfizer-BioNTech (también conocida por su marca "Comirnaty"), que ha demostrado una eficacia del 95% en la prevención de infecciones en los ensayos clínicos.

También escribió una carta a BioNTech en nombre de WeMove.

"Ellos llaman a esta vacuna 'el proyecto para la humanidad'. En esta carta que les escribimos: Si dicen que esto es un proyecto para la humanidad, entonces actúen en consecuencia. Apoyen una exención de los patrones para que puedan compartir este conocimiento", dice.

Los que se oponen a la renuncia a la propiedad intelectual, incluida Merkel, afirman que, si se renuncia a las patentes de las vacunas, se comprometerá su calidad.

"Hay un argumento muy racista y colonial para decir que el Sur Global no es capaz de producir esto. El Norte Global, básicamente, está reteniendo [a estos países] como rehenes y teniendo estos altos precios para estas vacunas de los que se benefician las compañías farmacéuticas", dice Botzki.

También dice que la suposición de que los países de ingresos bajos o medios no pueden fabricar la vacuna es falsa, ya que varios ya lo están haciendo, especialmente India. En África, hay al menos 12 instalaciones de producción de la vacuna COVID-19 en funcionamiento, o en proceso de creación.

Annmarie Bozki poses for a portrait in Berlin, Germany in November 2021.
Image: Maria Sturm for Global Citizen

En septiembre, los alemanes eligieron al canciller en ciernes Olaf Scholz, y Botzki tiene la esperanza de que pueda haber un cambio de política bajo el nuevo liderazgo.

La promotora, que también es activista del clima, dice observar similitudes en la forma en que el mundo está respondiendo al cambio climático, que afecta de forma desproporcionada a las personas de los países en desarrollo.

"Esta es una gran prueba para la humanidad. ¿Cómo abordamos estos problemas globales? ¿Pensamos como ciudadanos globales o pensamos [en nosotros mismos]?", afirma. "Si no miramos esto de forma global, esta pandemia nunca acabará".


Si el año pasado nos ha enseñado algo sobre la salud mundial, es la importancia de las vacunas. La mejor vacuna del mundo es una serie de perfiles dedicada a compartir las historias de activistas por el acceso a las vacunas de todo el mundo.

Aclaración: Esta serie ha sido posible gracias a la financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates. Cada artículo se ha producido con total independencia editorial.