Por Joanna Prisco.
Traducción: Erica Sánchez.

La criptomoneda puede ser una gran inversión en los mercados financieros de América del Norte, pero para los venezolanos con problemas de liquidez se ha convertido en un salvavidas para obtener las necesidades diarias básicas.

Cuando el gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro anunció este mes que pospondría una revisión de la moneda para eliminar tres ceros del bolívar devaluado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que los precios al consumidor en la región podrían subir casi 14,000% este año, anunciando una catástrofe, según informó Quartz.

Mientras tanto, los ciudadanos ya han puesto manos en el asunto, y en sus dispositivos electrónicos...

En los últimos años, cuando los ciudadanos se sentían desalentados de llevar grandes cantidades de efectivo debido a los altos índices de delincuencia, el país vio un aumento en las transacciones de tarjetas de crédito, según informó el Washington Post.

Ahora, debido a que los nuevos billetes no se han impreso lo suficientemente rápido para mantenerse al día con los aumentos de precios en Venezuela, esto ha llevado a un mayor uso de aplicaciones telefónicas para realizar las transacciones, publicó Reuters.

Como resultado, el Bitcoin en denominaciones de bolívares está en su punto más alto de todos los tiempos, tanto así que ahora el gobierno de Maduro está considerando reemplazar el bolívar con su propia criptomoneda respaldada por petróleo.

Pero ese solo acto solo sería una medida provisional.

Esta será la segunda reconversión monetaria emprendida por el país en 10 años. El líder socialista Hugo Chávez ejecutó un cambio similar en 2008. Como tal, los críticos han argumentado que para lograr un cambio verdadero, se deben hacer reformas profundas a los controles monetarios actuales y se debe frenar la historia de excesiva creación de dinero en el país.

Mientras tanto, la inestabilidad financiera no ha demostrado ser un incentivo suficiente para que la administración reciba apoyo externo.

A pesar del creciente hambre en todo el país que ha llevado a una crisis de salud infantil, Maduro se ha negado a aceptar ayuda humanitaria de países vecinos, ONG y organizaciones benéficas, alegando que es parte de una conspiración para derrocar a su gobierno, como se citó en un informe publicado por el Miami Herald.

Según ese informe, el venezolano promedio perdió más de 11 kilogramos (o alrededor de 20 libras) de peso, de acuerdo a los resultados de la encuesta publicados en febrero.

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