Es el mayor apagón registrado en la historia de Venezuela. El país lleva ya seis días sin luz y a la crisis se le suma la falta de agua, según ha publicado CNN en Español.
La situación es desoladora. La falta de luz golpea a todas las áreas: los alimentos se pudren, no hay medicinas, no hay agua potable, ni sistemas de comunicación o Internet. Tampoco hay actividad bancaria, ni funciona el metro. El suministro eléctrico solo regresa de forma intermitente y parcial a algunas regiones del país.
Cargar un celular durante el #apagón se ha vuelto una tarea complicada en Venezuela.
— AJ+ Español (@ajplusespanol) March 11, 2019
Este residente de #Barquisimeto encontró una solución temporal.
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Sin dudas, el sector sanitario es el más perjudicado, en especial pacientes que se encontraban en terapia intensiva, conectados a respiradores artificiales o bebés recién nacidos. De acuerdo a cifras oficiales ya habría 17 muertos en hospitales como consecuencia del apagón.
Venezuela está al límite: por la noche se suceden episodios aislados de saqueos, y durante el día las colas para acceder a fuentes de agua se hacen interminables.
"Tengo un hijo de dos años. Ayer por la noche no había nada para comer. Un vecino me dio arroz hervido, lo licué, le agregué un poco de azúcar y se lo di a mi hijo. Pero hoy, cuando me pida comida, ¿qué le voy a dar? Yo puedo soportar el hambre. Como adultos, podemos pasar con un vaso de agua. Pero ¿qué se supone que tiene que hacer un niño?", le dijo Majorie, una vecina del barrio de Terrazas del Club Hípico, en Caracas a BBC MUNDO.
Los venezolanos no saben cuándo se recuperará el suministro y ahora el Gobierno ha suspendido las clases y el trabajo, según informó Reuters.
“La comida que teníamos en nuestros refrigeradores se ha dañado. Las empresas están cerradas, no hay comunicación, ni siquiera por teléfono celular”, le dijo Ana Cerrato, una comerciante de 49 años, a Reuters.
Por su parte, la respuesta oficial del gobierno de Nicolás Maduro es que el problema se debió a “un sabotaje” cibernético electromagnético dirigido por Estados Unidos, en la hidroeléctrica Guri, la más grande del país.
Pero para el líder opositor Juan Guaidó la falla se debió a un incendio de vegetación que afectó las torres de transmisión de la hidroeléctrica, sumado a la falta de mantenimiento e inversiones y por la corrupción.
El país está ahora mismo paralizado y cuando cae la noche el miedo se adueña de las calles. "Preocupa que Venezuela esté entrando en una fase de colapso total porque el país tiene una situación explosiva", aseguró a AFP el politólogo Luis Salamanca, según publicó INFOBAE.
Luis Vicente León, analista, le dijo a INFOBAE que "este episodio es el resultado de la destrucción sistemática del país en dos décadas, pero también el inicio de una nueva dimensión de deterioro", que traerá "radicalización de las partes, agudización de sanciones y protestas".
¿Quiénes están ayudando en esta crisis humanitaria? De acuerdo a datos publicados por el World Economic Forum, un caso interesante es el de la diáspora venezolana en los Estados Unidos, que ya ha alcanzado más de 600 000 personas, concentradas sobre todo en Florida, Texas, Nueva York y Massachusetts. De acuerdo con la Fundación Visión Democrática (una organización de coalición de la diáspora venezolana), la coordinación ha llegado hasta tal punto que hay más de cien ONG dentro de los Estados Unidos que envían ayuda humanitaria a Venezuela, así como a los países receptores de la migración y la crisis de refugiados. Existen muchos casos positivos de cooperación.
Por ahora, participar y difundir información sobre los esfuerzos de las ONG es una manera importante en la que algunas diásporas pueden ayudar a aquellos que quedaron en la patria. Otros prefieren apoyar a las personas cuando llegan a nuevas ciudades, ofrecer refugio, comida, ropa y conocimientos técnicos, “pagar el favor a otro” al ayudar a los migrantes más recientes a instalarse.
Al final, todos los venezolanos invierten en estos esfuerzos por el mismo motivo. Esperan que las cosas cambien y que puedan ser los primeros en regresar a casa.