LONDRES, 11 de diciembre (Fundación Thomson Reuters) - Los activistas contra la esclavitud elogiaron recientemente el pacto mundial de las Naciones Unidas sobre los migrantes como un hito potencial en la lucha contra la trata de personas, pero advirtieron que la falta de detalles dejará a millones de personas en riesgo.

Recientemente la gran mayoría de los miembros de la ONU firmaron un acuerdo destinado a mejorar la forma en que el mundo enfrenta la creciente migración, pero casi 30 se mantuvieron al margen de este pacto, en la reunión realizada en Marruecos debido a que estaban en desacuerdo sobre su contenido.

El acuerdo, que aborda temas como cuál será la forma de integrar a los migrantes y, en algunos casis, trabajar para que puedan regresar a sus casas, ha sido criticado por políticos europeos, en su mayoría de derecha, ya que quieren evitar que aumente la inmigración.

El texto fue apoyado por los grupos que trabajan para evitar la trata de personas, ya que establece los pasos que se deberían tomar para proteger a los migrantes de la explotación y el abuso, llenando un vacío en la cooperación internacional sobre el tema.

El acuerdo de la ONU compromete a los signatarios a garantizar que los trabajadores migrantes sean reclutados de manera justa y ética, y sugiere una serie de posibles acciones, entre ellas prohibir las tarifas de reclutamiento e impulsar los controles policiales.


"Este es un hito notable", dijo Phil Bloomer, director ejecutivo del Centro de Recursos de Derechos Humanos y Negocios de Londres (BHRRC).

La situación actual del comercio de esclavos afecta a aproximadamente 40 millones de personas en todo el mundo y recauda alrededor de $150 mil millones cada año en ganancias ilegales para los traficantes, según datos de la ONU, que estableció un objetivo para 2030 para ponerle fin a este flagelo.

Los migrantes son considerados particularmente vulnerables, ya que a menudo deben someterse a grandes deudas para financiar sus viajes y no siempre tienen los documentos adecuados para trabajar al llegar a un nuevo país.

Muchos terminan trabajando largas horas por poco dinero en las grandes cadenas de suministro de compañias multinacionales que producen desde alimentos hasta computadoras portátiles y ropa, explicó Bloomer.

"Eso se ha permitido esencialmente debido a la falta de coordinación entre los estados en torno al tema de la migración que permitió que los traficantes ganen terreno”, dijo a la Fundación Thomson Reuters por teléfono.

"El hecho de que 164 naciones se hayan unido para comenzar a comprometerse colectivamente para reforzar la legislación para prevenir el tráfico de personas es fundamentalmente importante".

La escala del impacto potencial del acuerdo es enorme.

"Es hora de ponerle fin a la idea generalizada de que este grupo, conformado aproximadamente por 150 millones de personas, pueda ser tratado de manera rutinaria como seres humanos de una categoría inferior”, dijo la abogada y experta en esclavitud Anne Gallagher.

"Estos cambios no sucederán de la noche a la mañana, pero se puede y se debe avanzar: por ejemplo, con la reducción de la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes, que generalmente estàn sometidos a la explotación, extendiéndoles la protección de leyes laborales locales”.

El texto también llama a las naciones para que traten el tráfico de personas y la trata de personas de manera diferente y refuercen la cooperación internacional compartiendo información y brindando protección y asistencia a las víctimas de trata.

Los activistas han advertido que los países que le cierran las puertas a los migrantes y quienes los catalogan como criminales, solo los están empujando a las manos de los traficantes.

Sin embargo el texto presentado necesita establecer más detalles según explicó Nicola Jones, investigador del Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI). Este grupo de expertos británicos dijeron que el acuerdo no estableció objetivos claros ni dio información precisa sobre su implementación y financiamiento.

"Los detalles sobre la implementación son bastante débiles", dijo. "Lo que falta es realmente algún tipo de exigibilidad. Tenemos que tener objetivos claros que deben ser monitoreados".

Por el momento, nada en el texto obliga a los países a hacer algo respecto de la trata de personas, informó.

Los 193 miembros de la ONU, excepto Estados Unidos, acordaron su redacción en julio, pero solo 164 lo ratificaron formalmente en la ceremonia en Marrakech.

Entre los críticos, el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que el enfoque global del problema no es compatible con la soberanía estadounidense.

Austria, Chile y Brasil dijeron que se retirarían, afirmando que el pacto borra la línea entre la migración legal e ilegal, que la migración no es un derecho humano y que las naciones deben establecer sus propias políticas.

Australia dijo que no se registrará ya que el acuerdo compromete su dura política de inmigración.

"Es un acuerdo no vinculante, y muchos países no lo han firmado, lo que es decepcionante", dijo Jakub Sobik de Anti-Slavery International.

"Aún nos queda mucho trabajo por hacer de modo que los migrantes puedan ser protegidos de la explotación y la discriminación. Realmente no debería ser tan complicado".

Más información en: http://news.trust.org


Por Umberto Bacchi

Traducción Erica Sánchez

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