Mientras navegas entre noticias desalentadoras tus vecinos pueden estar caminando por el barro para salvar un humedal cercano, y el planeta.

En los últimos años, científicos aficionados han recibido equipos de laboratorio de nivel universitario y un conjunto de aplicaciones para recopilar datos sobre las condiciones medioambientales y explorar nuevas teorías. Armados con estos recursos, los biófilos de a pie están ayudando a detener la doble crisis del cambio climático y la pérdida de biodiversidad mediante el seguimiento de las poblaciones de animales, el control de la calidad del aire y del agua, la investigación de formas alternativas de energía y la rehabilitación de ecosistemas degradados.

La Fundación para la Biodiversidad E.O. Wilson está aprovechando este potencial de descubrimiento por parte del público como parte del Proyecto Media Tierra, que tiene la misión de proteger la mitad de los espacios terrestres y marinos del planeta. La organización, que lleva el nombre del famoso biólogo, naturalista y escritor estadounidense, quiere dotar a personas comunes, investigadores universitarios, organizadores comunitarios y a los principales grupos ecologistas de los conocimientos que necesitan para conservar y restaurar el planeta.

Se creó un mapa interactivo que muestra la salud de los ecosistemas y el impacto humano para orientar y apoyar los proyectos de conservación. A medida que el mapa incorpore más datos y se perfeccione, cualquier persona del mundo podrá utilizarlo para señalar dónde concentrar los recursos de conservación. 

"En el pasado, hemos tomado decisiones de conservación basadas en información y modelos bastante limitados", dijo a Global Citizen Paula J. Ehrlich, presidenta y directora general de la Fundación E.O. Wilson para la Biodiversidad. "El tipo de momento extraordinario en el que nos encontramos, con la tecnología, los macrodatos (big data) y la teledetección (remote sensing), nos permite subir de nivel y explorar, descubrir y cartografiar realmente lo que necesitamos saber para identificar realmente los lugares que más ayuda necesitan".

"Nuestro objetivo es dar a la gente la información para que se sienta segura de que puede ser realmente eficaz", dijo.

El Proyecto Media Tierra es ciertamente un sueño lunar, señaló Ehrlich, algo tan audaz que requiere una aceptación casi universal, pero es tan simple que podría funcionar.

"Necesitamos un verdadero cambio de conciencia transformador de nuestro lugar en el mundo", indicó Ehrlich. "Necesitamos comprender cómo el cuidado de nuestro planeta nos proporciona, en última instancia, resiliencia en todos los aspectos de nuestra vida.

"Cuando E.O. Wilson escribió Media Tierra [el libro], lo que buscaba era una ley natural marcada por la elegancia", añadió. "La mezcla adecuada de simplicidad y poder latente. Eso es lo maravilloso de ideas como la de La Mitad de la Tierra. La gente entiende inmediatamente este objetivo: si podemos trabajar juntos, podemos resolver realmente este problema. Esto suscitó una extraordinaria esperanza de que podemos cambiar nuestra forma de pensar y salvar el planeta".

El Proyecto Media Tierra se beneficia de un aumento de la atención a la conservación debido a la creciente conciencia de que el medio ambiente mundial enfrenta amenazas a su existencia. Se calcula que el 75% de las zonas terrestres y el 67% de las oceánicas se han degradado. Los arrecifes de coral están muriendo y las praderas se están convirtiendo en desiertos. Las poblaciones de especies de todo el reino animal están cayendo en picada, y muchos organismos únicos se precipitan hacia la extinción a medida que desaparecen sus hábitats y fuentes de sustento.

Al mismo tiempo, el declive del mundo natural está alimentando el cambio climático en un círculo vicioso. Al derretirse el permafrost en el Ártico, se libera gas metano almacenado durante mucho tiempo. A medida que se drenan los humedales para convertirlos en estacionamientos, se pierden sumideros de carbono vitales. Incluso la selva amazónica, conocida desde hace tiempo como el "pulmón del planeta", se ha convertido recientemente en un emisor neto de gases de efecto invernadero.

Estas tendencias apuntan en una dirección inequívoca: un planeta estéril, despojado de su extraordinaria diversidad, que ya no es un refugio seguro para los humanos.

Pero el Proyecto Media Tierra imagina una alternativa esperanzadora: una recuperación planetaria. Restaurar los paisajes y los espacios marinos puede frenar la crisis climática y permitir la regeneración de la biodiversidad. Blindar importantes ecosistemas de la intervención humana puede ir aún más lejos, invirtiendo los escenarios catastróficos que los científicos prevén si las tendencias actuales no se controlan.

Lo principal que se interpone en el camino de este objetivo es la financiación. Ahora mismo, los proyectos de conservación necesitan cientos de miles de millones de dólares de financiación adicional cada año. Pero esa cantidad es una fracción de los costes previstos del colapso ecológico. Salvar el planeta es realmente una ganga y los líderes mundiales están empezando a darse cuenta de ello.

Las Naciones Unidas declararon la década actual como la Década de la Restauración y piden a los países que salven al menos el 30% de los espacios terrestres y marinos para 2030. Decenas de países se han comprometido a apoyar este objetivo y abogarán por su adopción universal en los próximos meses y años.

Ahora mismo, alrededor del 16,44% de los espacios terrestres y el 7,74% de los espacios marinos reciben alguna protección. Cualquier aumento adicional ayudará a salvar especies y a minimizar el impacto del cambio climático. Al defender el objetivo del 50%, la Fundación E.O. Wilson para la Biodiversidad espera inspirar un nuevo statu quo centrado en la integridad medioambiental. 

Los días 21 y 22 de octubre, el Día de la Media Tierra invitará a científicos, líderes indígenas, conservacionistas y público en general a explorar cómo podría ser esta nueva norma.

Además de su defensa del ambiente durante todo el año, la organización está cartografiando los ecosistemas para orientar los esfuerzos de conservación y restauración. El mapa es envolvente, intuitivo, muy detallado y está disponible para que cualquiera lo utilice y navegue a su antojo. Es tan sencillo como hacer clic en una zona del globo y empezar a investigar.

El mapa de la República Democrática del Congo, por ejemplo, muestra que el 11% del país está actualmente protegido y que un 47% adicional del país necesitará protección para alcanzar los objetivos de conservación. Las partes del mapa coloreadas en azul indican áreas de conservación de baja prioridad, mientras que el verde indica una alta prioridad. El mapa se centra en los animales vertebrados terrestres como punto de entrada para la conservación, debido a los abundantes datos disponibles sobre sus áreas de distribución y el tamaño de sus poblaciones.

El mapa destaca 33 áreas en particular que son de gran importancia en todo el mundo. Resulta revelador que la mayoría de estas zonas sean transnacionales, lo que subraya el hecho de que los ecosistemas no respetan las fronteras creadas por el hombre. En ese mismo sentido, la organización cree que proteger estas zonas y permitir que el planeta se recupere también aliviará las crisis provocadas por la humanidad como la pobreza, la desigualdad y los conflictos.

Cuanta más gente abrace el Proyecto Media Tierra, contribuya al mapa y colabore en las soluciones locales, más probable será que este sueño idílico se haga realidad.

"Las especies de nuestro planeta no existen aisladas", dijo Ehrlich. "Si perdemos especies, perdemos ecosistemas, perdemos la intrincada red de vida que sostiene la naturaleza y a nosotros como parte de la naturaleza.

"Por eso la O.E. afirma que la biodiversidad es realmente la base que sustenta toda la vida y la actividad humana", añadió. "Donde estamos viendo la pobreza global, a menudo es porque el ecosistema que sustentaba sus vidas ya no es capaz de hacerlo, la tierra ha sido sobreexplotada, o hay una falta de agua dulce o hay contaminación, todo lo cual puede desequilibrar los delicados sistemas, lo que causa todo tipo de conflictos".


Puedes unirte a la campaña Global Citizen Live para defender el planeta y derrotar a la pobreza tomando acción aquí, y formar parte de un movimiento impulsado por ciudadanos de todo el mundo que están actuando junto con los gobiernos, las empresas y los filántropos para lograr el cambio.

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