Más de 700 bomberos están luchando contra un incendio forestal en el norte de España que comenzó a principios de esta semana luego de que un montón de estiércol de pollo se incendie debido a las temperaturas extremas originadas durante la ola de calor en Europa, según informó el New York Times.

El fuego ha consumido alrededor de 4,000 hectáreas de bosque y vegetación y podría destruir hasta 21,000 hectáreas para el momento en que desaparezca, informó CNN.

Los bomberos dijeron que la pila de estiércol se manejó de manera inadecuada y, por lo tanto, fue susceptible y estalló en llamas debido a las altas temperaturas. También instaron a los residentes a tomar más precauciones para evitar incendios durante los meses de verano.

Pero esta combustión espontánea también refleja los crecientes riesgos asociados con el cambio climático a medida que el mundo se vuelve más cálido, más seco y más propenso a los fenómenos meteorológicos extremos.

De hecho, la ola de calor que se produce en Europa está alcanzando temperaturas nunca antes vistas en algunas partes del continente. Es especialmente sorprendente porque está ocurriendo antes de que llegue lo más intenso del verano.

En algunas partes de Francia, se espera que las temperaturas alcancen los 113 grados Fahrenheit (unos 45 grados Celsius), el nivel más alto registrado en el país. La última vez que Francia enfrentó una ola de calor similar, murieron 15,000 personas.

En los últimos años, las olas de calor extremo han coincidido con las sequías para crear las condiciones ideales para los incendios forestales.

Algunas partes de Alaska se han enfrentado a un aumento en los incendios forestales en los últimos años, California experimentó su peor temporada de incendios en la historia en 2018, y la helada Groenlandia está luchando contra las llamas regularmente.

En las próximas décadas, las olas de calor cada vez más severas probablemente conducirán a incendios aún más desastrosos e inusuales.

En España, las autoridades están trabajando para contener el incendio, pero mientras tanto instan a los ciudadanos a evacuar las áreas afectadas y permanecer en lugares cerrados para evitar la contaminación del aire.

Durante los incendios forestales, el aire en las áreas circundantes puede saturarse con partículas peligrosas que pueden causar y agravar problemas de salud. Los niños y las personas mayores son especialmente vulnerables a los ataques de asma y otras complicaciones.