Por Kate Nakamura

8 de septiembre de 2021

Agarra tu bolsa reusable y dile adiós a las micropartículas. Los desechos plásticos están en vías de desaparecer, gracias a las medidas de estos gobiernos en todo el mundo.

Desde India hasta Maine, los organismos gubernamentales en todos los niveles están imponiendo restricciones e implementando innovaciones de reciclaje. Los consumidores realizan compras más inteligentes y las empresas están mejorando para garantizar la protección de nuestro medio ambiente. Lento pero seguro, el mundo se adapta a un futuro prometedor conforme más países siguen el ejemplo. Pero aún hay mucho trabajo por hacer o deshacer.

Desde la década de 1950, investigadores estiman que se han producido más de 8.3 mil millones de toneladas métricas de plástico. Y 60% de estos desechos han acabado en basureros o en el medio ambiente. Esta cifra ha aumentado rápidamente con los años. Por ejemplo, Statista registró que la producción de plástico global se duplicó de 1976 (50 millones de toneladas métricas) a 1989 (100 millones de toneladas métricas). Desde entonces, dicha cifra anual se ha disparado: alcanzó su punto máxima en 2019 con 368 millones antes de decender a 367 millones en 2020. 

Un descenso de un millón de toneladas métricas de producción de plástico no es suficiente para enfrentar las presiones crecientes que el plástico ejerce en el medio ambiente. Aún ignoramos cuánto tarda el plástico en descomponerse. Lo que significa que los 12 millones de toneladas métricas de desechos plásticos estimados que entraron al océano en 2010 siguen descomponiéndose en microplásticos y llenando los estómagos de los pájaros y las creaturas marinas. 

El plástico que desechamos al medio ambiente no se va. Y, si bien, estudios recientes de bacterias y encimas que comen plástico ofrecen un poco de esperanza para el futuro del manejo de los desechos plásticos, la mejor manera de abordar nuestros factores estresantes ambientales es a través de la reducción

A continuación presentamos las 7 veces que ciudades y países lograron primicias monumentales en la carrera global hacia la reducción de desechos plásticos.

1. Bolsas de plástico prohibidas




En 2020, la Ciudad de Nueva York acaparó los titulares en Estados Unidos al prohibir las bolsas de plástico. Pero, ¿sabías que ésta no era la primera vez que prohibían las bolsas de plástico en un estado de Estados Unidos? De hecho, Estados Unidos no fue el primer países que adoptó esta idea. En 2002, Bangladesh se convirtió en el primer país en implementar la prohibición de las bolsas de plástico. Desde entonces, otros países han seguido la ley, al introducir sus propias medidas para luchar contra la naturaleza persistente y dominante de las bolsas de plástico.  

Si bien la prohibición de las bolsas de plástico ha conducido a otras cuestiones, como los impactos ambientales de las bolsas reusables o compostables que las sustituyeron, también han impulsado otros avances en la prohibición del plástico en general. En 2020, la corte suprema de Bangladesh ordenó una prohibición contra los plásticos de un solo uso en restaurantes y hoteles costeros.  

2. No más micropartículas  

Las diminutas partículas de plástico llamadas micropartículas añadían poder de limpieza a los limpiadores faciales, las pastas de dientes y los productos de limpieza para el hogar; además de plástico a nuestras aguas naturales. En 2014, Holanda se convirtió en el primer país en declarar ilegal el uso de micropartículas en productos de cuidado personal. Desde entonces países como Australia y Corea del Sur se han unido a la causa, además del Reino Unido que cuenta con algunas de las regulaciones más estrictas

La prohibición del Reino Unido de 2018 eclipsa otras prohibiciones al declarar ilegal la fabricación de productos que contengan micropartículas y al prohibir el uso de micropartículas “biodegradables”. Pero aún hay un largo camino que recorrer ya que solo un puñado de países han promulgado leyes que abordan el problema de las partículas plásticas; y países como Estados Unidos tienen lagunas en estas normas establecidas a través de su prohibición de micropartículas de 2015.

3. Carreteras de plástico reciclado

En India, aproximadamente 26,000 toneladas métricas de desechos plásticos se generan al día. Pero en lugar de solo tirarlos, están innovando nuevos métodos de reciclado. India ha experimentado con carreteras de plástico desde principios del año 2000, convirtiendo el problema de residuos fastidioso en carreteras lisas, perdurables para el futuro. El científico y profesor de química Rajagopalan Vasudevan por primer vez usó plástico como aglutinante de grava en 2002. Según Vasudevan, tres toneladas métricas de dióxido de carbono es seguro por cada kilómetro de carretera que reusa plástico en lugar de incinerarlo. Aproximadamente 9,656 kilómetros de carreteras en India han utilizado esta innovación de reciclaje de plástico desde la primera prueba.

Desde entonces, otros países han comenzado a seguir el ejemplo de India. Desde Ghana hasta el Reino Unido y Estados Unidos, esta nueva tecnología de carreteras amigables con el medio ambiente prepara el camino hacia un futuro más brillante. 

4. Hacer que las empresas paguen



En 2021, Maine se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en implementar una ley revolucionaria para responsabilizar a las empresas por los desechos de empaque. El programa Extended Producer Responsibility (EPR) pasa los costos por eliminación y reciclaje de paquetes no reciclables, recipientes de plástico y cartón a los fabricantes. En menos de un mes, Oregon se volvió el segundo estado en Estados Unidos en aprobar la ley de empaque.

Pero el concepto de EPR no es nuevo. Francia estableció hace 20 años sus propias políticas para el fabricante. The New York Times reportó que Japón, Corea del Sur y cinco provincias en Canadá tienen leyes de empaque similares a las de los países de la Unión Europea. Aunque Maine estableció un precedente en Estados Unidos, 10 otros estados de Estados Unidos podrían seguir pronto sus pasos.

5. La batalla larga contra el poliestireno



A diferencia de otras formas de plástico, el poliestireno, conocido comúnmente como Styrofoam, no es biodegradable y es difícil de reciclar. Cuando una taza de café se termina, la taza misma no. Andará por ahí durante décadas, hasta que se desintegre en partículas y contamine los ecosistemas locales y los cuerpos de agua. El poliestireno no solo perdura en nuestro medio ambiente, el debate en torno a él también es prolongado. En 1988, Nueva York fue el primer estado de Estados Unidos que aprobó la prohibición del poliestireno, pero la ley fue revocada dos años más tarde. 

Pero ahora el mundo quizá está listo para hacerse cargo del poliestireno. En 2021, Costa Rica prohibió la importación y distribución de poliestireno e impuso multas para quienes violaran la ley. Maine se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en prohibir los recipientes para comidas hechos de poliestireno de los negocios, aunque muchas ciudades y condados en todo el país ya habían aprobado la prohibición. Y en 2019, el estado de Nueva York una vez más prohibió el poliestireno. Con más estados en Estados Unidos y países imponiendo la eliminación del poliestireno, el mundo está listo para presenciar grandes avances no solo en el manejo de residuos sino en la reducción. 

6. La primera economía de plásticos circular del mundo   



La Unión Europea anunció su primera gran estrategia europea para reducir el consumo de plásticos y la contaminación en 2018. Con una ley que prohíbe el uso de plásticos de un solo uso, la creación de un sistema de reuso amplio y de un mercado para los plásticos reciclados, la Unión Europea busca crear la primera “economía de plásticos circular” del mundoEl plan espera combatir la basura en el océano al abordar los productos desechables que se encuentran con mayor frecuencia en las playas, como colillas de cigarro, envolturas, bastoncillos de algodón, recipientes para bebidas y alimentos, además de las bolsas de plástico. 

Los esfuerzos de la Unión Europea por cambiar el ciclo de vida del plástico y, al mismo tiempo, reducir su uso son parte de un esfuerzo general para desplazarse hacia una economía de emisiones bajas de carbono. Los 27 países miembros de la Unión Europea –donde los índices de reciclado de plástico son ya tres veces más altos que los de Estados Unidos– están adoptando el esquema en general.

7. En todo caso, ¿de quién es la basura?



La importación y exportación de desechos plásticos no es un concepto nuevo. Pero algunos países finalmente están adoptando una postura y diciendo “no”. Durante años, los países más ricos han dependido de los países más pobres para el manejo de sus desechos, exportando basura a países como Vietnam o Etiopia donde la reciclaban o incineraban. Se estima que 68,000 contenedores de barco con plásticos fueron exportados de Estados Unidos en 2018. Esta cantidad enorme de desechos termina en basureros en el extranjero, lo que contribuye a múltiples problemas ya que sobrecarga las instalaciones y los sistemas de manejo de desechos.   

En 2017, en un cambio sorprendente de los acontecimientos por parte del importador de plástico más grande del mundo, China anunció la prohibición de desechos plásticos importados. Otros países siguieron dicha prohibición. En 2020, 180 países adoptaron nuevas reglas internacionales que limitaban el comercio de desechos plásticos. Pero la práctica de los países más ricos que transportan en barco sus problemas a países en desarrollo no desapareció. Estados Unidos nunca se unió al acuerdo y continúa enviando sus plásticos a otros países. 

La prohibición de China fue un paso hacia la dirección correcta a favor de una economía de desechos. Pero países como Estados Unidos continúan ignorando su problema de producción de plásticos y dependen de otros países para tirar su basura. Esta falta de manejo conduce a la alteración del medio ambiente de otros países. También hereda el problema a personas que no deberían ser responsables por las consecuencias del plástico.

No es sostenible para Estados Unidos enviar reciclado de plástico a otros países donde es probable que se convierta en contaminantes adicionales. La única solución para parar la exportación de plástico es la reducción importante en la fabricación y uso. Es el momento de que Estados Unidos cambie su relación con el plástico porque, como es el caso, su sistema de “reciclaje” quizá no sea suficiente. 


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Defiende el planeta

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Por Kate Nakamura