Por qué los Global Citizens deberían preocuparse
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El reciente interés en la quinoa, considerada un superalimento, ha impulsado los medios de subsistencia para las comunidades agrícolas en el Perú rural. Sin embargo, como su popularidad se ha disparado, la competencia internacional ahora amenaza la posición del país como el mayor productor de quinoa del mundo, según informó la BBC.

En 2016, Perú y la vecina Bolivia mantuvieron una participación de mercado del 80% en el comercio mundial de quinoa. Desde entonces, este porcentaje ha disminuido a 72% y puede seguir disminuyendo a medida que los Estados Unidos, Canadá y Argentina comienzan a producirla.

Aunque la quinoa ha sido un alimento culturalmente significativo durante generaciones entre los agricultores peruanos que viven en los Andes, el "pseudo grano" recientemente se hizo popular en los Estados Unidos y en todo el mundo por sus beneficios para la salud en los últimos años. La quinoa tiene un contenido de proteína inusualmente alta en comparación con otros granos, entre el 14% y el 18%, y como resultado ha sido rápidamente aceptada por los vegetarianos y veganos. Como superalimento, la quinoa también contiene aminoácidos, calcio, magnesio y fitonutrientes antiinflamatorios, que pueden prevenir enfermedades.

Comercializada como "grano milagroso de los Andes", la demanda de la cosecha ha aumentado dramáticamente en la última década y también su precio, que se ha triplicado desde 2006, según informó The Guardian.

La demanda mundial de quinoa está demostrando ser un arma de doble filo para los agricultores peruanos.

"Mis antepasados, mis abuelos y mis padres, siempre han cultivado quinoa. Crecí comiendo quinoa pero no lo vendíamos", dijo el agricultor Rodrigo Cisneros a la BBC.

En la última década, los agricultores que viven en los Andes han comenzado a vender sus cultivos en el mercado mundial. A través de estos medios de vida, los agricultores como Cisneros pueden darse el lujo de educar a sus hijos y comprar una casa. El aumento en la producción de quinoa también puede reducir la brecha de género en las comunidades que la cosechan, ya que las mujeres constituyen casi el 40% de los agricultores de quinoa en el Perú.

Sin embargo, a medida que la quinoa gana lugar en la economía global, surgen preguntas sobre su impacto en la seguridad alimentaria en Perú, Bolivia y otros países donde se cultiva. Y comienza a discutirse, además, acerca de si el impacto es positivo o no.

El Ministerio de Agricultura informó que en Perú el precio de la quinoa aumentó un 500% entre 2005 y 2014, incluso cuando la producción de la cosecha se triplicó.

En 2013, The Guardian informó que la demanda internacional de quinoa estaba causando inseguridad alimentaria al hacer que la cosecha fuera inaccesible para las comunidades que han dependido de su valor nutricional por generaciones. Sin embargo, Alexander Kasterine, jefe del programa de comercio y medio ambiente del Centro de Comercio Internacional, escribió en The Guardian que el alto precio de la quinoa había tenido un impacto positivo en el bienestar de las comunidades que la cosecharon en Perú en 2016.

Mientras que los agricultores peruanos han visto beneficios debido a la creciente popularidad de la quinoa, aún persisten las desigualdades en los intercambios económicos norte-sur. Un reciente artículo explica cómo la dinámica comercial, solidificada durante el colonialismo, continúa determinando quién prospera y quién sufre en el sistema alimentario global. La explotación de los trabajadores agrícolas y la tierra es común, como se ve en la industria bananera. La creciente presión sobre los pequeños agricultores para que participen en la economía de exportación ha complicado las consecuencias de su soberanía alimentaria: su derecho a producir alimentos sanos, culturalmente apropiados y ecológicamente sanos, y a definir sus propios sistemas agrícolas.

La demanda internacional de quinoa también ha alentado a los agricultores a reducir la diversidad de cultivos en favor del monocultivo. Las comunidades que una vez cosecharon más de 60 variedades de quinoa, ahora solo cosechan 20 para satisfacer la demanda del consumidor.

La reducción de la variedad afecta la salud general del ecosistema y afecta negativamente al medio ambiente, pero al reintroducir diversas variedades tradicionales, los agricultores peruanos podrían producir cosechas más resistentes en el futuro.

Editorial

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Por Erica Sánchez  y  Sophie Maes