Esta guardería ayuda a madres y padres solteros a volver a la escuela en Honduras

Autor: Jacky Habib

Tomas Ayuso for Global Citizen

Cuando Adelaida Velásquez oyó hablar por primera vez de una guardería subvencionada en Tegucigalpa (Honduras), no sabía que le ofrecería mucho más que cuidados para sus niños.

Pero lo hizo: el centro cambiaría su vida.

La entonces madre soltera de 34 años quería volver a la escuela para "al menos estudiar lo básico" y Pasos Pequeñitos le proporcionó el cuidado de sus hijos y una beca de estudios que hizo posible su regreso a la escuela.

El centro, ubicado en la capital hondureña, se fundó en 2005 para ofrecer servicios de guardería asequibles específicamente a padres y madres solteros de bajos ingresos que volvían a la escuela. Pasos Pequeñitos ofrece becas educativas individuales para ayudar a cubrir los costos de la escuela, los suministros relacionados y el transporte.

Al ampliar su formación, los padres pueden dejar de trabajar en el sector informal y acceder a puestos asalariados, lo que a menudo les brinda la oportunidad de ganar más y ofrecer mejores condiciones a sus hijos. 

Como muchos otros padres del centro, Velásquez se levantaba temprano para llevar a su hijo Leonardo a Pasos Pequeñitos antes de sus clases y pasaba las noches estudiando.

"Me iba a la cama a la 1 de la madrugada [después] de hacer los deberes", dijo a Global Citizen. "Era así todas las noches".

Y dio sus frutos.

Velásquez tomó la decisión de volver a la escuela hace más de una década y ahora trabaja para el gobierno; Leonardo, que pasó su tiempo en el centro aprendiendo colores y multiplicaciones, está prosperando en la escuela secundaria. 

Trabajar en un contexto socioeconómico difícil

Children file into a line to be greeted by a volunteer before class time at the Pasos Pequeñitos child care center in Tegucigalpa, Honduras in July 2022.
Image: Tomas Ayuso for Global Citizen

El centro está abierto de 6:30 a 18:00 para niños a partir de 15 meses. Ofrece educación conforme al plan de estudios nacional de Honduras, prestaciones sanitarias y múltiples comidas y meriendas diarias.

Pasos Pequeñitos ofrece talleres mensuales sobre temas como salud y planificación familiar, así como programas semanales de entretenimiento entre los que se cuentan clases de Zumba, para ayudar a los padres a establecer vínculos con sus hijos.

"Para los niños que vienen aquí su fuente de alimentación y nutrición más estable proviene de este programa. Muy a menudo en sus hogares pueden comer una vez al día", dijo a Global Citizen Stephen O'Mahony, director nacional de Nuestros Pequeños Hermanos (NPH) Honduras, la organización sin ánimo de lucro que supervisa dicho centro.

La mayoría de los padres cuyos hijos están en el centro ganan entre 2 y 3 dólares al día. Digyana Hernández, coordinadora de Pasos Pequeñitos, dijo a Global Citizen que la mayoría de los niños viven en habitaciones pequeñas con muchas otras personas, y sin espacios dedicados para jugar, dormir la siesta o comer, a pesar de que sus padres trabajan duro todos los días para mantenerlos.

Por ejemplo, un niño que actualmente asiste al centro vive con su padre soltero en un espacio industrial utilizado por carpinteros para retapizar muebles.

A girl and a boy have a fruit snack at Pasos Pequeñitos.
Image: Tomas Ayuso for Global Citizen

"Otro reto es que muchos de los barrios en los que están [nuestros beneficiarios] son muy peligrosos y tienen muchas pandillas", dijo Hernández. "Cuando hacemos algunas visitas a domicilio allí simplemente vamos y [rezamos por seguridad]".

Como muchos de los niños proceden de entornos difíciles a veces muestran problemas de comportamiento al principio como pegar a otros. Sin embargo, al cabo de unas semanas en el centro, el personal afirma que el comportamiento de los niños empieza a cambiar para reflejar el entorno más pacífico que han conocido durante la mayor parte del día.

Hernández sigue en contacto con todos los niños que han salido del centro de acogida y describe su papel más como un miembro de la familia que como una cuidadora.

"Cuando recibimos un niño, no es sólo un niño. Nosotros [los miembros del personal] somos como una tía para ellos", dijo.

Hogares monoparentales en Honduras

Según el Instituto Nacional de Estadística de Honduras el 23% de la población hondureña fue criada por madres solteras.

En 2019, cuando NPH Honduras encuestó a 1,500 hogares en Mata de Plátano y Pueblo Nuevo, a las afueras de la capital del país, encontraron que el 80% de las madres dieron a luz a su primer hijo cuando tenían menos de 21 años y un 40% adicional tenía menos de 18 años.

A través de Pasos Pequeñitos algunos padres han regresado a la escuela secundaria o al instituto mientras que otros han ido a institutos postsecundarios para graduarse como profesores, abogados e ingenieros.

"Intentamos trabajar con ellos para que sigan avanzando [para que no piensen]: 'Soy pobre. No tengo más opciones'", dijo Hernández. "[Les decimos]: 'Puedes hacerlo. Sigue adelante'. Así es como trabajamos con nuestras familias".

Aunque lo ideal es que continúen sus estudios o sigan una educación superior, no es posible para todas las familias monoparentales por lo que el centro admite a los niños en función de cada caso.

Según Hernández, las madres solteras suelen realizar trabajos ocasionales como la limpieza de casas o la venta de fruta en la calle, lo que les permite "simplemente sobrevivir día a día" económicamente, en lugar de obtener ingresos constantes de un trabajo a tiempo completo.

Por ello no siempre pueden asistir a la escuela, pero tener a sus hijos en el centro sigue suponiendo un beneficio económico, explicó O'Mahony.

Una de las madres solteras, Mariela, cuyos hijos reciben atención en el centro, es vendedora de fruta. Aunque es probable que siga realizando este trabajo informal y no tiene planes de volver a la escuela, el centro le brinda la oportunidad de ganar dinero durante el día mientras sus hijos son atendidos, lo que significa que puede permitirse comprar leche, pañales y otros productos esenciales en un momento crucial del desarrollo de sus hijos.

Establecer un modelo financiero accesible y subvencionado

El centro, que depende de NPH Honduras, se financia principalmente con donaciones de Alemania y Austria. Sin embargo, los padres contribuyen con una cantidad nominal basada en su situación financiera para participar en el programa (normalmente el equivalente a alrededor de 1 a 17 USD por mes).

Debido a los limitados recursos el centro sólo puede atender a un máximo de 20 niños a la vez.

Pasos Pequeñitos funciona con el método Montessori, un enfoque educativo que implica el aprendizaje dirigido por el niño y fomenta la independencia desde una edad temprana. Las guarderías comparables en Honduras cuestan entre 160 y 200 dólares al mes, por lo que están fuera del alcance de las familias monoparentales con bajos ingresos.

Según el Banco Mundial 350 millones de niños por debajo de la edad de acceso a la escuela primaria carecen de acceso a la atención infantil. El acceso a esta atención no sólo mejoraría los resultados de las niñas y niños y les ayudaría a alcanzar su potencial, sino que también aumentaría el empleo de las mujeres e impulsaría un crecimiento económico inclusivo, que es especialmente necesario para recuperarse de la pandemia.

Para las familias monoparentales y los niños de Honduras que no tienen acceso a una atención infantil de calidad y asequible, ampliar la accesibilidad de centros como Pasos Pequeñitos "podría cambiar todo el país", afirma O'Mahony.

Añade que un mayor acceso supondría una diferencia fundamental en la situación económica de muchos hogares y en el bienestar general de los niños y sus padres.

Permitir que las familias monoparentales continúen sus estudios o trabajen mientras sus hijos "están en un lugar seguro y son atendidos y amados... eso [no tiene precio]", dice.

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Invertir en una atención infantil de calidad es una de las mejores maneras en que un país puede trabajar por la igualdad, mejorar el capital humano y situar a las mujeres en la vanguardia del crecimiento económico.

El nuevo Fondo de Incentivos para el Cuidado de los Niños del Banco Mundial, que evaluará las propuestas de nuevos proyectos en los próximos meses, se centra en proporcionar un financiamiento flexible a los gobiernos para apoyar las iniciativas de cuidado de los niños.

La serie de contenidos de Care Allowance de Global Citizen pretende destacar las iniciativas que serían los pilotos ideales para este tipo de financiamiento, destacando la importancia de una atención infantil de calidad y asequible en los países de ingresos bajos y medios de todo el mundo.

Aclaración: Esta serie ha sido posible gracias al financiamiento de la Fundación Bill y Melinda Gates. Cada artículo fue producido con total independencia editorial.