Por qué es importante para los Global Citizens
La agricultura urbana puede ayudar a las ciudades a mejorar la seguridad alimentaria de sus residentes, al tiempo que combate el cambio climático y la contaminación del aire. Las Naciones Unidas alientan a los países a invertir en métodos agrícolas innovadores para ponerle fin al hambre para 2030. Puedes unirte a nosotros para tomar medidas relacionadas aquí.


Paris está planificando la apertura de la granja orgánica más grande del mundo en una azotea, para 2020, según informó The Guardian.


El jardín tendrá un tamaño de 46 metros cuadrados y contendrá más de 30 especies de plantas diferentes que se cultivarán en el techo y de las que los jardineros podrán cosechar una tonelada métrica de fruta todos los días. 


Los productos frescos se utilizarán para alimentar a las comunidades locales y abastecer un restaurante en el edificio. El proyecto utilizará tecnología de riego de última generación y no requiere tierra, lo que hace que el proceso de cultivo sea increíblemente eficiente en cuanto a recursos.

Esta hazaña de ingeniería será el proyecto agrícola más grande de este tipo en el mundo y su realización proporciona una ventana hacia una forma de agricultura en rápido crecimiento que podría mejorar significativamente la seguridad alimentaria mundial, combatir el cambio climático y reducir la contaminación del aire.

"El objetivo es hacer de la granja un modelo reconocido mundialmente para la producción sostenible", le dijo a The Guardian Pascal Hardy, fundador de Agripolis, la empresa de agricultura urbana detrás del proyecto. "Utilizaremos productos de calidad, cultivados al ritmo de los ciclos de la naturaleza, todo en el corazón de París".


La agricultura urbana se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años. Ya sea que se trate de una parcela de jardín comunitario, agricultura en una azotea o agricultura en vertical, el cambio de la producción de alimentos en las ciudades tiene sentido en muchos niveles, según el sitio web de planificación urbana Agritecture.

Primero, la agricultura urbana aprovecha los espacios vacíos. En teoría, todos los tejados planos de una ciudad se pueden convertir en un jardín que produce frutas y verduras.

También ayuda a limpiar el aire y enfriar los ambientes. Las ciudades están notoriamente contaminadas y calientes, dos problemas que se ven exacerbados por el cambio climático. Cuanto más espacio verde tiene una ciudad, más limpia y fresca se vuelve la atmósfera porque las plantas filtran las toxinas transportadas por el aire y no absorben el calor como lo hacen las superficies de concreto y asfalto.

Los edificios también representan la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero de una ciudad debido a la energía requerida para regular las temperaturas y proporcionar electricidad. La agricultura urbana puede ayudar a equilibrar estas emisiones.

Finalmente, la agricultura urbana ayuda a mejorar la seguridad alimentaria de un área. Las Naciones Unidas advirtieron recientemente en un amplio informe que los países de todo el mundo experimentarán una creciente inseguridad alimentaria en las próximas décadas si el cambio climático se intensifica y la explotación de los recursos naturales continúa en los niveles actuales.

La agricultura urbana no puede competir con los rendimientos generados por los vastos espacios abiertos de los puntos críticos de cultivo, pero puede ser un suplemento orgánico y altamente eficiente.

La agricultura vertical, en particular, no requiere tratamiento químico para mantener a raya a las plagas y enfermedades, utiliza menos agua que la agricultura tradicional y no tiene una huella de carbono significativa, porque la cosecha no tiene que transportarse lejos. También puede reducir el desperdicio de alimentos, ya que los productos se pueden entregar rápidamente a los clientes, a diferencia de las granjas remotas.

Una granja vertical en Seattle, por ejemplo, produce 4.5 millones de libras de verduras frescas al año.

Países como Singapur están apostando fuerte por el éxito de la agricultura urbana para mejorar la seguridad alimentaria.

Además, el gobierno parisino lanzó un programa llamado Parisculteurs, con la intención de plantar 100 hectáreas de vegetación en la ciudad para 2020.

Una vez que las granjas masivas de Agripolis comiencen a producir frutas y verduras, la ciudad estará en camino de lograr este objetivo.

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Por Joe McCarthy  y  Erica Sánchez