Tony Rinaudo estuvo a cargo del crecimiento de 240 millones de árboles en docenas de países, según informó recientemente The Guardian.
El "Fabricante de bosques", como él mismo se autodenomina, llegó por primera vez a Níger desde Australia hace 30 años e intentó restaurar el paisaje devastado plantando tantos árboles como sea humanamente posible.
Después de dos años, hizo pocos progresos y comenzó a reevaluar su modo de trabajo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que podía trabajar en un método para mejorar el suelo, la poda regular de las ramas y la protección de los troncos cuando se araban los campos.
"En ese momento, todo cambió", le dijo a The Guardian. "No necesitábamos plantar árboles, no se trataba de tener un presupuesto de varios millones de dólares y años para hacerlo, todo lo que necesitabas estaba en el terreno".
"La naturaleza se curará a sí misma, solo tenemos que dejar de hacerle daño", agregó.
El método de Rinaudo se conoce como regeneración natural administrada por el agricultor y permite que los bosques se desarrollen en condiciones difíciles. A medida que los árboles florecen, las comunidades aledañas obtienen un gran impulso en la seguridad alimentaria, la calidad del agua y la resistencia ante las tormentas.
A partir de 2013, Nigeria ha cultivado alimentos suficientes para alimentar a otros 2,5 millones de personas con la ayuda del método de Rinaudo, según informó World Vision.
En Níger, donde Rinaudo comenzó con esta tarea, los agricultores vieron grandes mejoras en sus cosechas una vez que la red subterránea de árboles se afianzó.
El año pasado, viajó al oeste de Afganistán para ayudar a los agricultores afectados por la sequía a restaurar los paisajes montañosos. La inseguridad alimentaria en Afganistán afecta a un tercio de la población.
Ahora ha comenzado a divulgar su técnica de mejora del suelo y a hacer campaña en las Naciones Unidas para mejorar el manejo forestal en todo el mundo, informó The Guardian.
A nivel mundial, se destruyen 18,7 millones de acres de bosques cada año, lo que equivale a perder 27 campos de fútbol por cada minuto, según datos de WWF.
A medida que los árboles desaparecen de un área, la biodiversidad se desvanece, las sequías se vuelven más comunes y los paisajes se vuelven más vulnerables a las tormentas, inundaciones y deslizamientos de tierra. La deforestación también es un importante motor del cambio climático, ya que representa el 15% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero a medida que se libera el carbono almacenado en los árboles.
Los principales impulsores de la deforestación son las tierras desmejoradas como consecuencia de la ganadería, la agricultura y el desarrollo, señaló WWF. Los incendios forestales y las plagas también son amenazas crecientes para los árboles a medida que las temperaturas aumentan en todo el mundo.
Rinaudo cree que su método de regeneración de bosques puede ayudar en la lucha contra el cambio climático, al mismo tiempo que refuerza la seguridad alimentaria y la resistencia al agua.
"Podemos hacer esto de un modo muy barato y rápido", le dijo a The Guardian.