Indonesia es uno de los países más expuestos a los efectos del cambio climático.
Un informe de 2004 del Fondo Mundial para la Naturaleza mostró que las temperaturas anuales del país aumentaron y que los patrones de precipitación cambiaron, observando una disminución de las lluvias en algunas regiones y un aumento en otras.
"La disminución de las precipitaciones en las épocas críticas del año puede traducirse en alto riesgo de sequía, en incierta disponibilidad de agua y, en consecuencia, en incierta capacidad de producir bienes agrícolas; en inestabilidad económica y en un aumento drástico de la población con desnutrición, lo que dificulta el progreso contra la pobreza y la inseguridad alimentaria", advierte el informe.
También señaló que el aumento de las precipitaciones en las estaciones húmedas provocaría un mayor riesgo de inundaciones como la de Yakarta en febrero de 2007.
Indonesia es una región densamente poblada con casi 300 millones de habitantes. La megaciudad de Yakarta corre un riesgo especial de sufrir los efectos devastadores del cambio climático y se calcula que "alrededor del 25% de la superficie de la capital quedará sumergida en 2050" como consecuencia de la subida del nivel del mar y el hundimiento de la ciudad.
Nashin Mahtani nació y creció en Indonesia, concretamente en Yakarta. Ha sido testiga del impacto del cambio climático en su primera casa en tiempo real. Aquí comparte cómo esta experiencia la llevó a convertirse en la directora de Yayasan Peta Bencana (Fundación Mapa de Desastres), una organización no gubernamental del sudeste asiático que trabaja en la adaptación al clima dirigida por la comunidad. Mahtani vive ahora en Bali, pero su trabajo sigue mejorando la vida de los habitantes de Yakarta.
Me describiría como habitante de esta Tierra, al igual que tú y millones de otras especies.
También soy hija, hermana, amiga y una colega que aspira a marcar una diferencia positiva. Lo que me importa es que dejemos las cosas mejor de lo que las encontramos y que difundamos la alegría en la vida de aquellos con los que nos encontramos. Me importa que todo el mundo tenga derecho a una vida segura y saludable, a acceder a la educación y a la libertad de expresión.
El título formal que ostento es el de directora de Yayasan Peta Bencana (Disaster Map Foundation), una ONG con sede en el sudeste asiático que trabaja en la adaptación al clima dirigida por la comunidad. Desde 2013 nuestro equipo ha estado desarrollando tecnologías de código abierto para capacitar a todos los residentes y que así puedan participar en los esfuerzos de recuperación y reducción de riesgos de desastres, descentralizar la respuesta de emergencia y democratizar las herramientas de apoyo a las decisiones de emergencia.
Sólo me di cuenta de lo especial que fue crecer en Indonesia cuando empecé a vivir fuera del país. Desde el punto de vista ecológico, cultural y social, Indonesia es uno de los lugares más diversos del mundo y, al vivir aquí, uno se encuentra con la mayor variedad de personas y especies.
Nací y crecí en Yakarta, una megalópolis de 31 millones de habitantes situada en el borde costero de una de las regiones más propensas a los desastres del mundo. En Yakarta las yuxtaposiciones de la disparidad socioeconómica son pronunciadas en la vida cotidiana; desde la forma en que está construida la ciudad (con complejos de enclaves de élite adyacentes a densas aldeas) hasta los tipos de interacciones e intercambios que atraviesan entre los sectores "formales" e "informales" de la ciudad.
No es de extrañar que desde una edad temprana seamos muy conscientes de nuestro propio papel en estas yuxtaposiciones, es decir, para nosotros eso significaba que cuando estamos en condiciones de dar (que casi siempre lo estamos) es nuestro deber cuidar de los que nos rodean. Las luchas a las que se enfrentó mi propia familia a lo largo de su vida me hicieron especialmente consciente de las desigualdades en el acceso a los derechos humanos básicos, especialmente a la educación. Siempre me he sentido muy afortunada y agradecida por haber tenido acceso a la educación sin barreras y esto sólo se produjo gracias a las decisiones y al duro trabajo de quienes me precedieron.
Al comprender esto de niña siempre sentí que era mi deber conceder lo mismo a los demás, en la medida de mis posibilidades. Desde la escuela secundaria la mayor parte de mi trabajo voluntario se centró en la educación de los jóvenes en zonas desfavorecidas y creo que estas impresiones han guiado gran parte de mi trabajo actual.
Nashin Mahtani poses for a portrait at her house in Bali, Indonesia in May 2022.
Experimenté el impacto de la crisis climática mucho antes de entender lo que era. En Yakarta hay un monzón estacional y, al crecer, estábamos acostumbrados a experimentar fuertes lluvias durante al menos seis meses del año. De niña disfrutaba de los largos periodos de lluvia monzónica constante; me alegraba de ver un cielo nublado que indicaba un aguacero prolongado. Saboreaba el modo en que el monzón amortiguaba todos los demás sonidos de la megaciudad. Sin embargo, la sensación de comodidad que asociaba al monzón empezó a cambiar cuando los patrones meteorológicos se volvieron más erráticos. Las lluvias monzónicas dejaron de ser constantes y se volvieron cada vez más impredecibles, produciéndose en ráfagas cortas e intensas sin un patrón identificable.
En 2002 Yakarta sufrió la peor inundación de su historia (en aquel momento). Fue el primer recuerdo que tengo de la evacuación de nuestra casa debido a las inundaciones. De niña lo que más me preocupaba era no poder ir a la escuela durante varios días y no saber cuánto duraría. Cada año a partir de 2002 las conversaciones en familia y en la mesa sobre las inundaciones eran más frecuentes. La mancha de agua que dejaba la inundación en las paredes de nuestra sala aumentaba varios centímetros cada año. Esta fue la primera vez que oí hablar del hundimiento de Yakarta.
Más del 40% de Yakarta está situada por debajo del nivel del mar y, según estudios del Banco Mundial, la ciudad se hunde una media de 5 a 10 centímetros al año, y hasta 25 centímetros o más en las zonas más afectadas. Como Yakarta se asienta sobre suelos deltaicos el hundimiento del terreno se está acelerando debido al bombeo descontrolado de aguas subterráneas o a la extracción de agua del terreno sobre el que se asienta.
La privatización, el acceso y la distribución del agua tienen una larga historia colonial en Yakarta y la desigualdad en el acceso al agua que se ha incorporado físicamente al sistema de distribución Es uno de los muchos factores atribuibles al hundimiento de Yakarta. Para compensar las grandes lagunas en el suministro de agua que deja el sistema de distribución oficial, proliferan en la ciudad miles de pozos de más de 140 metros de profundidad por parte de fábricas, hoteles, centros comerciales y otras urbanizaciones, así como pozos de patio trasero para extraer agua del suelo.
Yakarta es también una de las ciudades que más rápidamente se urbaniza en el mundo y con la rápida cobertura de concreto en las superficies de la ciudad hay menos área para que el agua de lluvia se filtre en el suelo y reponga las aguas subterráneas. Más del 97% de Yakarta está cubierto de concreto y asfalto e incluso cuando caen fuertes lluvias el agua no penetra en el suelo. Con un ritmo de extracción de agua subterránea muy superior al ritmo de reposición, los acuíferos sobre los que se asienta la ciudad se reducen y la ciudad se hunde por su propio peso.
Kelurahan Menteng neighborhood in Jakarta, an area prone to flooding, photographed in November 2019.
Yakarta también está situada dentro de un delta poco profundo que se llena de agua durante las fuertes lluvias procedentes del drenaje de las montañas del sur. Los 13 ríos que atraviesan la ciudad para drenar esta cuenca han sido canalizados y fusionados con canales coloniales holandeses para gestionar el agua de la ciudad. En una época de cambio climático en la que experimentamos una mayor intensidad meteorológica estas infraestructuras están reventando bajo la creciente presión de los fenómenos meteorológicos extremos. Las inundaciones más desastrosas de los últimos años en Yakarta han sido el resultado de fallos repentinos e inesperados de las infraestructuras.
En Yakarta, las inundaciones rara vez siguen líneas topográficas. Más bien las inundaciones suelen ser una combinación de muros de canales derrumbados, bombas de agua rotas, cortes de energía que interrumpen las bombas de agua, la liberación de agua de las cuencas hidrográficas de arriba y el desvío del agua a través de las compuertas. Con todos estos factores combinados, además de los cambios meteorológicos cada vez más erráticos, resulta cada vez más difícil predecir las inundaciones.
Sin embargo, aunque los residentes no puedan predecir los patrones de los monzones de la misma manera que podían hacerlo históricamente, las redes de medios digitales han proporcionado nuevas formas de autoorganización de los residentes en tiempo real.
Cuando se inunda, los habitantes de Yakarta comparten activamente sus publicaciones en las redes sociales para advertirse mutuamente de las zonas inundadas y compartir los esfuerzos de respuesta de la comunidad. En 2013 un grupo de investigadores dirigidos por el Dr. Tomas Holderness y el Dr. Etienne Turpin se dieron cuenta de que si encontraban una manera de filtrar rápidamente la gran cantidad de datos que se compartían en las redes sociales, esos datos podrían aprovecharse para ayudar a los residentes de toda la ciudad a tomar decisiones oportunas para minimizar las pérdidas.
El equipo desarrolló un software de código abierto llamado CogniCity que busca palabras clave específicas (como inundación, terremoto, incendio, etc.). Cuando detecta una publicación que utiliza estas palabras clave, un chatbot humanizado (conocido coloquialmente como "BencanaBot" o "DisasterBot") envía una respuesta automática en la que pide a los usuarios que confirmen su situación enviando un sencillo informe sobre la catástrofe. Una vez que el usuario envía un informe, éste se representa inmediatamente en un mapa basado en la web en tiempo real. El mapa está diseñado para desplegarse en el móvil y ser extremadamente ligero en cuanto a datos, de modo que cualquier persona con el teléfono móvil más básico conectado a Internet pueda acceder fácilmente a él.
Desde 2013 el mapa en tiempo real ha sido utilizado por millones de residentes para ver y compartir información sobre desastres en tiempo real. También fue adoptado por la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (BNPB) para ver y responder a las necesidades de los residentes. El software transforma eficazmente las redes sociales en un sistema de coordinación de emergencias en tiempo real, apoyando a los residentes en sus esfuerzos por adaptarse a un clima que cambia rápidamente.
Nuestro equipo está transformando los medios sociales en su evolución como plataforma de coordinación en tiempo real para la ayuda mutua y la solidaridad social. Este es el futuro del urbanismo, en el que las ciudades que sobrevivan serán impulsadas por infraestructuras adaptativas, construidas y mantenidas colectivamente. Todavía estamos a tiempo de redirigir la computación planetaria para la producción de futuros urbanos alternativos y permitir la evolución de sociedades humanas prósperas, justas y equitativas para todos.
Nashin Mahtani works from her house in Bali, Indonesia in May 2022. She is the director of the nonprofit Yayasan Peta Bencana, where she leads the development of software to support disaster relief.
En cuanto a las intervenciones, me gustaría ver una mayor responsabilidad con respecto a los compromisos globales para abordar la crisis climática y una acción mucho más valiente e inmediata. Me gustaría ver un enfoque holístico para abordar el cambio climático (reconociendo que la justicia climática y la justicia social están entrelazadas) y enfoques integrados de salud. Me gustaría que el conocimiento local e indígena se situara en primera línea, como formas legítimas y necesarias de ciencia que impulsan las políticas y nuestras formas de relacionarnos con el mundo, entre nosotros y con nuestro entorno. Sin duda estamos viendo cómo se produce este cambio desde la base. Me gustaría ver la valentía y el coraje de nuestros líderes al unirse a nosotros.
Nuestro trabajo se basa en un enfoque transdisciplinario, intersectorial e inclusivo con la más amplia variedad de personas, por lo que damos la bienvenida a cualquiera que se ponga en contacto con nosotros. Como dice un famoso dicho en Indonesia "La catástrofe es cosa de todos". Siempre hay formas útiles de trabajar juntos.
Nashin Mahtani poses for a portrait at her house in Bali, Indonesia in May 2022.