Este artículo fue publicado originalmente en Thred Media.
Si eres un lector ávido de estos artículos que Thred publica con Global Citizen, es muy probable que te haya inspirado a empezar a reducir tu impacto ambiental lo más posible.
Ya sea que lo anterior involucre cambiar la moda de temporada por las reventas, elegir consumir menos productos animales o usar apps como Klima para rastrear tu huella de carbono, forma parte de un cambio generacional hacia la protección del planeta.
La Generación Z está encabezando muchos de los cambios en los estilos de vida —tanto grandes como pequeños— que reducen nuestros desechos y nos ayudan a repensar cómo usamos los productos, aunado a esto 41% de jóvenes considera que el calentamiento global es el problema más importante que enfrenta el mundo actual.
¿Te gustaría involucrarte? Éste es el momento propicio, ya que el Día Internacional de la Madre Tierra 2021 se centra en los procesos naturales y las tecnologías verdes emergentes que pueden restaurar los ecosistemas del mundo.
Tampoco tienes que ser un ingeniero de primera línea. Adoptar un estilo de vida cero desechos es la manera perfecta de ayudar a través de posibilidades realistas, además contamos con todas las herramientas que necesitas para hacer un cambio. Aquí está nuestra máxima guía para principiantes sobre dónde empezar.
¿Qué es un estilo de vida cero desechos?
Antes que nada, ¿qué significa exactamente cero desechos? No tiene sentido hablar del tema si no sabes qué estás haciendo.
Cualquier persona que sea “cero desechos” se esfuerza por eliminar su producción de basura y consumo de materiales de un solo uso de todos los aspectos de su vida cotidiana, en su lugar opta por alternativas amigables con el ambiente, hechas de manera sostenible y reutilizables.
También comprará principalmente sus productos de tiendas de segunda mano, apoyará marcas de comercio justo, se apegará a una dieta a base de plantas y tomará medios de transporte de baja emisión.
Es un movimiento que está tomando rápidamente fuerza, de ser un nicho está en pleno proceso de volverse tendencia gracias a una serie de influyentes de los medios sociales que promueven las empresas cero desechos en sus plataformas de seguidores destacadas.
Y no debemos olvidar a la original Lauren Singer, una ambientalista que generó mucha atención en 2015 con un video viral que mostraba cómo se las arreglaba con éxito para meter el equivalente a dos años de basura en un tarro.
“El movimiento cero desechos no es nuevo”, afirma David Phan, fundador de Huppy, una marca de pasta de dientes cero desechos. “No empezó hace dos años ni tampoco hace cuatro, pero ha despegado en los últimos dos años por los medios sociales, las marcas innovadoras que están comenzando nuevos conceptos que hacen cosas novedosas. El punto de inflexión en la consciencia del consumidor está dándose ahora”.
Permítenos recordarte, sin embargo, que –contrario a la creencia popular– el proceso de transición a un estilo de vida cero desechos no es ser perfecto.
Por esta razón, muchos eligen referirse a sí mismos de manera holística como “impacto mínimo”, ya que con frecuencia es mejor enfocarse en lo que parece factible y disfrutable antes de llegar más lejos.
Se trata de encontrar un balance que se adapte a ti, que al final hará mucho bien al planeta. Después de todo, necesitamos empezar en alguna parte, ¿verdad?
Paso uno
Podría sonar absurdo pero pregunta a cualquier persona cero desechos cuál debería ser el primer paso en tu camino hacia una vida libre de desechos, y probablemente te recomendará hacer una auditoría de la basura.
Básicamente, aunque parezca desagradable, una repasada rápida a tu bote de basura te dará una buena idea de lo que tiras con mayor frecuencia y te ayudará a entender qué áreas de los desechos debes abordar primero.
Esto va de la mano con una nota sobre por qué deseas cambiar tu estilo de vida, ya que escribirlo consolida tu resolución, dándote una referencia cuando necesites motivación.
También vale la pena mencionar que para volverte cero desechos de verdad debes comprometerte a hacerte estas preguntas cuando estés realizando una decisión de compra.
1. ¿Fue diseñado para utilizarse una sola vez o por poco tiempo y después para ser desechado?
2. ¿De dónde viene y qué pasa cuando ya no lo use?
3. ¿Quién lo fabricó y bajo qué condiciones?
Esto te permitirá poner la utilidad por encima de usar y tirar, además de enseñarte al final a apreciar más tus posesiones. La basura está en todos lados, así que antes de abrumarte solo ten el propósito de reducir los artículos de un solo uso como las botellas y bolsas de plástico, las toallas de papel absorbentes y los vasos de café.
En aras de nuestro planeta, es momento que empecemos a desafiar el consumismo y la noción de que cuando algo se rompe o deja de funcionar debe tirarse.
Paso dos
Quizás el obstáculo más grande que buscarás superar es cambiar tus hábitos.
Si bien, el ejemplo obvio de esto sería decidir comer solo alimentos a base de plantas (dejar la carne y los lácteos es la acción más impactante que la gente puede hacer para reducir su impacto ambiental), en realidad hay mucho más que hacer.
Una vez más, no hay una manera correcta o errónea de adoptar un estilo de vida cero desechos, pero cambiar tu mentalidad hará que el camino sea ciertamente más suave.
Pregúntate a ti mismo: ¿estoy tirando algo que podría reutilizarse, hacerse composta o reciclarse? Si la respuesta es sí, probablemente existe otra manera de hacerlo. La mayoría de cosas que tiramos todos los días pueden de hecho ser recicladas o pudrirse finalmente.
Quizás implique más esfuerzo, pero siempre hay una opción que averiguar en el sitio web de tu municipio para ver si ofrecen servicios de composta o puedes hacer una utilizando esta guía.
Además, con el reciclaje que cada vez es más fácil y está más generalizado día a día, no hay en realidad excusa para evitarlo.
Partiendo de lo anterior, solo compra algo nuevo cuando realmente no haya otras alternativas. Replantea la idea de que necesitas poseer todo y comienza a preguntarte si puedes pedir las cosas prestadas en su lugar.
¡Si en realidad debes hacerlo, compra de segunda mano! No hablaremos de los beneficios ahora mismo, pero puedes leerlos aquí.
Asimismo, no tienes que comprar nuevos artículos para ser cero desechos, puedes usar lo que tengas o aprender a hacer las cosas por ti mismo.
La preparación es clave, así que considera juntar un kit “hágalo usted mismo” (una bolsa con unos cubiertos, un recipiente para comida, una taza, una botella de agua, un popote reusable, etc.) que puedas llevar contigo cuando salgas de casa.
De esa manera, podrás evitar acumular productos desechables durante el día y no será necesario desperdiciar nuevos recursos para fabricarlos.
No olvides que la mayoría de los artículos que usamos producen muchos desechos invisibles: contaminación y emisiones antes de siquiera llegar a nuestras manos.
Paso tres
Si bien, el modelo de empaque sostenible fue adoptado sobre todo por marcas pequeñas en un primer momento, vemos la creciente demanda para las estaciones de relleno.
Con más de 120 mil millones de empaques sin reciclar producidos anualmente solo por la industria cosmética (Zero Waste Week) más empresas de belleza buscan fabricar y empaquetar sus productos de una manera éticamente más responsable.
Lo mismo aplica a la mayoría de sectores, en particular al sector de los alimentos, a través del cual cada vez más supermercados están introduciendo la opción para los clientes del reuso del empaque indefinidamente, en lugar de comprar un recipiente de un solo uso cada vez que queremos un producto específico.
Lo que significa que puedes dejar de preocuparte sobre cómo podrás seguir comprando tus alimentos básicos semanales (prácticamente cada ciudad ahora ofrece alguna forma de locación para el relleno) porque todo lo que tienes que hacer es asegurarte de que tienes suficientes recipientes a la mano y dirigirte a tu supermercado más cercano.
Ahí podrás surtirte de cualquier cosa desde arroz y pasta hasta champú y jabón sin contribuir al ya innegable daño que está tiendo en el planeta el comprar por bulto.
Sin mencionar que comprar localmente es una ganancia total, ya que una distancia de traslado reducida equivale a un impacto ambiental más bajo. Aquí hay una guía sobre cómo hacerlo de este modo.
Como Singer lo expresa: “No hay un modelo que sea apto para todos cuando se trata de reducir los desechos. No es un proceso repentino, toma tiempo y esfuerzo, y quizás no lo hagas siempre a la perfección, pero no pasa nada. Lo que importa es empezar y tratar. Parecerá que no estás haciendo mucho pero hacer estos cambios sí añade y hace una diferencia real”.
Sí, quizás no seamos capaces de hacer la transición inmediatamente de nuestros estilos de vida en el presente a un solo tarro de desechos en dos años, pero seguro que podemos intentar.
Cada acción es un paso hacia una Tierra más sana. Y si no es ahora, ¿cuándo? El tiempo se agota.