Así lograron estos activistas mejorar la salud menstrual en más de 5,000 escuelas

Autores: Mbali Kgame, Lerato Mogoatlhe y Imogen Calderwood

UNFPA ESARO

Cuando pensamos en los problemas que limitan el potencial de las mujeres y las niñas en todo el mundo, a menudo pensamos en problemas en los que se les niega la educación, no se permite su independencia, o se les niega el acceso al empleo.

Pero el hecho de no poder acceder a productos menstruales también forma parte del problema. La falta de acceso a baños seguros, privados y dignos en las escuelas; o la simple lucha contra el estigma de la menstruación, que convierte algo tan natural como un período menstrual en una fuente de vergüenza y malestar, derriba la confianza de las niñas.

Todos estos factores pueden tener un gran impacto tanto en el acceso de las estudiantes a la educación y más tarde al empleo, así como en su salud mental y física.

"Las niñas tienen sus períodos en un momento crucial de sus vidas, en un momento en que sentirse seguras y saludables puede hacer una gran diferencia en su capacidad  para acceder y aprovechar las oportunidades", dice Talia Fried, gerente de política global y asuntos gubernamentales de Global Citizen, y líder de sus campañas de agua, saneamiento, higiene y salud menstrual.

"La educación es un derecho humano y es fundamental para acceder a oportunidades económicas, la salud y el desarrollo de la confianza de una niña", agrega Fried. "Ayuda a evitar el matrimonio infantil, el abuso y, en cambio, la apoya para convertirse en todo lo que quiere ser".

Según el Consejo de colaboración de suministro de agua y saneamiento de las Naciones Unidas (WSSCC), que lleva a cabo programas en el país para apoyar la buena salud menstrual, la narrativa común compartida por mujeres y niñas en países de África subsahariana es que "la falta de información conduce a un aumento del estigma, discriminación e inmovilidad durante la menstruación".


"Algunas niñas desconocen las opciones de material sanitario seguro e higiénico y recurren al uso de materiales inseguros que podrían presentar riesgos potenciales para su salud causando infecciones, olores e incomodidades", explica a Global Citizen Virginia Kamowa, experta técnica del WSSCC en el manejo de la higiene menstrual (MHM).

Pero hay soluciones a los problemas relacionados con el manejo de la higiene menstrual.

Primero, los productos sanitarios deben ser más accesibles para todos. En segundo lugar, también deben ser asequibles. Tercero, las niñas y los niños necesitan ser educados sobre los períodos menstruales. Cuarto, los estudiantes necesitan acceso a baños que estén equipados adecuadamente con inodoros privados y seguros, instalaciones para lavarse las manos y manejo de desechos para que puedan administrar sus períodos mientras están en la escuela.

En Sudáfrica, al igual que con el resto del mundo, estos requisitos deberían ser derechos humanos básicos; sin embargo, muchas estudiantes jóvenes de todo el país no pueden ir a la escuela durante sus períodos o prestar atención durante la clase mientras menstrúan debido a la ansiedad y vergüenza que esto les genera, como resultado de la profunda estigmatización de la menstruación.

Esta es la razón por la cual los activistas y asociados de Global Citizen en Sudáfrica pidieron apoyo a su trabajo ayudando a amplificar sus voces y los esfuerzos de campaña sobre la salud menstrual, y por qué Global Citizen acordó asumir el desafío.

Durante años, activistas de toda Sudáfrica han estado luchando para mejorar el manejo de la higiene menstrual y ponerle fin a las dificultades que la menstruación puede traer a las mujeres y niñas en todo el país.

En 2011, parecía que las cosas iban a mejorar cuando el ex presidente Jacob Zuma utilizó su discurso sobre el estado de la nación para resaltar la necesidad de que todos puedan acceder a los productos menstruales.

"Dado nuestro énfasis en la salud de las mujeres, ampliaremos el alcance de los derechos de salud reproductiva y brindaremos servicios relacionados, entre otros, con la anticoncepción, infecciones de transmisión sexual, embarazo adolescente y toallas sanitarias para indigentes", dijo.

El costo de los productos menstruales puede ser una carga enorme para las mujeres y niñas de bajos ingresos en Sudáfrica. El tampón promedio en Sudáfrica cuesta alrededor de R1.50, lo que significa que una mujer gastará alrededor de R16,500 ($ 1,130) en su vida. Un paquete de 10 toallas sanitarias cuesta alrededor de R18, alrededor de R19,800 ($ 1,370) durante toda la vida.

Y aunque varias provincias ya habían tomado la iniciativa de proporcionar toallas sanitarias gratuitas en las escuelas, la financiación adicional del gobierno significaría que incluso más provincias podrían seguir su ejemplo.

Para el Dr. Okito Wedi, un médico que se unió a Global Citizen en agosto de 2018 para administrar este tipo de políticas en Sudáfrica, el discurso del Estado de la Nación de 2011 de Zuma fue un verdadero punto de inflexión en la lucha para garantizar que los sudafricanos puedan acceder a productos menstruales.

"Puso la salud menstrual en la agenda, y destacar este tema en una plataforma a nivel estatal fue de vital importancia", dice Wedi. “Creo que fue apreciado por todas las partes como un momento importante”.

"Particularmente porque también venía de un hombre", agrega. "Y en su papel de presidente en ese momento, creo que fue increíblemente alentador".

Sin embargo, aunque la declaración de Zuma sirvió como un punto de inflexión importante en el discurso público sobre el tema, el gobierno sudafricano tomó muy poca acción concreta en los siete años posteriores al anuncio.

A pesar de lo que parecía ser un gran paso adelante todavía no había solución.

En 2018, en el período previo al Festival Global Citizen: Mandela 100 en Johannesburgo, Global Citizen unió fuerzas con activistas que han estado trabajando para lograr la igualdad a través del saneamiento, para ayudar a amplificar aún más sus voces.

Se identificó exactamente lo que se necesitaba en términos de acciones concretas del gobierno para mejorar el manejo de la higiene menstrual, y cuál sería el costo.

Como resultado de semanas de discusiones con socios y activistas, Global Citizen tuvo cuatro solicitudes clave para presentar al gobierno:

1. Ponerle fin al impuesto del 15% sobre los productos de higiene menstrual en Sudáfrica como toallas sanitarias y tampones.

2. Invertir R1.7 mil millones (US $ 120 millones) para garantizar que todos los estudiantes de los grados 4 al 12 en las escuelas públicas tengan acceso a toallas sanitarias gratuitas durante dos años.

3. Introducir la educación de higiene menstrual de calidad para niñas y niños en las escuelas.

4. Asegurar que cada escuela tenga acceso a las instalaciones de saneamiento adecuadas.

Si el gobierno se comprometiera podría ayudar a aliviar el sufrimiento que los períodos menstruales traen a muchos en todo el país.

Nacida en la República Democrática del Congo, Wedi vive en Sudáfrica desde hace 29 años. Antes de unirse a Global Citizen, cofundó una organización no gubernamental llamada Vagina Workshop, que trabaja con niñas y mujeres jóvenes para educarlas sobre su salud sexual reproductiva.

"Una de las razones por las que decidí hacer el cambio a la política de salud pública fue porque quería llegar a la raíz de las causas relacionadas con la salud psicosocial y el bienestar de las mujeres", dice.

Wedi no solo quería tratar a las mujeres: quería cambiar las condiciones que conducen a los problemas de salud que enfrentan las niñas y las mujeres de las que fue testigo de primera mano como médico.

"Ver a las mujeres y los niños entrar con infecciones y otros problemas de salud, y estar expuestos a riesgos para la salud, simplemente por el hecho de que no podían permitirse algo tan básico y necesario como una toalla sanitaria realmente me afectó", continúa.

Junto con organizaciones asociadas como Mimi Women, la Misión de Sudáfrica ante la ONU, el WSSCC y el Día de la Higiene Menstrual, Global Citizen formó una estrategia para hacer que el gobierno se siente, tome nota, se comprometa a cambiar las cosas y, esta vez, haga un seguimiento de su promesa.

El 21 de agosto de 2018, los Global Citizens comenzaron a alzar sus voces colectivas en apoyo de la salud menstrual en Sudáfrica, como parte de una serie de acciones lanzadas antes del Festival Global Citizen: Mandela 100 programada para el 2 de diciembre de 2018. Estas acciones fueron parte del programa de recompensas de Global Citizen: las personas ganaron puntos al tomar medidas y pudieron canjearlos para obtener boletos para acceder al festival.

El año 2018 marcó 100 años desde el nacimiento de Nelson Mandela, y estuvo lleno de celebraciones del centenario para el activista contra el apartheid y ex presidente de Sudáfrica. El festival Mandela 100 se inspiró en la dedicación de toda la vida de Mandela para lograr la igualdad para todas las personas, y pidió que continúen su legado, tanto en Sudáfrica como en todo el mundo.

Encabezado por artistas increíbles, incluidos Beyoncé y JAY-Z, Cassper Nyovest, D’Banj, Ed Sheeran, Eddie Vedder, Femi Kuti y Pharrell Williams y Chris Martin, entre muchos otros.

Para la salud menstrual, a los Global Citizens se les pidió inicialmente que enviaran un correo electrónico al gobierno sudafricano, pidiendo a los líderes que inviertan en educación y productos de higiene menstrual y que creen baños seguros en las escuelas.

Casi de inmediato, los esfuerzos combinados de campaña arrojaron resultados.

El 24 de octubre, el ministro de Finanzas, Tito Mboweni, puso fin al impuesto sobre los productos de salud menstrual de una vez por todas, con la entrada en vigencia del impuesto el 1 de abril de 2019, y prometió garantizar que las toallas sanitarias gratuitas también se distribuirían en las escuelas públicas para estudiantes que los necesiten.

"La calificación cero de estos productos está dirigida a hogares de bajos ingresos y restaura la dignidad de nuestra gente", dijo Mboweni al presentar su política presupuestaria a mediano plazo.

El 29 de octubre, Global Citizen lanzó otra acción, esta vez pidiéndole a los Global Citizens que tuiteen al presidente Ramaphosa y Mboweni, para agradecerles por apoyar la salud y el saneamiento menstruales. Los Global Citizens también le pidieron que asistan al Festival el 2 de diciembre, y anuncien planes de presupuesto para toallas sanitarias gratuitas en escuelas sin costo, y lo combinen con una buena educación de salud menstrual para niñas y niños.

Mientras tanto los Global Citizens mantuvieron la acción en marcha, manteniendo el impulso y énfasis en la urgencia de abordar la injusticia del mal manejo de la higiene menstrual.

Cuando amaneció el 2 de diciembre en Johannesburgo, el día del Festival decenas de miles de Global Citizens comenzaron su viaje al estadio FNB, para vivir un gran día de entretenimiento junto a algunos de los artistas más grandes del mundo y presenciar las promesas y compromisos de líderes de todo el mundo.

Pero el trabajo aún no había terminado para los activistas y expertos en políticas detrás de escena.

"No estábamos seguros de si el presidente Ramaphosa iba a hacer el compromiso", dice Wedi. "No habíamos recibido la confirmación final de lo que iba a decir hasta unos minutos antes de su discurso”.

"Todo lo que sabíamos era que se haría un compromiso y que los sudafricanos tenían que estar atentos", agrega.

Cuando Global Citizen recibió el guión final del presidente para el discurso que estaba a punto de pronunciar, no incluía un compromiso.

"Y así, justo antes del momento de que el presidente suba al escenario, Mick Sheldrick, vicepresidente de política global y asuntos gubernamentales y cofundador de Global Citizen, habló con él detrás del escenario sobre la importancia de la salud menstrual para las niñas y su educación y éxito”. "Instó al presidente a tener en cuenta a los miles de sus propios ciudadanos que habían tomado medidas sobre este tema, y ​​que se irían decepcionados esa noche si no se cumplía ningún compromiso".

"El presidente comenzó a editar su discurso en su iPad poco antes de ser presentado por Oprah Winfrey".

Entonces llegó al momento de subir al escenario y en medio de aplausos anunció un compromiso de R2 mil millones (US $ 139 millones) y habló sobre la importancia de la salud menstrual para las estudiantes y su educación.

"Nelson Mandela nos ha enseñado que no son los influyentes, los ricos o los poderosos los que hacen historia, sino aquellos ciudadanos que están decididos a marcar la diferencia", dijo a la multitud.

"Hemos escuchado el llamado de una niña que está privada de su educación porque no puede pagar productos sanitarios", continuó. “Hemos escuchado los gritos de mujeres que sufren abusos, violencia e incluso la muerte a manos de parejas y extraños por igual”.

"Hemos sentido el dolor de la comunidad LGBTI, que se enfrenta a diario a la ignorancia y la intolerancia, la discriminación y el abuso", dijo. "Hemos escuchado estas llamadas y, juntos, actuaremos para crear una vida mejor para todos nosotros".

Sin dudas, fue un gran momento para los Global Citizens escuchar que el gobierno sudafricano comenzará a trabajar en el tema.

"La salud e higiene menstrual efectiva son componentes críticos y una premisa para la salud sexual y reproductiva de las adolescentes", dijo Kamowa, del WSSCC. "Ya pasaron los días en que las niñas y las mujeres deberían estar limitadas por la menstruación".

Y para los Global Citizens que invirtieron su tiempo y esfuerzo en la campaña, fue la confirmación de que sus voces y sus acciones tuvieron un impacto.

Para Mokoenanyane, fue "realmente emocionante" escuchar las palabras de Ramaphosa y "saber que podíamos hablar por alguien que no tiene voz, alguien a quien le da vergüenza hablar del tema".

Escuchar a Ramaphosa hablar sobre el manejo de la higiene menstrual en Sudáfrica fue un gran momento en la campaña, pero definitivamente no fue el final del trabajo.

Si bien el compromiso de los R2 mil millones fue extraordinario, el gobierno aún no había anunciado exactamente cuántos de los fondos se destinaría a apoyar a los estudiantes con su gestión de la higiene menstrual en Sudáfrica.

“Me sentí motivado por la campaña, por nuestros socios inspiradores y los activistas con los que trabajamos en el período previo, por los miles y miles de ciudadanos globales que hicieron oír su voz, y por los comentarios del presidente en el escenario sobre la importancia y la posibilidad de financiación para este tema ", dice Fried.

"Pero también sentí una profunda frustración porque todavía no estaba claros si estaba listo y dispuesto a comprometerse realmente a mejorar la salud menstrual", agrega.

Y así, los Global Citizens volvieron a alzar sus voces, a través de una nueva acción lanzada el 8 de febrero de 2019. Esta vez, se les pidió que tuitearan al presidente Ramaphosa, presionando al gobierno para que aclare si comprometía fondos específicos para salud menstrual.

El 20 de febrero, finalmente llegó el día que todos los activistas y Global Citizens estaban esperando, el día en que el gobierno de Sudáfrica publicó su presupuesto para 2019 y revelaría cuánto había escuchado a los ciudadanos y activistas de Global Citizen.

Y el presupuesto mostró que el gobierno había asignado fondos específicos para la salud menstrual. 

El presupuesto incluyó una asignación de R157 millones (más de US$ 11 millones) para proporcionar toallas sanitarias a las alumnas de hogares de bajos ingresos, más del doble de la asignación existente a este problema al agregar R79 millones al gasto anterior de R78 millones.

Además, también incluyó una asignación de R2.8 mil millones (US $ 199 millones) para ayudar a hacer la transición de letrinas de pozo mortales a baños seguros en 2,400 escuelas.

Estos compromisos, además de ser enormemente alentadores, también están destinados a cambiar las vidas de los estudiantes afectados por la mala salud menstrual en Sudáfrica.

Y no hubiera sucedido sin los correos electrónicos, los tweets y los llamados a la acción de los Global Citizens que mostraron al gobierno sudafricano cuánto se preocupaban por el tema.

"La campaña de Global Citizen nos ayudó a darnos cuenta de que los sudafricanos querían que priorizáramos la gestión de la salud menstrual", dijo el ministro Radebe. "Al considerar las prioridades de nuestro presupuesto para 2019, tomamos esto en cuenta y decidimos hacer este compromiso".

De hecho, las más de 100,000 acciones tomadas hasta ahora por los Global Citizens han llevado a compromisos para la salud menstrual que impactarán las vidas de estudiantes de bajos ingresos en al menos 5,000 escuelas en Sudáfrica.

Tu voz es escuchada

Para Mokoenanyane, conocer que sus acciones han ayudado a aliviar el sufrimiento de las personas en su propio país ha sido enormemente alentador.

"Se escucha tu voz, y cuantas más personas actúen por una acción, más fuerte será su voz", dice.

Y, habiendo visto que sus propias acciones tienen un impacto, Mokoenanyane tiene un mensaje para otros potenciales Global Citizens.

"Solo una pequeña acción podría cambiar la vida de alguien por completo, por lo que yo diría que sigas actuando", dice ella.


De todos modos, para poder decir realmente que la mala salud menstrual es cosa del pasado en Sudáfrica, aún queda mucho trabajo por hacer.