Trabajadoras de la industria de la confección en Camboya luchan por un cambio social en un mundo pospandemia

Autor: Sarah Micho

© Erika Piñeros for Global Citizen

Cuando Neat Srey Pov comenzó a trabajar en una fábrica textil en Camboya, pasó a formar parte de las filas de aproximadamente 700,000 trabajadores de la industria de la confección en el país del sureste asiático, de los cuales casi 80% son mujeres menores de 30 años.

Sin embargo, cuando brotó la pandemia se dieron una serie de interrupciones masivas globales de transportación y en la cadena de suministros, y las trabajadoras de la industria de la confección en Camboya, como Srey Pov, fueron dadas de baja de manera temporal o perdieron sus trabajos totalmente, debido a los cierres de fábricas por el confinamiento. 

“Durante la pandemia, no podíamos trabajar por las restricciones”, Srey Pov afirmó a Global Citizen.

La adolescente de 19 años de edad dice recibir aproximadamente 40 dólares estadounidenses del gobierno en compensación por los ingresos perdidos, pero sigue sintiendo el impacto de las interrupciones globales de la cadena de suministros. 

“Hasta trabajamos menos horas”, afirma al referirse al estado laboral de la industria de la confección después de la pandemia.

Neat Srey Pov, de 19 años, posa para una foto en su hogar en Phnom Penh, Camboya, el 23 de junio de 2023.
Image: © Erika Piñeros for Global Citizen

La industria de la confección, que incluye calzado y artículos de viaje, representa 57% de las exportaciones totales de Camboya, valuada en 22.5 mil millones de dólares estadounidenses en 2022, según reportes del Departamento General de Aduanas e Impuestos.

Como industria, continúa floreciendo.

Este año, el Ministerio del Trabajo y Capacitación Vocacional de Camboya reportó un incremento en el número de fábricas de confección, alcanzando un total de 1,326.

Sin embargo, muchas trabajadoras como Srey Pov sienten la necesidad de seguir luchando por condiciones laborales más seguras y salarios justos. Actualmente, la compensación salarial mínima para las trabajadoras de la industria de la confección equivale a 200 dólares estadounidenses al mes. Las trabajadoras en promedio ganan entre 260 y 280 dólares estadounidenses mensualmente.

Establecer leyes y normas para abordar las barreras económicas y sociales que enfrentan las mujeres en la industria del vestir sigue siendo un reto debido a la falta de adquisición nacional de fábricas.

Condiciones laborales para las trabajadoras de hoy

Según expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 95% de las fábricas en Camboya son fábricas de exportación dirigidas por inversión directa extranjera, una cuestión que no se ve en otros países asiáticos como Vietnam y Bangladesh. Como resultado, existe menos rendición de cuentas e implementación de prácticas que den prioridad a los sindicatos, a las medidas de seguridad y la salud de las trabajadoras. 

“En la fábrica, por las condiciones laborales, soportamos temperaturas muy altas”, explica Srey Pov.

Un día laboral para una trabajadora de la industria de la confección generalmente involucra ocho horas de trabajo diarias, seis días a la semana (con horas extras limitadas a dos horas por día). Al vivir en Phnom Penh, la capital de Camboya, Srey Pov se levanta temprano por la mañana para desplazarse del centro de la ciudad continental a las zonas portuarias, donde las fábricas están ubicadas.

Un camión llevando decenas de trabajadoras a una fábrica sobre la carretera de la provincia de Kampong Cham, Camboya, el 23 de junio de 2023.
Image: © Erika Piñeros for Global Citizen

A menudo, las fábricas carecen de las instalaciones apropiadas para brindar el apoyo necesario para un largo día de trabajo.

“El baño está bastante lejos y sólo contamos con una hora para almorzar. Trabajamos menos horas y el salario es muy poco”, explica Srey Pov.

Su colega, Kong Roath, de 23 años de edad, quien ha trabajado en la industria de la confección los últimos cinco años, comparte la misma opinión sobre los salarios bajos y las condiciones laborales pobres. 

“Solíamos tener un pago por dos horas extras al día, pero ahora ya no”, afirmó.

Estos factores se han agravado por el cambio climático, que expone a las trabajadoras a tensiones ambientales, químicas y relacionadas con el calor en algunas fábricas.

“Se necesita hacer más para reforzar y salvaguardar las garantías sociales y laborales de las madres y las trabajadoras en la industria de la confección”, Sophoan Phean, la directora nacional de Oxfam en Camboya, afirmó a Global Citizen.

Kong Roath, de 23 años, camina de regreso al trabajo en una fábrica de confección en Phnom Penh, Camboya, el 23 de junio de 2023.
Image: © Erika Piñeros for Global Citizen

Oxfam es una organización sin fines de lucro que trabaja con gobiernos e interesados externos para abordar la pobreza e injusticia, incluso problemas como los salarios y las garantías sociales de las trabajadoras de la industria de la confección.

“No hay oficinas de recursos humanos en la industria, pero algunas ONGs han trabajado con nosotras y contribuyen a nuestra causa”, explica Roath.

El año pasado, organizaciones sin fines de lucro como CARE Cambodia ayudaron a brindar capacitación de alfabetización financiera.

Los sistemas de garantías sociales se han reforzado gracias a defensores de políticas como Oxfam, que ha apoyado los esfuerzos comunitarios para garantizar los derechos laborales y salarios justos. Los esquemas de seguridad social como el National Social Security Fund (NSSF) ayudó a bridar beneficios a las trabajadoras en la industria de la confección durante el declive económico de la pandemia.

“Hemos estado trabajando con ministerios competentes para mejorar la cobertura y los beneficios, al implementar las prestaciones de desempleo para las trabajadoras dadas de baja o desempleadas y el trabajo de cuidado no remunerado para las trabajadoras y las madres, además de mejorar los servicios de asistencia médica y las garantías por maternidad”, afirma Phean. 

Según expertos de la OIT, las prestaciones por maternidad han sido financiadas por el gobierno camboyano, que estableció el lapso oficial para el permiso por maternidad en tres meses actualmente.

Phean enfatiza que las medidas establecidas que promueven el empoderamiento económico de las mujeres e impulsan la equidad de género son esenciales para el progreso social general, y podrían ayudar a abordar los retos diarios que las mujeres enfrentan no sólo en la industria de la confección. 

Una mirada con perspectiva de género sobre la industria

Los hombres generalmente dirigen los sindicatos, lo que significa que las mujeres no pueden participar en la toma de decisiones importantes que afectan su sustento.

Abordar la discriminación de género y la desigualdad en las responsabilidades relacionadas con el cuidado familiar sigue siendo crucial para empoderar a las mujeres e impulsar sus carreras. El progreso en esta área impactaría a las trabajadoras de la industria de la confección en todos los niveles, en particular mujeres como Srey Pov, quien actualmente está de baja por maternidad.

Neat Srey Pov, de 19 años, y su amiga y colega del trabajo, Pheak Phoung, de 25 años, cuidan a la hija de Srey Pov de tres meses de edad en Phnom Penh, Camboya. Las dos mujeres, que trabajan en una fábrica de confección, están de baja por maternidad.
Image: © Erika Piñeros for Global Citizen

Muchas mujeres en la industria de la confección terminan renunciando a sus trabajos en la fábrica para cuidar a sus hijos. Esto les crea presiones financieras; sin embargo, existe una falta de opciones adecuadas para el cuidado infantil.

“Necesito mi salario para los gastos diarios de mi familia”, añadió Roath.

La mayoría de mujeres no puede permitirse contratar ayuda adicional y existe una falta de programas gratuitos generalizados para el cuidado infantil en Camboya. 

Mientras la economía global experimenta cambios tecnológicos rápidos, el desplazamiento de trabajadores es un tema de discusión frecuente con la aparición de la automatización. 

“Si las fábricas de la industria de la confección usan más máquinas, tendré que trabajar en construcción. Me preocupa mi ingreso”, Srey Pov afirmó a Global Citizen.

Los impactos a largo y corto plazo de la automatización en la industria de la confección están en su etapa prematura, pero la gente como Srey Pov cargará con el peso de los cambios sistémicos generalizados.

En una industria que deja a muchos trabajadores en la incertidumbre sobre su sustento, las trabajadoras seguirán empoderandose, luchando por un futuro donde se sientan libres y representadas en el sector.


Celebrating May Day es una serie de contenido que explora tres sectores distintos dentro de la economía informal del mundo al examinar los movimientos laborales que defienden la seguridad social y económica de sus trabajadores y/o la necesidad de reforma. A través de un enfoque en las trabajadoras domésticas, comerciantes ambulantes y personas que laboran en la industria de la confección, esta serie conecta activistas, líderes, trabajadores y expertos en políticas de todo el mundo.       

Declaración: Esta serie fue posible con fondos de la Organización Internacional del Trabajo.