Por Joanna Prisco para Global Citizen


Los residentes de la pequeña aldea guatemalteca La Esperanza alguna vez tuvieron que caminar varios kilómetros para recolectar agua limpia para el uso diario.

Ahora, gracias a la dedicación de cinco mujeres estudiantes de ingeniería de la Universidad del Norte de Florida, los 1.000 habitantes de este lugar tienen acceso a grifos que ya están en funcionamiento.

"Pueden abrir el grifo y tienen agua en cada hogar", dijo Taylor Broussard, quien junto con las otras miembros del equipo Sammy Kovalenko, Rosie Pinto, Amber Slack y Piper Austin, fueron entrevistadas sobre su experiencia en un informe periodístico de Action News. Jax.

Las estudiantes se prepararon durante un año antes del viaje, tomando muestras de suelo y diseñando un sistema de distribución de agua potable apropiado, bajo la supervisión de su profesor, el Dr. Chris Brown.

Una vez que llegaron a la aldea, el tiempo de las estudiantes estuvo dedicado a tomar medidas, cavar zanjas e instalar tuberías, un plan muy diferente al de la mayoría de los planes de vacaciones de primavera de los universitarios.

"De hecho estudié ingeniería con la esperanza de ayudar a la humanidad, por lo que para mí, era obvio que prefería pasar mis vacaciones de primavera ayudando a una comunidad", dijo Broussard en la entrevista.

Además de haber abierto canales para la obtención de agua limpia, estas mujeres también abrieron, sin pensarlo, un nuevo camino para las jóvenes en el pueblo.

"Creo que realmente les abrimos los ojos para que las otras mujeres de la comunidad entiendan lo que son capaces de hacer”,  dijo Broussard en el informe.

Global Citizen realiza campañas para garantizar que todas las personas tengan acceso a agua potable limpia y a sistemas de saneamiento seguros. Puedes ayudar aquí.

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