Por Megan Rowling

Traducción Erica Sánchez

BARCELONA, 2 de julio (Fundación Thomson Reuters) - Es probable que el impacto del calor extremo de junio en Francia, España y otras partes de Europa haya sido menos dañino que en el pasado porque los gobiernos implementaron medidas para enfrentarlo después de una ola de calor mortal en 2003, dijeron científicos del clima recientemente. 

Según un informe del grupo World Weather Attribution, los gobiernos fueron impulsados a la acción por una ola de calor europea ese año que causó la muerte de más de 35,000 personas, y ahora están mejor preparados para mantener a sus ciudadanos seguros.

La asociación internacional analiza la posible influencia del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos, desde las inundaciones hasta las sequías.

Los científicos publicaron el martes una evaluación rápida sobre los tres días de calor abrasador en Francia del 26 al 28 de junio, y dijeron que el cambio climático hizo que el evento fuera cinco veces más probable y que aumentó la temperatura de la ola de calor en aproximadamente 4 grados centígrados (7.2 grados Fahrenheit).

La cifra de muertos relacionada con los efectos en la salud de la reciente ola de calor no se conocerá hasta dentro de unas pocas semanas, dijeron.

Pero Geert Jan van Oldenborgh, investigador principal del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, dijo que los planes de acción contra el calor desarrollados por los gobiernos han demostrado reducir la mortalidad "sustancialmente".

"Esperamos que esta ola de calor sea mucho menos mortal que la ola de 2003 debido a las medidas de adaptación que se han tomado", dijo a los periodistas.

Esas medidas, que se implementaron desde París hasta Barcelona, incluyeron la distribución de agua en las estaciones de tren y en otros lugares públicos, el pedido a las personas que vigilen a vecinos y familiares ancianos, y abriendo escuelas, bibliotecas y otros "refugios" con aire acondicionado para residentes de la ciudad.

Robert Vautard, científico principal del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, señaló que la reciente ola de calor fue más extrema en el sur de Francia, donde los sistemas sociales y de vivienda ya están más adaptados al calor extremo.


Las temperaturas en la región sur de Gard alcanzaron un récord histórico de 45.9° C (114.62° F) el viernes pasado, más caluroso que en el Valle de la Muerte de California, con incendios que quemaron 550 hectáreas de tierra.

Pero la temperatura en la ciudad de París se mantuvo relativamente "razonable" en alrededor de 35° C o 36° C, más baja que en 2003, reduciendo las consecuencias negativas, agregó Vautard.

Menos muertes

Friederike Otto, director interino del Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad de Oxford en Gran Bretaña, dijo que la investigación sobre una ola de calor en Europa en 2006 mostró que la llamada de atención de 2003 había provocado menos muertes a medida que las autoridades implementaban medidas preventivas.

Durante la ola de calor de julio de 2006, alrededor de 2.065 muertes ocurrieron por encima de la tasa de mortalidad normal en Francia, que fue aproximadamente 4.400 menos de lo esperado según el episodio de 2003, según un estudio de 2008.

La evaluación rápida de esta semana dijo que los planes de calor posteriores a 2003 se habían activado para la ola de calor de junio y probablemente habían ayudado a aliviar los impactos.

Los pronósticos precisos del servicio meteorológico nacional, Meteo-France, también dieron una advertencia temprana, dijo.

Por ejemplo, la temperatura del registro nacional de temperatura de todos los tiempos se pronosticó correctamente dentro de 1ºC, y la predicción se realizó con al menos tres días de anticipación.

Los científicos decidieron analizar el impacto de la ola de calor de junio en parte porque se produjo en una época del año en la que la población francesa todavía está en el trabajo y en la escuela antes de las vacaciones de verano, lo que potencialmente hace que las personas sean más vulnerables.

Los ancianos y los niños están especialmente en riesgo durante las olas de calor.

Los investigadores señalaron que el gobierno francés decidió posponer un examen nacional debido al calor, a pesar de los enormes desafíos organizativos involucrados.

Examinaron la temperatura media diaria (27.5° C) en Francia durante los tres días, en lugar de la temperatura máxima o mínima porque es un mejor indicador de los impactos en la salud.

Las olas de calor de varios días tienen efectos en la salud proporcionalmente más grandes, y tres días es una duración que capta esos impactos razonablemente bien, dijeron.

Los científicos advirtieron que es probable que los extremos de calor aumenten a medida que el cambio climático calienta el planeta en una trayectoria que se espera exceda los límites establecidos por los gobiernos en un acuerdo de 2015 sobre el clima de París.

Las temperaturas promedio mundiales ya han aumentado en 1ºC, y están en camino de volverse al menos 3ºC más calientes que en los tiempos preindustriales, según los científicos.

Si el mundo alcanza 2ºC de calentamiento y las olas de calor siguen sus tendencias actuales, "una ola de calor como esta será la norma en junio", advirtió Jan van Oldenborgh.


Más información en http://news.trust.org/climate

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