Por qué es importante para los Global Citizens
El cambio climático está disminuyendo la producción agrícola en todo el mundo, poniendo en peligro la disponibilidad de alimentos en el proceso. Las Naciones Unidas instan a los países a invertir en economías sostenibles para promover la alimentación y la seguridad en las próximas décadas. Puedes unirte a nosotros para tomar medidas sobre temas relacionados aquí.

De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista científica Philosophical Transactions of Royal Society B, el cambio climático hace que sea más difícil cultivar bananas, poniendo en peligro una industria de $8 mil millones y una fruta que se ha convertido en una parte indispensable de las dietas en todo el mundo.

Los bananos están siendo amenazados por una enfermedad fúngica llamada Sigatoka negra, que puede reducir el rendimiento de un árbol infectado hasta en un 80%, según publica CNN. La infección funciona matando las hojas de un plátano.

Desde la década de 1960, el riesgo del hongo ha aumentado en una media del 44.2% en América Latina y el Caribe debido al aumento de las temperaturas y a las condiciones más húmedas, dos factores empeorados por el cambio climático.

En los próximos años, los investigadores esperan que los rendimientos de los bananos se desplomen aún más a medida que la Sigatoka Negra ataca a un mayor número de árboles y se propaga a nuevas regiones.

Otras enfermedades, incluida la enfermedad de Panamá, que estuvo a punto de exterminar la producción de banano en América Latina, están reapareciendo en otras partes del mundo, incluso en toda Asia.

El aumento de esta infección ha provocado que los productores de bananos inviertan fuertemente en fungicidas, lo que genera que pueda aumentar el precio de los bananos en las tiendas de comestibles. Agregar fungicidas también evita que la producción de banano sea etiquetada como "orgánica", que se ha vuelto más demandada en los últimos años.

Los bananos no son los únicos cultivos amenazados por el cambio climático. En todo el mundo, el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar, las sequías, las precipitaciones extremas y las tormentas extremas están limitando la producción agrícola.

Se espera que los productores de cultivos de lujo como el chocolate se queden sin tierras adecuadas y en condiciones ideales en las próximas décadas. Los agricultores en el sudeste de Asia han visto arruinadas sus plantaciones de arroz por la intrusión de agua salada; y el ciclón Idai, una tormenta inusualmente poderosa que recientemente azotó el sur de África, destruyó millones de acres de tierras agrícolas.

Además, el aumento de las temperaturas significa que las plagas tendrán una mayor vida útil estacional para destruir los cultivos.

Sin embargo, hay intervenciones que resultan efectivas.

En áreas que son propensas a las sequías, inundaciones y tormentas, los agricultores pueden plantar árboles que estabilicen el suelo y protejan los cultivos. Promover la reforestación en lugar de la deforestación también puede regenerar los ciclos de precipitación, reparar los ecosistemas que mantienen a las plagas bajo control y mejorar la viabilidad a largo plazo de las fuentes de agua.

Finalmente, practicar una forma holística de agricultura que implique plantar cultivos múltiples y complementarios en lugar de un solo monocultivo, y rotar las tierras de cultivo a lo largo de las temporadas para permitir que las tierras cosechadas previamente se repongan antes de ser reconstruidas, puede hacer mucho para mejorar el rendimiento de los cultivos

Los plátanos, en particular, podrían beneficiarse de mirar hacia el pasado. Históricamente, había miles de especies de bananos con todo tipo de características. Hoy en día, la variedad "cavendish" representa el 47% de todos los bananos producidos. Al sembrar y cultivar diferentes tipos de bananos, los agricultores pueden encontrar variedades que sean resistentes a algunas de las enfermedades que afectan a sus árboles.

News

Defiende el planeta

Se propaga un hongo mortal que afecta al banano debido al cambio climático

Por Joe McCarthy  y  Erica Sánchez