Esta finalista del Cisco Youth Leadership Award distribuye toallas sanitarias a miles de mujeres en los barrios más pobres de Mumbai

Autor: James Hitchings-Hales

Andri Tambunan for Global Citizen
¿Por qué es importante para los Global Citizens? 
 El Objetivo Global 5 de Naciones Unidas trabaja para lograr la igualdad de género, mientras que el Objetivo 6 trabaja por el acceso a agua potable y saneamiento para todos. La salud menstrual es un factor vital para lograr ambos objetivos, ya que los productos para el periodo menstrual tienen el potencial de abrir todo un mundo de oportunidades para las personas que menstrúan. Únete a nuestro movimiento y toma acción aquí para ayudar a lograr los Objetivos Globales y erradicar la pobreza extrema. También puedes votar por el finalista que piensas que debe ganar el Cisco Youth Leadership Award 2020, aquí

Suhani Jalota está en la Universidad de Stanford en California, pensando en las mujeres de su vida. Actualmente, su mamá, diseñadora de moda, trabaja en finanzas. Pero, al crecer, en India, se enfrentó a la misoginia y discriminación sistemáticas. 

“A mi mamá le impusieron un toque de queda. Tenía que regresar a casa alrededor de las 4 p.m., todas las tardes”, le dice Jalota a Global Citizen. “Casi que con el primer hombre que interactuó fuera de la familia fue papá, un matrimonio arreglado”.

A su vez, la abuela de Jalota, una “niña prodigio” y cantante profesional, se casó a la edad de 19 años y tuvo que renunciar a su carrera y a su pasión. 


“Me di cuenta que había injusticias dentro de la familia y mi mamá fue la primera en defenderse”, añade. “Es algo que sé que quiero continuar. Cada mujer debe tener ese derecho”.

La creencia de que las mujeres y las niñas merecen igualdad y el derecho a conformar sus propias vidas, es una idea que Jalota siempre ha tenido presente en su corazón. Actualmente, fue nombrada como una de las tres finalistas para el Global Citizen Prize: Cisco Youth Leadership Award 2020, premio que celebra a los activistas jóvenes que trabajan por la erradicación de la pobreza extrema. El premio otorga $250,000 dólares para apoyar la organización del ganador.

La votación ahora es pública para ayudar a decidir al ganador del Cisco Youth Leadership Award. Puedes conocer más detalles acerca de los tres finalistas y emitir tu voto por quien creas que debe ganar, aquí

Suhani Jalota, founder of Myna Mahila Foundation, brainstorms with her team members Ankur Manikandan, Data Scientist, and Shagun Maheshwari, New Product Development Lead in San Jose, California.
Image: Andri Tambunan for Global Citizen

Cuando Jalota tenía 20 años, fundó la Myna Mahila Foundation, una empresa social que capacita y emplea mujeres para fabricar productos sanitarios de bajo costo y amigables con el ambiente. Seis años después, su fundación ha producido más de 110,000 toallas para mujeres y las ha distribuido a 550,000 mujeres en 15 comunidades en los barrios más pobres en Mumbai.

Su trabajo se ha hecho merecedor de una amplia gama de premios, incluyendo el Queen's Young Leaders Award en 2017, donde conoció a la Reina Elizabeth II. La reina le dijo: “Lo que haces es realmente importante”.

Pero todo comenzó a partir de un sentimiento instintivo que se intensificó cuando a Jalota le diagnosticaron cáncer a la edad de 14 años, enfermedad que la condujo de manera inadvertida a las mujeres a quienes ha dedicado desde entonces toda su vida.

“Vi gente en las camas del hospital junto a mí, vengo de una familia del gobierno, así que el gobierno pagaba muchas de las cuentas, pero otros, no podían costear sus deudas”, afirma Jalota. Hay desigualdades enormes en la manera en que la gente tiene acceso al tratamiento. Es injusto”.

Jalota decidió abordar esa desigualdad. Lo que la llevó a los barrios más pobres de Mumbai, siguiendo los pasos de su familia. Su madre trabajó previamente con niños desfavorecidos, su padre se involucró en saneamiento y su hermano fabricó filtros de agua para las comunidades más pobres. Las mujeres que según Jalota, cambiaron su vida compartieron con ella los secretos más oscuros de la ciudad.

Suhani Jalota listens during a call with her Myna Mahila team in Mumbai, India via video conference.
Image: Andri Tambunan for Global Citizen

“Cuando empecé a ir a los barrios más pobres, justo después de haberme curado [del cáncer], comencé a trabajar con mujeres en el terreno”, afirma Jalota. “Me contaron historias con una sonrisa en el rostro sobre el hecho de casarse a la edad de 12 años, ser abusadas por sus esposos mucho más viejos que ellas, borrachos todo el tiempo, pidiéndoles dinero”.   

“Así que las mujeres trabajan en cuatro o cinco empleos, cuidan a los niños, los alimentan porque sus esposos no ganan absolutamente nada”, continúa. “Recorren largas distancias a los baños públicos y sufren entonces acoso durante el trayecto al baño. Han visto morir a sus niños. Han aceptado todo esto como la norma”.

Y añade: “Estas mujeres no pensaron que alguien se preocupara por lo que deseaban. En su lugar, la vida se trataba de hacer lo que pudieran para sobrevivir”.

Las mujeres en los barrios más pobres enfrentan muchas cuestiones interrelacionadas: pobreza, violencia, educación deficiente, falta de acceso a la asistencia médica, y Jalota deseaba ayudar desesperadamente. Pero las palabras de su mentor, el activista comunitario nominado al Premio Nobel de la Paz, el Dr. Jockin Arputham –quien, dice Jalota, la inspiró más que nadie– resuenan en su cabeza una y otra vez.

Myna Mahila

Myna Mahila
The cultural shame attached to menstruation, physical pain, and shortage of period products stop people who menstruate from going to school and working every day around the world.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Myna Mahila

Myna Mahila
Myna Mahila employs local women to manufacture and produce sanitary pads and sell them door to door in Mumbai’s slums.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Myna Mahila

Myna Mahila
Myna Mahila Foundation trains and employs women to make low-cost, eco-friendly sanitary products.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Myna Mahila

Myna Mahila
As many as 210 million people lack access to improved sanitation in India and 88% of people who get periods use unsafe materials like rags and sawdust instead of sanitary pads.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Myna Mahila

Myna Mahila
Through its access to affordable sanitary products and it's employment of local women, Myna Mahila's impact in the community is twofold.
Alisha Vasudev for Global Citizen

“No puedes llegar y resolver sus problemas”, Arputham le dijo. “Eso no va a cambiar nada. Se trata de que ellas mismas resuelvan sus propios problemas. Solo necesitas inyectarles suficiente energía y confianza para que puedan hacerlo”.

“Le enseño que el baño es un símbolo de la libertad. Si llegas a tener el control de dónde defecas, estás empoderada para seguir adelante, salir del hogar, conseguir un trabajo o enviar a tus hijas a la escuela”. Jalota continuó hablando con las mujeres con las que había entablado una amistad en los barrios más pobres, y descubrió que había una amenaza común que aglutinaba todos estos problemas.

“La higiene menstrual y el saneamiento… [eran] algo que preserva o expone la dignidad de una familia”, afirmó. “Necesitábamos tener estas conversaciones difíciles que sacan a la luz las cuestiones de género en el hogar”. 

Myna Mahila

Myna Mahila
Rashida Ansari, Sapna Tupe and Uzma Mohammad Sheikh photographed on the premises of Myna Mahila Foundation, Mumbai where they work at the sanitary pad production facility.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Myna Mahila

Myna Mahila
Rashida Ansari, Sapna Tupe and Uzma Mohammad Sheikh photographed on the premises of Myna Mahila Foundation, Mumbai where they work at the sanitary pad production facility.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Myna Mahila

Myna Mahila
Rashida Ansari, Sapna Tupe and Uzma Mohammad Sheikh photographed on the premises of Myna Mahila Foundation, Mumbai where they work at the sanitary pad production facility.
Alisha Vasudev for Global Citizen

Durante más de 10 años, Jalota ha trabajado de forma práctica en las comunidades urbanas de los barrios más pobres de Mumbai, escuchando las historias de las mujeres sobre el “sufrimiento, falta de respeto y vergüenza”; ha atestiguado personalmente cómo “las mujeres y las niñas están estancadas en una trampa societaria”. Escuchar las historias de las mujeres, la inspiraron a unirse con líderes comunitarios para empezar un movimiento con el fin de “lograr que las mujeres tuvieran más confianza, se juntaran y se volvieran económicamente independientes”. 

Poco a poco, esta labor creció hasta convertirse en la Myna Mahila Foundation, lanzada en 2015, para ayudar a empoderar a las mujeres. El nombre de la fundación es muy atinado, dado que proviene del Myna, un pájaro elocuente del sur de Asia conocido por su voz potente.

During the COVID-19 pandemic, Myna Mahila launched an app that features videos with verified information about both the pandemic and menstrual health, and a tracking service to monitor any irregularities in users periods.
Image: Alisha Vasudev for Global Citizen

Las mujeres le dijeron a Jalota que se sentían orgullosas de poder crear algo para encontrar una solución ellas mismas, como cocinar una comida. Esto les generó confianza y autoestima. De ahí surgió la idea de fabricar toallas sanitarias, algo que las mujeres pueden hacer, que puede celebrarse, que mejora la higiene menstrual, además de potenciar la independencia económica.

Jalota tiene un plan de acción para involucrar a 2 millones de mujeres en India en los próximos cinco años. Sin embargo, como en el resto del mundo, 2020 trajo la pandemia del COVID-19 al país. 

Actualmente, India es la segunda región más afectada del mundo por el virus, después de Estados Unidos, con 8.5 millones de casos y más de 126,000 muertes. De este modo, cuando India entró en cuarentena por primera vez en marzo, la fundación de Jalota inmediatamente dio un giro para ayudar a las personas en los barrios colindantes más pobres de Govandi. La fundación diseñó un plan de ocho puntos y amplió su equipo.

La Myna Mahila Foundation comenzó a fabricar mascarillas o cubrebocas, que entregaba de puerta en puerta con raciones de comida y material educativo. A esto le siguió la ayuda sanitaria y la vigilancia de enfermedades, además de canalizar a las mujeres a una organización benéfica contra la violencia doméstica en Mumbai, ya que los abusos en casa se incrementaron de manera considerable. 

La fundación lanzó una app que incluye videos con información confirmada acerca de la pandemia y la salud menstrual, y un servicio de rastreo para monitorear cualquier irregularidad en sus periodos.

“Era nuestra responsabilidad”, afirma. “Teníamos que ir allá y apoyar a estas personas porque honestamente nadie más iba a llegar y hacerlo”. 

Su historia está enraizada con firmeza en el activismo comunitario; y mientras Jalota se esforzaba por llegar a conocer a las mujeres que deseaba ayudar, una de las mujeres más famosas del mundo había pasado meses tratando de saber más acerca de ella después de un encuentro accidental en la Ciudad de Nueva York.

Jalota estaba de visita en Manhattan en abril de 2016, después de ganar el gran premio en los Glamour College Women of the Year Awards. Fue la primera vez que consideraron a una estudiante internacional y mientras ofrecía un discurso sobre salud menstrual durante un almuerzo especial, Meghan Markle escuchaba en el público. 

Cuando se conocieron brevemente durante una foto, Jalota no había visto Suits, el programa de TV donde Markle aparecía, y solo era consciente de manera secundaria de los rumores acerca de que Markle salía con el Príncipe Harry del Reino Unido. Tres meses más tarde, Markle le envió un correo electrónico. En este afirmaba que había tratado de entablar contacto durante mucho tiempo y que deseaba organizar una visita para ver personalmente el trabajo de Myna en Mumbai. Tuvieron una videoconferencia, Markle tomó notas y en enero de 2017, sucedió el encuentro.

Employees of Myna Mahila walk near their offices in Mumbai's Govandi slums. While community distribution is temporarily suspended due to COVID-19, Myna has produced over 1 million eco-friendly sanitary pads, and delivered them to them to 550,000 women.
Image: Alisha Vasudev for Global Citizen

El año siguiente, Jalota viajó a Reino Unido después de que Markle la invitara a la boda real y trajo consigo dos mujeres que trabajan en Myna. Todos las saludaron de mano, y las felicitaron por su trabajo. “Fue impresionante verlo”, afirma Jalota.

Y en lugar de pedir regalos de novia, Markle pidió a los invitados donar a una de las siete diferentes organizaciones benéficas en su nombre, de las cuales Myna era una.

Tanto Jalota como Priya Prakash — la activista india de 29 años de edad, dedicada a la asistencia médica y quien obtuvo el Cisco Youth Leadership Award en 2019 — estuvieron en la lista de los 30 menores de 30 de Forbes de 2018 de empresarios sociales en Asia. De hecho, fue a través de Prakash que Jalota escuchó por primera vez acerca del premio.

“El premio es una plataforma donde las voces de nuestras niñas pueden realmente ser reconocidas”, afirma Jalota. “El financiamiento es realmente enorme en cuanto a poder soñar en grande, en cuanto a poder alcanzar nuestra visión. Significa mucho para nosotras”. Para su fundación, el premio representa la vía para proveer higiene menstrual desde Mumbai al resto de India, y de ahí a todo el mundo. 

Un día, Jalota sueña que Myna tendrá sedes en todo India, instituciones físicas que puedan ofrecer vivienda para las mujeres que trabajen allí, educación, capacitación en liderazgo y mucho más. 

Pero por ahora, mientras el mundo da pasos tentativos en pos de la erradicación de la pandemia, Jalota mira hacia un futuro lleno de la misma compasión y energía que ha inyectado a su trabajo desde que tenía 14 años.

Traducción: Adam Critchley