Cómo esta finalista del Cisco Youth Leadership Award está luchando para acabar con la crisis de agua en África

Autor: Khanyi Mlaba

Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

¿Por qué es importante para los Global Citizens?
 El Global Citizen Prize: Cisco Youth Leadership Award se estableció en 2018 para honrar y apoyar a jóvenes activistas extraordinarios que se han dedicado a trabajar con el propósito de lograr los Objetivos Globales de Naciones Unidas. El trabajo de Christelle Kwizera busca ponerle fin a la escasez de agua en África y contribuye al Objetivo 6, garantizar la disponibilidad y el manejo sustentable del agua y del saneamiento para todos; y con el Objetivo 11, construir comunidades sustentables. Únete y toma acción sobre este asunto aquí. Puedes decidir cuál de los tres increíbles finalistas del Cisco Youth Leadership Award será el ganador, emitiendo tu voto aquí


La misión de Christelle Kwizera es erradicar la escasez de agua en África y, con solo 26 años de edad, ya ha mejorado miles de vidas. 

En 2014, Kwizera fundó Water Access Rwanda, una empresa social que tiene como objetivo eliminar la escasez de agua y proveer agua potable y de fácil acceso a las comunidades. Actualmente su empresa suministra diariamente agua con éxito a más de 70,000 personas. Sin embargo, Kwizera afirma que se trata solo del inicio. 

“Nuestra ambición es mucho más grande, como me gusta decirlo, la crisis implica mucho más de lo que estamos haciendo”, le dijo a Global Citizen. “Hay 400 millones de africanos subsaharianos que no tienen acceso al agua, así que necesitamos hacer mucho más para satisfacer la demanda en África actualmente”. 

Kwizera es una de las tres finalistas para el Global Citizen Prize: Cisco Youth Leadership Award 2020. Cisco y Global Citizen establecieron el premio para celebrar y apoyar a los jóvenes que están haciendo un impacto positivo en el mundo. A su vez desean identificar a los líderes jóvenes que están usando sus capacidades y recursos para trabajar para lograr los Objetivos Globales y la erradicación de la pobreza extrema. 

Recientemente lanzamos una votación pública para ayudar a decidir al ganador del Cisco Youth Leadership Award, quien recibirá $250,000 USD en financiamiento para apoyar a su organización. Puedes conocer más detalles acerca de los tres finalistas y emitir tu voto por quien creas que debe ganar, aquí

El concepto detrás de la empresa de Kwizera surgió de un proyecto financiado a través de un donador, mientras estaba en la universidad. 

En aquel entonces su interés era crear empleos para la juventud y empoderar a los jóvenes con el propósito de que se conviertan en empresarios, lo que promovió con éxito durante su carrera universitaria. 

Christelle Kwizera and other team members at the Water Access Rwanda offices in Kigali, Rwanda. In 2014, Kwizera founded Water Access Rwanda, a social enterprise that aims to eliminate water scarcity and provide communities with safe and accessible water.
Image: Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

Sin embargo, cuando el expresidente emérito de su universidad le otorgó el presupuesto y la oportunidad para llevar a cabo su propio proyecto, se dio cuenta que el empleo para los jóvenes no era la única crisis que necesitaba de sus capacidades y atención. 

Después de leer sobre las distancias que algunas comunidades recorren para tener acceso al agua, supo que algo debía hacerse y ella misma se responsabilizó de tomar medidas.  

“Estaba llevando a cabo algunas innovaciones para alentar a los jóvenes a convertirse en empresarios y planeé hacer algo en torno a eso. Posteriormente, me enteré que varias comunidades estaban siendo asesinadas por cocodrilos ya que la única fuente de agua que tenían eran estos lagos infestados de cocodrilos”, afirma Kwizera. 

El proyecto de la universidad que lanzó como respuesta se enfocaba en la perforación de pozos y la instalación de bombas de agua para que la gente tuviera un acceso fácil y seguro al agua, lo cual era sin duda un nuevo concepto. Sin embargo, conforme ella y su equipo realizaban el proyecto durante el verano, comenzó a darse cuenta que el proceso no era factible. 

Residents of Nyarubande, a small rural village in Mageragere Sector, Nyarugenge District, Rwanda. Water Access Rwanda started work in the area in 2017 after a woman from a neighboring community was eaten by a crocodile as she went to fetch water.
Image: Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

“Al final del primer año después de realizar el proyecto, la mayoría de los pozos tenían problemas, así que estaba realmente convencida de que necesitábamos encontrar una manera más sustentable para hacer las cosas”, explica. “Registré una empresa, regresé a la universidad para terminar mi carrera, y contraté a los jóvenes con los que habíamos trabajado durante el verano para echar a andar la empresa y comenzar a perforar”.

Actualmente uno de los enfoques esenciales de su empresa es rehabilitar pozos e instalar un sistema de última tecnología llamado INUMA mini red, que suministra agua purificada y entubada que la gente puede acceder tanto en un punto de agua público o directamente en sus hogares. 

Estos puntos de acceso de mini red toman entre seis y 18 días para instalarse. Water Access Rwanda usa un sistema de cuatro pasos para garantizar que cada punto cumple con un estándar satisfactorio. 

Primero identifican e inspeccionan el lugar; después un equipo de técnicos experimentados perfora un pozo. A partir de ahí pueden construir el quiosco, una instalación pública donde las comunidades pueden tener acceso al agua. Cada quiosco usa una conexión alimentada por energía solar, que es una fuente de energía sustentable, para el sistema de filtración de agua. El paso final es una ceremonia de puesta en servicio para inaugurar el acceso sustentable y seguro de la comunidad al agua. 

Kwizera garantizó que el agua que su empresa suministra sea accesible para todos y solo cobra un dólar al mes por tener acceso a ella. Incluso ha hecho que los pagos sean fáciles de rastrear. Water Access Rwanda ha hecho que el proceso de pagos sea simple al trabajar con medidores inteligentes prepagados que dirigen a plataformas de pago en celulares. A su vez han capacitado a los jóvenes para usar esta tecnología para vender el agua en los puntos de acceso públicos. 

Kwizera tiene una mente indiscutiblemente empresarial que, en conjunto con un equipo de trabajo formidable, ha impulsado a Water Access Rwanda a donde está actualmente. Aunque dirige una organización no gubernamental, prefiere ver a sus beneficiarios como clientes, empoderándolos y ofreciéndoles la oportunidad de expresar cómo son atendidas sus necesidades. 

(L) INUMA kiosk in Rwintare, Nyamirambo Sector. The INUMA mini-grid supplies piped, purified water that people can access either at a public water point or directly in their homes. (R) Felix Twizeyumukiza is a kiosk attendant for Water Access Rwanda.
Image: Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

“Lo que desearía que la gente supiera es que las personas pobres tienen menos, pero esto no quiere decir que no tengan nada”, agregó.  

“Cuando ven a las personas pobres, creo que muchos líderes tienden a pensar que son personas sin ambiciones que, si se les diera el dinero, no usarían los servicios que el gobierno les subvenciona”, dijo. “Pero cada persona en la pobreza, sueña con una mejor vida, desean una mejor casa, desean ganarse la vida, quieren un mejor techo, quieren tener acceso a agua potable, quieren tener electricidad en sus hogares. Así que si consiguen el dinero, van a invertir en estos proyectos por sí mismos”.

Con el propósito de mitigar la crisis del agua, Kwizera cree que los líderes del mundo necesitan considerar cómo perciben a las personas pobres. En lugar de verlas como personas que no tienen absolutamente nada y que necesitan dádivas, exhorta a los líderes a reconocer el potencial para todo un nuevo mercado. 

“Espero que los líderes del mundo en realidad entiendan y vean la base de la pirámide como un mercado”, afirma. “Es un mercado que espera ser abierto y de verdad hay inversiones que hacer”.

A team member is photographed at the Water Access Rwanda offices in Kigali, Rwanda.
Image: Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

La demanda por los servicios de Water Access Rwanda se incrementó de manera importante este año, conforme creció la necesidad de protección contra el COVID-19 a través del lavado de manos y el distanciamiento social. Kwizera explicó que aunque hay nuevos retos, está agradecida de vivir en esta época por las lecciones que ha aprendido durante la pandemia. 

Durante el confinamiento nacional de Ruanda, en cuanto a la dirección de su empresa, sus prioridades principales fueron conducirse con compasión y garantizar la seguridad pública. 

Debido a las restricciones del confinamiento, muchos de sus clientes no pudieron trabajar y esto afectó sus pagos de agua. 

“Comenzamos a regalar agua básica para que la gente no perdiera el acceso o regresara a los viejos métodos de buscar el agua”, explica. 

Pictured here is a broken hand pump, which Water Access Rwanda works to remove and replace with INUMA kiosks. Not only do the hand pumps break, but the water is not always safe and hard to pump. Each INUMA kiosk provides supplies piped, purified water.
Image: Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

Ya que una de sus pasiones en la vida es crear y garantizar oportunidades de empleo para la gente, puso toda su energía en mantener a cada persona empleada de su compañía durante el confinamiento. 

“Observé las empresas a mi alrededor”, afirma. “Estaban suspendiendo a sus empleados para mantener dinero en efectivo en la compañía. Elegí algo muy diferente, elegí enfocar todo nuestro dinero en los empleados”.  

Regine Nyiransabimana, left, and Christelle Kwizera enjoy a glass of water. Kwizera made sure that the water her company supplies is affordable for everyone and charges just but it is $1 for 1,000L access to water.
Image: Jacques Nkinzingabo for Global Citizen

Lo cual valió la pena y Kwizera está contenta de informar que su plan fue un éxito, lo que significa que pudo mantener seguros los trabajos de sus empleados, mientras siguió suministrando agua a aquellos que la necesitan. 

Aunque sabe de los avances que ha hecho en la lucha contra la crisis del agua, enfatiza que no puede vencer la crisis sola y alienta a los jóvenes a invertir en proyectos que ayudarán a mejorar la vida de las comunidades. Su consejo más reiterado es empezar a trabajar con la visión de un mundo mejor, a pesar de los miedos que la gente tenga. 

“Si tienes miedo de fracasar y no actúas, al final te estás condenando tú mismo al fracaso”, afirma. “Pero si el miedo al fracaso te empuja a actuar y a evitarlo, entonces qué bien. Así que supongo que solo vives con ese miedo. Yo dejo que me motive en lugar de que me prevenga de actuar”.