5 barreras al voto que aún persisten en Estados Unidos y cómo puedes ayudar

Autor: Joe McCarthy

Timothy D. Easley/AP
Por qué es importante para los Global Citizens
Votar es un derecho fundamental de las personas que viven en democracias. El número 16 de los Objetivos Globales de Naciones Unidas hace un llamado para que los países protejan este derecho y aseguren elecciones justas. Puedes unirte a nosotros y tomar medidas en temas relacionados aquí

En Estonia, los ciudadanos pueden votar en línea. Aproximadamente el 44% del electorado eligió esta vía en las últimas elecciones. Para aquellos que desearon votar en persona, la fila era más corta.


Estonia ha invertido en estrategias que facilitan la votación para los ciudadanos, eliminando restricciones y proporcionando información transparente.  


En los últimos años, Estados Unidos ha hecho muchas veces lo contrario. Si bien el esfuerzo por ampliar los derechos al voto ha enfrentado resistencia y ataques en la historia estadounidense, la decisión Shelby County v. Holder de la Suprema Corte de 2013 permitió intensificar a los legisladores estatales las tácticas de supresión del voto al eliminar una cláusula clave  de la Ley de los Derechos al Voto de 1965. 

A Board of Elections worker wears a protective mask while checking ballots, July 22, 2020, in New York.
A Board of Elections worker wears a protective mask while checking ballots, July 22, 2020, in New York.
Image: John Minchillo/AP

Desde entonces, ha ocurrido una “oleada” de supresión del voto. Ésta es una de las razones por las cuales más del 42% de los votantes no pudo ejercer su voto en las elecciones presidenciales de 2016. 

Rumbo a las elecciones de 2020, especialistas electorales y grupos de observadores muestran inquietud ante la posibilidad de que la voluntad de la gente sea socavada a través de la supresión del voto, especialmente, si una proporción importante de ciudadanos planea votar a través del correo debido a la pandemia de COVID-19. 

“En la historia del país, el reto de la supresión del voto radica en su evolución y las nuevas formas que toma constantemente”, le dijo a Global Citizen, Victoria Wenger, una fiscal del fondo para la defensa legal y educación de la Asociación Nacional para el Desarrollo de las Personas de Color (NAACP Legal Defense and Education Fund), que dirige la campaña Prepared to Vote.

“Estamos ahora en medio de una pandemia global y algunas de las lecciones que aprendimos para enfrentar la supresión del voto no son pertinentes de manera directa”, afirmó. “Tenemos que ser conscientes de qué forma abordar nuevos mecanismos complejos de supresión”.

En las últimas semanas se han hecho esfuerzos para reorganizar y obstaculizar fondos para la Oficina de Correos de Estados Unidos (USPS), dañando la capacidad de la institución para enviar, recibir y clasificar el correo. La USPS envió cartas a 46 estados y a Washington, DC, alertando que los votantes podrían ser privados de su derecho al voto como resultado. 

“Dependemos de la oficina de correos para mantener nuestra democracia y nuestra salud”, afirmó Wenger. “Es más seguro para la gente votar desde casa en lugar de congregarse en público”.

Las tácticas de supresión del voto que están surgiendo, exacerban las antiguas restricciones y formas de exclusión que de manera desproporcionada impactan a las minorías —en especial a las comunidades afrodescendientes— y a aquellos que viven en la pobreza.

A continuación presentamos cinco restricciones contra el voto en Estados Unidos que han empeorado durante la pandemia actual y cómo puedes ayudar.  

1. Leyes de Identificación para el votante

In this Feb. 26, 2014, file photo, an election official checks a voter's photo identification at an early voting polling site in Austin, Texas.
In this Feb. 26, 2014, file photo, an election official checks a voter's photo identification at an early voting polling site in Austin, Texas.
Image: Eric Gay/AP

Treinta y seis estados en Estados Unidos tienen leyes de identificación para el votante que exigen a los ciudadanos presentar una identificación de algún tipo en los centros de votación, antes de ejercer el voto. Estas leyes están evidentemente promulgadas con el propósito de evitar que la gente asuma la identidad de otra persona al votar. Sin embargo, existe poca evidencia de que el fraude de identidad de votante de este tipo o de cualquier otro ocurra de manera importante en Estados Unidos. 

Como resultado, el impacto real de las leyes de identificación para el votante termina siendo una privación mayor del derecho al voto de los ciudadanos históricamente desfavorecidos —incluyendo votantes de bajos ingresos, gente de color, jóvenes y personas con discapacidades—, quienes podrían tener problemas para obtener la identificación adecuada al no poder sufragarla o por no poder viajar hasta una oficina a buscar sus credenciales de identificación o al sentirse intimidados o confundidos por las nuevas leyes. 

La magnitud de la privación del derecho al voto no es insignificante. Más de 21 millones de personas en el país no cuentan con las credenciales de identificación necesarias para votar. 

Las leyes de identificación con frecuencia funcionan como los impuestos electorales de la actualidad —el conjunto de restricciones financieras de Jim Crow diseñado para privar del derecho al voto a los afrodescendientes— porque ponen un precio al derecho de ejercer el voto, el cual excluye a ciertas demografías.

En Texas, por ejemplo, los ciudadanos tienen permiso de usar sus licencias de armas para votar, pero aquellos con credenciales de estudiantes deben adquirir otra forma de identificación antes de poder ejercerlo. 

“Más del 80% de las licencias para portar armas emitidas a texanos en 2018 fueron para ciudadanos blancos”, según el centro apartidista de leyes y política Brennan Center for Justice, “aún cuando más de la mitad de los estudiantes en el sistema de la Universidad de Texas pertenece a minorías étnicas o raciales”.

En Georgia, una ley de 2017 que requería que el nombre del ciudadano fuese escrito de la misma manera en todos los documentos de registro –de otro modo los ciudadanos serían purgados de las listas de votantes – evitó que más de 51,000 ciudadanos, 80% de los cuales pertenecían a minorías, votaran en las elecciones de 2018. 

Los estados con las leyes más estrictas por lo general tienden a ser aquellos que previamente solicitaron preautorización del gobierno federal conforme a la Ley de los Derechos al Voto de 1965, antes de promulgar nuevas leyes. La decisión Shelby County v. Holder suspendió la medida de preautorización, la cual tenía la intención de evitar políticas de discriminación en los estados donde rigen las leyes Jim Crow.

“Las leyes de identificación para el votante se basan en un sin número de hechos insustanciales”, afirma Wenger. “Son una solución que causa un problema, porque el fraude al votante simplemente no se encuentra ahí”.

Cómo puedes ayudar

En las semanas y meses próximos, puedes ayudar a garantizar que miembros de tu comunidad cuenten con la credencial correcta para votar al revisar aquí los requerimientos para ejercer el voto estado por estado. También puedes participar como voluntario en grupos por el derecho al voto tales como HeadCount, la NAACP Legal Defense and Education Fund y When We All Vote, para proveer transporte a la gente que necesita obtener la identificación correcta, explicar los detalles de los requerimientos para ejercer el voto a aquellos que tengan dudas e instar a los políticos a que faciliten la votación. 

2. Los retos para el registro de votantes

A holds a clipboard asking people passing by to register to vote as demonstrators protest the death of George Floyd, on June 4, 2020 in Washington, DC.
A holds a clipboard asking people passing by to register to vote as demonstrators protest the death of George Floyd, on June 4, 2020 in Washington, DC.
Image: Evan Vucci/AP

En 2008, a casi 3 millones de ciudadanos estadounidenses se les negó el derecho al voto en las elecciones presidenciales después de presentarse en los centros de votación por no haberse registrado para votar.

Las normas voluntarias y variables para el registro de votantes privan del derecho al voto a grandes sectores de la población. Desde 2016, más de 50 millones de ciudadanos estadounidenses no pueden ejercer el voto por no haberse registrado.

En muchos estados, los votantes tienen que registrarse varias semanas antes de que se lleve a cabo una elección, incluso cuando ni siquiera podrían estar conscientes de ello o interesados por la elección próxima. Más de una docena de estados no permiten el registro en línea, lo que obliga a la gente a viajar a una locación gubernamental aún si no tienen acceso a medios de transporte. Algunos estados exigen que los votantes cuenten con un número de licencia antes de registrarse, creando otra restricción. En todos los estados, los votantes potenciales podrían no contar con la información correcta que se necesita para registrarse, y decenas de millones de ciudadanos no cuentan con acceso a internet en casa, lo que dificulta la búsqueda. 

La pandemia del COVID-19 ha empeorado estas restricciones, según Wenger.

“Es difícil hablar de este año de elecciones sin conocer los retos nuevos que el COVID presenta para grupos que involucran y motivan a los votantes a través de campañas de registro”, afirmó. 

“Los mecanismos para incrementar el registro de votantes son limitados por el hecho de tener que mantener la distancia social”, añadió. “La gente no puede involucrarse o tocar puertas, registrar personas una por una”.

Los estados pueden eliminar las restricciones al permitir el registro de votantes el mismo día o registrar automáticamente a las personas para ejercer el voto cuando cumplan 18 años, obtengan una licencia de conducir o llenen otros documentos estatales. Desde que dieciocho estados tomaron esta ruta, los porcentajes de registro y participación de votantes aumentaron considerablemente. 

Los estados también pueden crear formas de registro en línea más intuitivas y fáciles de navegar. 

Cómo puedes ayudar

Mientras tanto, puedes ayudar a tus amigos, familiares y a tu comunidad a registrarse para ejercer el voto, asegurándote que cuentan con la información correcta

3. Purgas de las listas de votantes

A voter marks a ballot for the New Hampshire primary inside a voting booth at a polling place, Feb. 9, 2016, in Manchester, N.H.
A voter marks a ballot for the New Hampshire primary inside a voting booth at a polling place, Feb. 9, 2016, in Manchester, N.H.
Image: David Goldman/AP


Los funcionarios electorales revisan con regularidad las listas de votantes y eliminan nombres de personas que consideran fallecidas, que se han mudado o que no pueden ejercer el voto por otras razones, como tener una condena por delito.

Esto se conoce como “purga de votantes".

Si bien las purgas de votantes pueden parecer una actividad administrativa rudimentaria, con frecuencia conducen a que votantes aptos sean privados de sus derechos al voto

En Nueva York, por ejemplo, funcionarios electorales ilegalmente eliminaron a 200,000 votantes aptos antes de las elecciones primarias presidenciales de 2016. En Virginia, una purga de votantes en 2013 tuvo un porcentaje de error de 17%. Antes de la elección a nivel estatal de 2018 en Georgia, los funcionarios eliminaron 107,000 votantes aptos de los registros de votación en 2017 simplemente porque no se presentaron a elecciones previas. Los votantes de comunidades afrodescendientes se vieron afectados de manera desproporcionada.

El aumento previsto en las votaciones por correo debido al COVID-19 podría cruzarse con las purgas de las listas de votantes de una manera desastrosa, según el Brennan Center. Las purgas de votantes han incrementado en los últimos años. Sin embargo, en ciclos de elecciones anteriores los votantes con frecuencia por lo menos impugnaban las purgas ilegales al tiempo que votaban en persona. La gente que intente votar por correo quizá no tenga la oportunidad de verificar el estado de su registro a tiempo, lo que podría impedir su participación.

Otro factor único del COVID-19 es la crisis de desalojo eminente en el país. Conforme la gente sea desalojada de sus hogares, podría tener problemas para votar en las próximas elecciones, según Wenger.

“No podemos ignorar la crisis de vivienda que estamos enfrentando y cómo los inquilinos quedarán desprotegidos por no contar con una dirección”, afirmó. “El desalojo masivo podría impactar al electorado. La gente está compaginando muchas cosas ahora. Si estás pensando en dónde vas a vivir o de dónde van a educarse tus hijos, pensar acerca del hecho de que tienes que registrarte es demasiado”.


Cómo puedes ayudar  

Puedes verificar si estás registrado para votar aquí y alentar a los miembros de tu comunidad a hacer lo mismo.

4. Centros de votación desorganizados

People wait in a line to vote in the Georgia's primary election at Park Tavern on June 9, 2020, in Atlanta.
People wait in a line to vote in the Georgia's primary election at Park Tavern on June 9, 2020, in Atlanta.
Image: Brynn Anderson/AP


La pandemia del coronavirus ha reconformado los contornos de las votaciones en Estados Unidos: hasta el 75% de estadounidenses pueden votar por correo, más del triple del porcentaje en 2016, debido a las medidas de salud pública de precaución. 

Millones de personas optarán aún por votar en persona por preferencia personal y por tranquilidad propia.  

En muchos estados, estos votantes podrían tener que enfrentar largas colas, centros de votación cerrados y sitios que carezcan de los recursos y del personal necesario.

En elecciones locales recientes en estados como WisconsinGeorgia y Kentucky los votantes esperaron formando fila durante horas debido al cierre de los centros de votaciones en barrios de bajos ingresos y predominantemente de comunidades afrodescendientes. 

Los centros de votación también podrían tener que vérselas con la falta de personal. Muchos estados esperan el apoyo federal para asegurarse de que los trabajadores en los centros cuenten con equipo de protección personal (PPE) y suministros sanitarios para prevenir contagios de COVID-19. Sin estas garantías, los trabajadores de los centro de votación, muchos de los cuales tienen más de 65 años, podrían dejar de participar en estas elecciones por razones de seguridad, lo que conduciría a una escasez amplia de personal en los centros de votación

Wenger afirma que se les está acabando el tiempo a los pueblos y a las ciudades para asegurar unas elecciones seguras en 2020 mientras esperan los fondos del gobierno federal.

“Cada día que transcurre hacia las elecciones del 3 de noviembre es tiempo perdido”, afirmó. “Y necesitamos que se den ciertas cosas ahora mismo, como determinar el diseño de la boleta electoral, capacitar y contratar a trabajadores para los centros, pedir el PPE —todas las medidas de protección que necesitamos que se den a nivel local, donde las elecciones verdaderamente se gestionan”.

Cómo puedes ayudar

Puedes ayudar involucrándote como voluntario en un centro de votación en tu comunidad, transportando personas de manera voluntaria a los centros de votación e instando a los funcionarios del gobierno a asegurar que los centros de votación cuenten con los recursos adecuados.

5. Ataque al voto por correo 

Vote-by-mail ballots are shown in U.S. Postal service sorting trays, Wednesday, Aug. 5, 2020, at the King County Elections headquarters in Renton, Wash., south of Seattle.
Vote-by-mail ballots are shown in U.S. Postal service sorting trays, Wednesday, Aug. 5, 2020, at the King County Elections headquarters in Renton, Wash., south of Seattle.
Image: Ted S. Warren/AP

Votar por correo debe ser sencillo: los ciudadanos reciben sus boletas en el correo, las llenan y las envían o las depositan en algún buzón. Posteriormente los funcionarios electorales las cuentan. Sin embargo, se han llevado a cabo esfuerzos recientes para socavar la capacidad del Servicio Postal de Estados Unidos para llevar a cabo su misión de entregar, recibir y clasificar el correo. 

Las máquinas para clasificar el correo se han quitado de las oficinaslos buzones para depositar el correo se han quitado de las esquinas de las calles y restringido los fondos del USPS.

Para empeorar las cosas, una campaña de desinformación masiva se esta desplegando en las redes sociales.

La publicación sin fines de lucro ProPublica encontró que la mitad de todo el material relevante que tiene que ver con la votación a través del correo en los sitios de medios sociales era falso o engañoso. Para cuando las elecciones lleguen, la fuerza de dichas afirmaciones podría provocar una desconfianza generalizada en los resultados.  

“Estamos luchando contra la falta de información acerca de la fiabilidad de las boletas electorales enviadas por correo, o la falta de información sobre el fraude o la seguridad cuando se trata de votar por correo”, afirmó Wenger. “Y la verdad del asunto es que la mayoría de los stados durante años han contado con alguna forma de votación a través del correo y la evidencia muestra que funciona”. 

Votar de manera fraudulenta por correo es bastante raro. De hecho, un análisis de más de 15.5 millones de boletas electorales enviadas por correo en Oregon desde 1998 encontró solo 14 casos de fraude

También es casi imposible para actores externos alterar las boletas enviadas por correo. Cada elección se diseñan boletas nuevas con docenas de características únicas para dificultar la impresión de boletas falsas, además de que existen otras medidas que garantizan la seguridad, según Reuters.  


Wenger afirmó que la falta de información en curso podría tener un impacto en la participación de los votantes. 

“Sembrar el miedo y la creación de un ambiente de intimidación hacen que las personas sientan que se estarían poniendo en riesgo al ejercer su derecho al voto”, añadió. “Se trata de una forma clásica de opresión”.

Cómo puedes ayudar

Puedes proteger la integridad de la votación por correo al instar a los legisladores a apoyar el USPS, al investigar cómo votar por correo y entregar tu boleta electoral muchos antes del día de elecciones. 

Traducción: Adam Critchley