La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto directo sobre las comunidades más vulnerables alrededor del mundo, especialmente en Latinoamérica, donde la pobreza y desigualdad están creciendo aceleradamente. En México, Bancos de Alimentos de México (BAMX) trabaja redoblando sus esfuerzos para ayudar a aquellos que son víctimas de esta crisis.
Esta organización con más de 25 años de experiencia está trabajando más que nunca para brindar alimentos a las comunidades en todo el país. Están ayudando a apróximadamente 2 millones de personas con alimentos y productos esenciales.
Con presencia en más de 27 estados mexicanos trabajan directamente con asociaciones, individuos y comunidades brindando asistencia alimentaria a quienes lo necesiten.
El sistema de Bancos de Alimentos de México funciona así: ellos rescatan el alimento que se encuentra en buen estado y no se consume, de restaurants, hoteles, supermercados y agricultores, y lo donan directamente a las familias que realmente lo necesitan. Solo el año pasado rescataron 120 mil toneladas de alimento.
También son los cofundadores de The Global Food Banking Network, junto a Feeding America, el Banco de Alimentos de Canadá y la Red Argentina de Bancos de Alimentos.
Global Citizen está orgulloso de tenerlos como socios y habló con Almendra Ortíz Tirado, Directora de Alianzas Estratégicas e Innovación de BAMX, para conocer más acerca de cómo los ha impactado la crisis y qué pueden hacer los Global Citizens para ayudar.
Global Citizen: ¿Cómo está afectado la pandemia a Bancos de Alimentos de México?
Almendra Ortíz Tirado: Cuando se declaró la emergencia nacional creamos inmediatamente un protocodolo para tener un plan claro acerca de cómo continuar trabajando. Cubrimos mayoritariamente 3 áreas: compramos equipos de protección personal para nuestros trabajadores y comenzamos un proceso de desinfección constante de nuestras bodegas, contratando fumigadores y especialistas. Luego decidimos comprar ciertos productos esenciales para nuestras comunidades y que casi nadie dona que son granos, como frijoles y arroz, importantes para incluir en nuestras donaciones y entregar un producto nutricionalmente completo. Y finalmente pero no menos importante, decidimos invertir dinero en nuestros fletes, el sistema de vehiculos que transporta nuestros alimentos.
Pero realmente sufrimos con esta pandemia. Nuestra bodega de Cancún sufrió un robo, por ejemplo, y la violencia se incrementó exponencialmente allí porque lamentablemente muchas comunidades vulnerables necesitan alimentos. Mucha gente que habitualmente es parte de la economía informal se está viendo seriamente afectada por esta crisis. También afectó a nuestros voluntarios, porque muchos son población de riesgo, sufren de diabetes o hipertensión y ya no pueden ir a trabajar.
¿Y cómo cambió la forma en la que brindan apoyo a las comunidades?
Trabajamos con 4800 organizaciones alrededor del país y también directamente con individuos. Tenemos 420 vehículos, algunos de ellos se dedican a rescatar frutas y verduras que recibimos como donaciones directamente de los agricultores. También tenemos comités, vamos visitamos a las familias, cómo viven y en función de los datos que nos arrojan los estudios socioeconómicos y si tenemos suficiente alimento en la bodega comenzamos el proceso de entrega. Ahora con la crisis de COVID-19 hemos creado un nuevo sistema usando, por ejemplo, WhatsApp para hacer el proceso de entrevistas y recibir documentación para determinar si las familias son elegibles. Y en caso de necesitar ir en persona vamos con el equipo de protección personal.
¿Están recibiendo más donaciones ahora?
Solo hemos crecido un 10% en el rescate de alimentos. Pero ahora estamos ayudando a mucha más gente que antes. Para finales de mayo, habíamos ayudado a 1.8 millones de personas. Y ahora a 2 millones de personas, lo que es mucho para nosotros ya que habitualmente no cuantificamos el número de personas a las que ayudamos. Es histórico para nuestra organización. Esos son los números sin contar las listas de espera. Algunos de nuestros bancos excedieron su trabajo en un 200%
¿Cómo pueden ayudar los Global Citizens?
Nuestra primera necesidad es económica, ya que necesitamos recursos y donaciones. Pero la difusión es también muy importante. Necesitamos que la gente conozca nuestra causa, que hay otras personas que necesitan un alimento en sus mesas y que todos podemos ayudar.
Imagino que habrá muchas historias conmovedoras que contar ahora que están viviendo esta pandemia...
¡Sí! Hay muchas historias. Todos somos vulnerables. Hemos recibido solicitudes de personas que necesitan comida, no tienen dinero para pagar la renta y tienen una familia que alimentar. Nuestros bancos continúan abiertos, trabajando duro sabiendo que están en riesgo de contagio. Probablemente la historia que más me inspira es la de los conductores de nuestros fletes. Ellos decidieron en el peor momento, cuando estábamos viviendo el pico de la pandemia, que querían continuar manejando nuestros fletes, transportando comida y ayudando a la gente. “Nos sentimos privilegiados de tener un trabajo y si ese trabajo implica ayudar a otros, queremos seguir haciendolo”, dijeron. ¡Son superhéroes!
Esta entrevista ha sido editada y resumida para mayor claridad.