Tres escuelas de la provincia argentina de Entre Ríos denuncian ser víctimas constantes de fumigaciones con agrotóxicos, según publicó el Diario El Litoral. Ocurre que estos establecimientos educativos, están ubicados muy cerca de una plantación de arroz y de nuez pecán y durante el horario de clases se realizan fumigaciones que exponen a los niños a las fatales consecuencias de los químicos utilizados.

Los establecimientos afectados son la escuela primaria NINA (o doble jornada) N° 54 Carlos Sourigues de San José y las escuelas primaria NINA N° 32 Pronunciamiento y Secundaria N° 6 Esmeralda Bertelli de El Brillante, Entre Ríos. En total suman 760 alumnos según publicó Télam . Todos fueron expuestos a los agroquímicos a mediados de marzo y al menos 27 personas, entre niños y adultos, resultaron hospitalizados y tuvieron que ser evacuados luego de que, en horario de clases, se haya fumigado con agrotóxicos. El gobierno de la provincia anunció que presentará acciones legales contra los responsables.

Pero las consecuencias son inevitables: los niños han normalizado salir de sus casas con máscaras antigas y han aprendido casi de memoria cómo actuar en el aula cuando suena la alarma del pueblo para alertar que están fumigando: la maestra cierra puertas y ventanas y ellos corren a esconderse debajo de los pupitres.

Dolor de cabeza y estómago, vómitos, ojos irritados, erupciones en la piel, dificultades para respirar son algunos de los síntomas inmediatos.

“El olor es muy fuerte e intenso ya que estamos a 200 metros y estamos respirando veneno”, explicó a Resúmen Latinoamericano Silvia Doret, directora de la escuela primaria 54º Carlos Souriges. “En la última fumigación realizada los niños empezaron a descomponerse y no nos quedó otra decisión que evacuar la escuela. A pesar de que cerramos las aulas los chicos comenzaron a manifestar dolor de cabeza, sequedad de garganta y dificultades para respirar” relató.



Estos chicos se encuentran generalmente expuestos al veneno durante la época de siembra de arroz, entre noviembre y marzo, y son fumigados una o dos veces por semana.

Las denuncias ocurren desde el 2014 y, a pesar de que un tribunal condenó a la empresa fumigadora, en los últimos años en el barrio Perucho Verne, donde se encuentra uno de los colegios afectados, aumentaron los casos de cáncer, pérdidas de embarazos y los nacimientos de niños y niñas con malformaciones. Suelen aparecer animales muertos y prácticamente desaparecieron los peces del arroyo Perucho Verne, que da nombre al barrio.

Las madres se acostumbraron a que sus hijos vuelvan de la escuela con dolor de cabeza, estómago y vómitos, según un informe publicado por Cosecha Roja.

Incluso a algunas maestras afectadas se les encontraron rastros de insecticidas en sangre. “Como directora ya no puedo hacer más, esta situación angustia y llena de desánimo porque no sabemos a dónde recurrir y pensé que se iban a respetar los términos acordados, pero lamentablemente fumigan en cualquier horario y no se tiene en cuenta la seguridad de los chicos”, manifestó Doret.

Los vecinos del barrio Perucho Verne se unieron en la lucha y conformaron la “Asamblea No a los Agrotóxicos San José y Colón”. Juntos lograron que los reciba la intendenta, quien los ayudó a través de una denuncia penal. Sin embargo las fumigaciones continúan, según publicó Infocampo.






Pero estas 3 escuelas no son las únicas afectadas. En la Argentina las fumigaciones con agrotóxicos en el interior del país son habituales y los reportes de casos de cáncer, malformaciones genéticas, alergias y problemas respiratorios son ya un problema conocido.

El cineasta y senador argentino Pino Solanas estrenó recientemente “Un viaje a los pueblos fumigados”, documental para el que recorrió 7 provincias argentinas con una fuerte actividad agrícola. En él Solanas visibiliza, a través de testimonios, las consecuencias que este modelo tiene sobre la salud de la gente. Durante su estreno en la Berlinale en Alemania, el cineasta advirtió que “en la Argentina se producen alimentos con veneno. Todo cultivo agrícola utiliza agrotóxicos venenosos y muy peligrosos, porque enferman con capacidad de matar a los consumidores. Son tan tóxicos que la mayor parte de estos agroquímicos producen malformaciones hereditarias”, dijo.




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