A lo largo de la selva amazónica, el legado de las mujeres indígenas como poderosas defensoras del medio ambiente ha impulsado un movimiento inspirador contra la explotación y las amenazas climáticas.

Durante décadas, mujeres de distintas comunidades indígenas del Amazonas han mantenido la lucha frente a las injusticias que enfrentan sus tierras. A principios de los años 2000, algunas de ellas se unieron en marchas anuales conocidas como las Marchas das Margaridas, en honor a Margarida Maria Alves, enfocándose en defender los derechos de las mujeres, la educación y la reforma agraria. Este movimiento sigue vivo hoy en día. Movimientos más recientes, como Mujeres Amazónicas, también han dado pasos importantes contra los intentos gubernamentales y corporativos de poner en peligro su tierra ancestral.

El liderazgo de las mujeres indígenas ha logrado históricas victorias legales, protegiendo territorios ancestrales de la extracción petrolera. Por ejemplo, las mujeres del pueblo Kichwa de Sarayaku expulsaron con éxito a las empresas petroleras de sus tierras sagradas en 2003.


Como guardianas del Amazonas, las mujeres indígenas cultivan una relación profunda con la tierra, cuidando plantas medicinales, recolectando semillas para proyectos de reforestación, patrullando sus territorios contra la minería ilegal, y mucho más. Sus esfuerzos han fortalecido la biodiversidad, aumentado el almacenamiento de carbono, y promovido la resiliencia frente al cambio climático en las selvas que cuidan.

Hoy en día, las activistas indígenas del Amazonas siguen honrando este legado, haciendo oír sus voces en América Latina y el mundo. Aquí te presentamos a seis activistas indígenas que tienes que conocer.

1. Zaya Guarani


Zaya Guarani es una modelo, activista, oradora y actriz brasileña reconocida internacionalmente, que está logrando grandes avances en la defensa del Amazonas, tanto en la moda como en muchos otros ámbitos.

Zaya creció en Rondônia, Brasil, cerca del río Madeira, en plena Amazonía, y vivió en carne propia el impacto devastador del cambio climático y de actividades industriales ilegales en su comunidad. Su estado natal ahora forma parte del Arco de Deforestación Amazónico, una zona en donde los bosques están desapareciendo rápidamente debido a la tala y minería, lo que llevó a su familia a mudarse constantemente de un lugar a otro.

Actualmente, aunque vive lejos de Brasil en la ciudad de Nueva York, Guarani sigue alzando la voz sobre sus raíces indígenas y defiende a su comunidad, luchando contra la deforestación en el Amazonas. Durante su carrera, ha usado su plataforma para impulsar los derechos indígenas y la justicia climática. Junto a la activista Dayana Molina, fundó Indigenous Creatives Latin America, un colectivo que impulsa la representación indígena en la industria de la moda de Brasil y Sudamérica.


Como asesora de The Slow Factory y del Programa UN Spotlight, elige cuidadosamente colaborar solo con marcas y organizaciones que compartan su compromiso con un futuro social y ambientalmente responsable.

Guarani reconoce el papel clave de los pueblos indígenas y sus conocimientos culturales en la lucha contra el cambio climático, incluso mientras enfrentan estas consecuencias. En una entrevista de 2024 con Atmos, afirmó: “Como pueblos indígenas, somos guardianes de todo un ecosistema, pero aún hay quienes tratan de explotar nuestra tierra y nuestra forma de vida.”

2. Helena Gualinga


Helena Gualinga es una apasionada activista ambiental y de derechos humanos ecuatoriana de la comunidad kichwa Sarayaku en Pastaza, Ecuador. Proviene de una familia de mujeres defensoras de los derechos de las mujeres indígenas y la protección territorial en el Amazonas, y desde pequeña fue testigo de las luchas de su comunidad contra las empresas petroleras que llegaron sin su consentimiento.

A los 10 años, comenzó su camino como activista, justo cuando su comunidad logró en 2012 una importante victoria en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ratificando su derecho al consentimiento libre, previo e informado antes de cualquier actividad extractiva en su territorio.


Desde entonces, se ha convertido en una portavoz dinámica de su comunidad y cofundó Polluters Out, una coalición internacional dirigida por jóvenes que lucha para sacar a la industria de los combustibles fósiles de todos los ámbitos de la sociedad. A los 17 años destacó en la conferencia COP25 en Madrid, donde denunció al gobierno ecuatoriano por permitir la extracción petrolera en tierras indígenas. Su activismo ya ha sido reconocido en distintas publicaciones, y su historia fue incluida en el documental Helena Sarayaku Manta. Ahora, con 23 años (al momento de esta publicación), sigue el legado de su familia, inspirando a jóvenes de todo el mundo a sumarse en la defensa del Amazonas y el planeta.


3. Vanda Witoto


Vanda Oregta Witoto es una mujer indígena del pueblo Witoto. Es enfermera, activista climática y líder comunitaria de Manaus, Brasil. Desde hace años defiende los derechos y el bienestar de su comunidad en el Parque das Tribos, también conocido como Tribes Park,  el primer barrio indígena reconocido oficialmente en Manaus, el cual ha sufrido una larga historia de abandono.

Witoto trabaja para mejorar las condiciones críticas que afectan a su barrio de 700 familias indígenas de 35 grupos étnicos. Algunos de estos problemas son los malos sistemas de aguas residuales y la gestión de residuos, que amenazan la salud local y al río Amazonas. Como enfermera durante el peor momento de la pandemia de COVID-19 en 2020, ella misma llevó en auto a sus vecinos enfermos al hospital cuando las ambulancias no respondían, y junto con su mamá, se ofreció como voluntaria para repartir mascarillas hechas a mano a la comunidad. También fue una de las primeras en recibir la vacuna contra el COVID-19, ayudando así a romper la desinformación en su comunidad.


Impulsada por la lucha de su barrio y la poca respuesta oficial ante el COVID-19, Witoto se postuló como diputada federal en 2022, a los 35 años. En su campaña propuso defender los derechos indígenas, mejorar la educación y la salud, apoyar a grupos subrepresentados, empoderar económicamente a las mujeres y promover el desarrollo sostenible en la Amazonía. Aunque no ganó, sí fue parte de una histórica ola de mujeres indígenas buscando representación política.

Hoy, con 37 años, sigue alzando la voz y luchando por los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y la naturaleza a través de su organización liderada por mujeres, The Witoto. También ha participado en cumbres climáticas internacionales, como la conferencia COP27 en Egipto, donde habló sobre los desafíos que están obligando a los pueblos indígenas a dejar sus hogares ancestrales y a sus familias para mudarse a zonas urbanas en busca de trabajo, comida y agua potable debido a las presiones económicas y ambientales.


4. Nina Gualinga

Nina Gualinga es una activista destacada y líder de la comunidad Kichwa de Sarayaku en la Amazonía ecuatoriana. Con solo 31 años, ha dedicado la mayor parte de su vida a proteger la selva amazónica y a sus habitantes frente a las amenazas de empresas petroleras y mineras.

Su camino en el activismo comenzó cuando tenía apenas ocho años, al presenciar el intento de una petrolera de explotar las tierras de su comunidad sin su consentimiento. Inspirada por las mujeres de su comunidad, quienes se opusieron rotundamente a vender su territorio, Gualinga se comprometió a luchar por la justicia ambiental y los derechos indígenas.


En 2018, su papel fue clave, ya que junto a quinientas mujeres indígenas de la organización liderada por mujeres indígenas Mujeres Amazónicas entregó un mandato al presidente ecuatoriano Lenin Moreno. Ese mandato presentaba 22 demandas relacionadas con derechos sobre la tierra, violencia de género contra mujeres indígenas y cambio climático. Este momento fue histórico, a pesar de las amenazas y ataques que sufrieron las activistas por alzar la voz.

5. Nemonte Nenquimo

Nemonte Nenquimo es una mujer waorani dedicada a proteger su territorio ancestral, su ecosistema, cultura, economía y forma de vida. Por generaciones, el pueblo waorani de la Amazonía ecuatoriana ha protegido con valentía su territorio ancestral ante amenazas externas.

En 2015, Nenquimo cofundó la Alianza Ceibo, una organización indígena dedicada a defender los territorios de los pueblos originarios frente a las concesiones petroleras planificadas. En 2018, fue elegida como la primera presidenta mujer del Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani del Ecuador-Pastaza, una agrupación que representa al pueblo waorani de la provincia de Pastaza.


El trabajo de Nenquimo ha tenido gran visibilidad. Ha recibido numerosos premios por su activismo, como el prestigioso Premio Ambiental Goldman. También fue reconocida como una de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista Time en 2020 y fue nombrada Campeona de la Tierra por las Naciones Unidas.

En 2019, logró una victoria histórica en la corte al demandar exitosamente al gobierno ecuatoriano, resultado que protegió unas 500,000 hectáreas de selva amazónica y territorio waorani de la extracción petrolera. En 2023, fue parte de una campaña exitosa para proteger el Parque Nacional Yasuní del Ecuador frente a la perforación petrolera en un referéndum nacional.


6. Txai Suruí

Con tan solo 28 años, Txai Suruí es una reconocida activista ambiental brasileña famosa a nivel mundial. Miembro de la comunidad indígena Paiter Suruí en Brasil, fundó el Movimiento de Juventud Indígena de Rondônia y lidera la Asociación de Defensa Etnoambiental Kanindé, una organización comunitaria que colabora con pueblos indígenas desde hace más de 30 años.


Suruí viene de una familia activista, su papá es el jefe Almir Suruí y su madre la legendaria activista Ivaneide Suruí, ambos reconocidos por su labor contra la deforestación en la Amazonia. Siguiendo sus pasos, Txai ha encontrado su propio camino como defensora del medio ambiente y promotora de los derechos indígenas. Su activismo se nota tanto en espacios de gobierno y cumbres climáticas internacionales, como en el trabajo directo con comunidades indígenas y en redes sociales, donde comparte y defiende a su comunidad.

Fue la primera mujer de su comunidad en obtener un título de abogada, usando este logro y el apoyo de quienes la rodean para demandar con éxito al gobierno brasileño por cambiar su línea base de carbono de 2005 para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones del Acuerdo de París. En su poderoso discurso en la cumbre COP26 dirigido a líderes mundiales, afirmó: “los pueblos indígenas estamos en la primera línea de la emergencia climática y debemos estar en el centro de la toma de decisiones. Tenemos soluciones para postergar el fin del mundo; dejemos de difundir mentiras y falsas promesas.”

Editorial

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Por Fadeke Banjo