Durante los últimos ocho años, los Premios Waislitz Global Citizen han respaldado a personas inspiradoras que trabajan en sus comunidades para superar retos como la contaminación del aire y del agua, infraestructuras inestables, disparidades de género en la educación e impulsar la misión de acabar con la pobreza extrema. 

Este año no es diferente, con la participación de cientos de candidatos, cada uno con un profundo compromiso para acabar con la injusticia de la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las personas en todo el mundo. Con tantas personas increíbles que se han presentado, nuestro equipo de jueces ha evaluado a los solicitantes basándose en cinco áreas: ciudadanía global, prueba de concepto, disrupción, escalabilidad y adaptabilidad.

Tras semanas de análisis, nos complace anunciar que se han seleccionado tres ganadores que recibirán premios por un total de $200,000, además de apoyo para establecer contactos, lo que les ayudará a acelerar y ampliar el impacto que están realizando. Los ganadores de los Premios Waislitz Global Citizen ya han logrado resultados increíblemente impresionantes y demuestran un enorme potencial en sus respectivas áreas. 

El premio es presentado una vez más por la Fundación Waislitz, con sede en Melbourne, y Global Citizen, con el apoyo adicional de la empresa de medicina celular Mesoblast, con sede en Estados Unidos y Australia. Como organización, la Fundación Waislitz, busca crear un impacto social positivo a escala local y global, a través de proyectos innovadores que permitan a las personas desarrollar su máximo potencial y marcar una diferencia tangible en el mundo.

"Acabar con la pobreza extrema no es una elección, es una obligación", dijo Alex Waislitz, presidente y fundador de la Fundación Waislitz. "Mi esperanza es que inspire a miles de personas en todo el mundo a hacer lo que puedan para mejorar el nivel de vida de los más necesitados”.

¡Ahora, conozcamos a los ganadores de este año!

Gran Premio Waislitz Global Citizen 2022 - Kristin Kagetsu, India

Image: Courtesy of Kristin Kagetsu


Lejos de ser un obstáculo, las limitaciones a menudo pueden fomentar la creatividad. Esa es una lección que Kristin Kagetsu ha mantenido a lo largo de su educación y su carrera en robótica, ingeniería mecánica y emprendimiento. 

Cuando ella y su colega, Tarun Bothra, decidieron abordar la higiene menstrual y el acceso a la misma en la India, se impusieron una gran limitación: nada de plástico. 

"Tarun y yo nos inspiramos para fundar Saathi porque queríamos solucionar la falta de acceso a las toallas sanitarias en la India, pero sin crear un problema de contaminación por plástico", dijo a Global Citizen. "Nos basamos en la idea de que la buena ingeniería y el pensamiento sistémico pueden ayudar a resolver los problemas sociales de una manera que no comprometa ni los resultados ni al planeta". 

Kagetsu ya tenía experiencia en el desarrollo de productos sostenibles. En 2014, creó crayones con tintes naturales que aún están a la venta. Para las toallas sanitarias, ha decidido finalmente trabajar con fibra de bambú y plátano provenientes de agricultores locales. 

El plátano necesita menos agua que el algodón para su cultivo y se biodegrada de forma natural, a diferencia del plástico. Su improbable presencia en las toallas sanitarias también sirve para despertar la curiosidad y derribar estigmas. 

En muchas partes de la India, la menstruación se considera antihigiénica y las mujeres se enfrentan a restricciones mientras tienen su periodo, según la revista Borgen. Esta discriminación puede llevar a las niñas y a las mujeres a utilizar productos poco higiénicos pero más convenientes para evitar el rechazo. De hecho, sólo el 36% de las mujeres de la India tiene acceso a toallas sanitarias, y la mayoría de ellas utilizan toallas de plástico, de acuerdo a Saathi

"Nuestros mayores retos fueron cuando empezamos, pues no había tanto apoyo popular para los productos de higiene menstrual y los tabúes seguían siendo bastante frecuentes", dijo Kagetsu. "Ahora la gente habla más".

Saathi ha recibido premios por sus productos innovadores e inclusivos, pero Kagetsu sabe que sólo están empezando. 

"Nuestro objetivo es revolucionar la industria de la higiene fabricando de forma sostenible y responsable productos que sean buenos para el cuerpo, la comunidad y el medio ambiente", dijo.  "Queremos impulsar un cambio sistémico en torno a cómo se aborda la higiene menstrual y así impulsar el cambio hacia una economía circular. Esto significa fabricar toallas sanitarias con materiales sostenibles y renovables, hacerlas accesibles a las mujeres, independientemente de dónde vivan y trabajar con otros socios para asegurarnos de que nuestros productos se reciclan”. 

Escucha más sobre Kagetsu en nuestra entrevista con ella aquí

Premio Waislitz Global Citizen Disruptivo 2022 - Naom Monari, Kenia

Image: Naom Monari


Naom Monari se sorprendió cuando se enfrentó cara a cara con la forma en que la atención sanitaria podría hundir en la pobreza y la indigencia a las personas con enfermedades crónicas. 

Consideró que se trataba de una injusticia evitable y se comprometió a hacer algo al respecto. En 2016, fundó Bena Care, una organización sin fines de lucro en Kenia que pretende hacer que la atención sanitaria para personas con enfermedades crónicas y potencialmente mortales, sea más asequible y esté disponible en sus hogares. 

"Bena Care es una empresa social que ofrece atención preventiva, de rehabilitación y terapéutica, así como una plataforma en línea para acceder a equipos de atención domiciliaria de segunda mano, como camas de hospital y concentradores de oxígeno, lo que mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias, y les ahorra más del 50% de los costos de atención médica", dijo a Global Citizen. 

"Desde su creación, Bena Care ha abordado con éxito los efectos emocionales y económicos de las estancias hospitalarias de larga duración", dijo. "Gracias a la creación de una red de trabajadores sanitarios distribuidos por toda Kenia, podemos desplegar enfermeros a los pacientes que necesitan atención. Los trabajadores de la salud se benefician de empleos de tiempo completo, medio tiempo y con horarios flexibles para complementar sus ingresos”.

Una contribución del Acelerador Making More Health permitió al equipo de Bena Care realizar una amplia labor de difusión, lo que les situó en una buena posición para prestar sus servicios durante la pandemia de COVID-19, cuando la gente empezó a necesitar más atención a domicilio. La presencia en línea de la organización permitió a los pacientes recibir consultas personalizadas y comprar equipos médicos esenciales, como ventiladores y camas, a un precio reducido.  

Ahora Bena Care se centra en llevar una atención sanitaria de calidad y asequible a la gente más allá de Kenia, cerrando la brecha entre los ricos y el resto de la población, en todas partes. 

"Bena Care no es sólo una empresa social, somos un movimiento destinado a crear conciencia sobre las injusticias en la atención de la salud a las que se enfrentan las familias de bajos recursos y el papel que esto desempeña para llevarlas más hacia la pobreza", dijo. "La salud es riqueza, hacer que la atención sanitaria sea accesible a través de la asequibilidad y la geografía, tanto para los ultra ricos como para las clases bajas olvidadas, nivelará el campo en el que juegan ambas partes y permitirá a las familias de bajos ingresos ahorrar y trabajar para crear una vida mejor para sus comunidades”.

Lee más sobre el increíble trabajo de Monari aquí

Premio Waislitz Global Citizen 2022, Selección del Público- Oladiwura Oladepo, Nigeria

Oladiwura Oladepo (centre) and some of the team at Tech4Dev. Image supplied with permission.
Image: Oladiwura Oladepo


Los padres de Oladiwura Oladepo la educaron al igual que a sus hermanos: entendiendo que la "imposibilidad" era sólo una palabra. 

Esa orientación impulsó a Oladepo cuando se enfrentó a la arraigada misoginia del sistema educativo y la vida laboral de Nigeria. Aspiraba a hacer carrera en el ámbito de la tecnología, pero se enfrentaba continuamente al rechazo debido a su género. 

"Mi mayor reto ha sido siempre el profundo prejuicio que existe en el sector tecnológico", dijo a Global Citizen. "El prejuicio social es que una chica o mujer promedio no puede aprender habilidades digitales o comenzar una carrera en tecnología. Una vez más, esta mentalidad está arraigada en una sociedad profundamente patriarcal en la que los hombres controlan el espacio tecnológico y lo consideran impenetrable e inaccesible para las mujeres”.

Sin embargo, Oladepo no dejó que estos prejuicios la detuvieran, ya que se esforzó por tener un impacto en su comunidad. Primero creó un sitio web de salud pública para informar a la gente sobre el brote de ébola en 2014, y luego fundó la organización sin fines de lucro Tech4Dev, dedicada a la educación y al compromiso cívico, con especial atención a la capacitación de niñas y mujeres. 

Tech4Dev ofrece a los estudiantes diversas oportunidades educativas y de establecimiento de contactos para aprender conocimientos digitales básicos, dominar las materias STEM, convertirse en líderes en el espacio tecnológico y explorar oportunidades empresariales. 

Desde 2016, Tech4Dev ha tenido un impacto directo en más de 45,000 personas y ha llegado a 10 millones de personas, en 31 estados nigerianos y 15 países de África, incluidos TK y TK. 

Pero esto es sólo el comienzo. Para 2030, Tech4Dev quiere dotar a más de 5 millones de mujeres de habilidades digitales y de programación. 

Conoce más sobre Oladepo y su trabajo aquí.

Advocacy

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Por Joe McCarthy