Pongamos fin a la pobreza extrema AHORA

Queridos Líderes Mundiales,

Los líderes que firmaron los Objetivos Globales en 2015 no están cumpliendo su promesa de dar prioridad a las personas más marginadas del mundo. Debemos actuar ahora si queremos cambiar el rumbo.

El impacto de la pandemia del COVID-19, que se suma a décadas de medidas a medias para abordar plenamente los sistemas de desigualdad, es asombroso. La guerra contra Ucrania, además de causar un sufrimiento y una devastación incalculables, no hará sino agravar los esfuerzos para lograr esta misión. La crisis actual, y sus repercusiones en desarrollo, son sólo un recordatorio crudo y violento de que necesitamos que se tome más acción AHORA, en todas partes. 

Casi 100 millones de personas se han visto abocadas a la pobreza extrema como consecuencia del COVID-19, borrando 6 años de progreso. 45 millones de personas están al borde de la inanición. Más de 85 millones se desplazan huyendo de los conflictos, incluidos casi 13 millones de personas que han abandonado sus hogares en Ucrania. Los líderes mundiales no avanzaron lo suficiente en 2021, a pesar de las numerosas oportunidades que se presentaron en las reuniones del G7, el G20 y la COP26. Ahora es el momento de que nuestros líderes actúen. 

Las personas más pobres de nuestro planeta siguen sufriendo. Carecen de acceso a los alimentos, la atención sanitaria y la educación. Se enfrentan a las realidades del cambio climático: sequías interminables en algunos lugares, inundaciones y subida del nivel del mar en otros. No pueden poner comida en su mesa, no pueden acceder a los medicamentos básicos, a la educación y a la sanidad, no pueden acceder a la financiación o a sistemas equitativos y, por lo tanto, no pueden ofrecer a sus hijos un futuro mejor. Muchas de estas personas son refugiados y desplazados internos que huyen de zonas de conflicto como Ucrania, Siria y Venezuela. 

Tenemos que mejorar las oportunidades de las mujeres y las niñas de todo el mundo, abordar las barreras sistémicas que mantienen a las personas en la pobreza y detener la crisis climática. Pero sólo podremos tener éxito a la hora de abordar estas cuestiones si eliminamos las barreras que nos han impedido acabar con la pobreza extrema y nos comprometemos con unos niveles de financiación que permitan un progreso sostenible real, no sólo un parche temporal. No podemos pagar una crisis recortando la financiación de otra. Todas y cada una de las crisis, y todas y cada una de las personas que viven en la pobreza, merecen recibir nuestro apoyo y solidaridad. 

Global Citizen exige a los gobiernos y al sector privado que actúen para que los países en desarrollo se recuperen de la pandemia, cierren el déficit de financiación del desarrollo de 3,5 billones de dólares y ayuden a acabar con la pobreza extrema, ahora.

Por último, debido a la actual ausencia de un enfoque global unificado para abordar las crisis superpuestas y en rápida escalada a las que se enfrenta el mundo, pedimos urgentemente un Nuevo Pacto entre los ciudadanos, las empresas y los gobiernos capaz de Proteger el Planeta, Derrotar la Pobreza y Lograr la Justicia para Todos.  Es hora de diseñar un plan real que pueda satisfacer las necesidades humanas, abordar nuestras crisis globales y mostrar a nuestros líderes el camino a seguir.

Nuestra gente y nuestro planeta están sufriendo ahora. Así que debemos actuar. No hay que postergar la acción urgente. No más promesas vacías. El momento de financiar plenamente el futuro es hoy. 

Con esperanza,