La historia de la pandemia ha sido una de enorme desigualdad. En estos momentos, los países ricos están vacunados en más de un 70%, mientras que en los países de bajos ingresos no llegan al 5%.
Esto no es un accidente. Los países más ricos se saltaron las colas de vacunas, pidieron más de las que necesitaban y no compartieron esas vacunas extra con la suficiente rapidez.
Las compañías farmacéuticas se confabularon para que esto ocurriera, dando prioridad a los pedidos de los países más ricos. Están dispuestas a ganar más de 54.000 millones de dólares con la pandemia. De todos los miles de millones de vacunas que produjeron Pfizer, BioNTech y Moderna, menos del 2% han ido a parar a los países de bajos ingresos.
Hasta ahora, el dinero y los intereses propios han sido los protagonistas de la respuesta a la pandemia. Es hora de cambiar la narrativa.
Global Citizen lucha por la justicia de las vacunas. Eso significa que los países ricos cumplan sus promesas de compartir las vacunas, que haya transparencia en los pedidos de vacunas, que haya una financiación mundial justa para la recuperación de la pandemia y, lo que es más importante, que se comparta la tecnología para que el Sur Global controle su propia producción de vacunas.
Firma para exigir justicia en materia de vacunas y para que se ponga fin a la pandemia en igualdad de condiciones.