Las olas de calor han provocado temperaturas récord en toda Europa este verano. Esto ha tenido efectos devastadores: En Portugal han muerto más de 1.000 personas a causa del calor y Alemania vive una de sus sequías más graves.
Ningún país está a salvo de los efectos catastróficos de la crisis climática. Pero no todos estamos en el mismo barco: las inundaciones de Pakistán son un ejemplo más de cómo los habitantes de los países de bajos ingresos sufren las consecuencias más graves de la crisis climática.
Esto es especialmente injusto porque los países ricos son los que más contribuyen a la crisis climática. Los 20 países más ricos del mundo emiten el 80% de las emisiones globales de CO2, y Alemania es uno de ellos.
El canciller alemán, Olaf Scholz, prometió tomar medidas concretas en la lucha contra la crisis climática y se autodenominó repetidamente "canciller del clima" durante la campaña electoral del año pasado. Ahora está aumentando la dependencia del país de los combustibles fósiles y se queda corto en sus contribuciones prometidas a la financiación del clima. En lugar de promesas vacías, necesitamos que Alemania actúe.
La crisis climática está ocurriendo ahora. Pide a Olaf Scholz que aumente por fin de forma significativa los fondos para la financiación internacional del clima: ¡tuitea ahora!