La selva amazónica es vital para la salud de nuestro planeta. Captura carbono, ayuda a frenar el cambio climático, genera lluvia y es el hogar de millones de personas, plantas y animales. Pero cada año, perdemos más de ella.
Las comunidades indígenas protegen casi un tercio del Amazonas, cuidando las zonas más biodiversas y manteniendo los ecosistemas para las próximas generaciones. Sin embargo, reciben menos del 1% de los fondos destinados a proteger el bosque.
Pedimos a Francia y al Reino Unido que aumenten su apoyo a las soluciones lideradas por los pueblos indígenas. Juntas y juntos, podemos recaudar 200 millones de dólares para proteger 30 millones de hectáreas de selva tropical, un área del tamaño de Italia.
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