La crisis climática es una de las mayores amenazas para la vida en el planeta, y los territorios indígenas son protagonistas clave para enfrentar este desafío. En la Amazonía, estas tierras almacenan alrededor de 340 millones de toneladas de CO₂, ayudando a mantener el ciclo del agua y el equilibrio climático tanto local como globalmente.
Por eso, los líderes mundiales y los gobiernos amazónicos necesitan entender que proteger las tierras indígenas —incluyendo las de Pueblos Indígenas Aislados y Pueblos de Reciente Contacto— es esencial para reducir el impacto de la crisis climática y asegurarnos de que podamos adaptarnos a ella.
Es urgente proteger estas zonas, manteniéndolas libres de minería, monocultivos y otras actividades que destruyen el entorno. Además, los derechos de los pueblos indígenas, reconocidos por la ONU, deben ser respetados. También necesitan participar en las decisiones climáticas y recibir apoyo financiero directo para cuidar sus territorios.
Esto es un llamado para que los gobiernos creen un plan real para terminar con el uso de combustibles fósiles, proteger a los defensores indígenas y valorar el conocimiento que tienen estos pueblos.
El futuro de la Amazonía y del planeta depende de estas decisiones en la COP30 y en otros espacios globales. Por esto, Global Citizen se ha unido con COIAB para pedir acciones reales y urgentes a las autoridades amazónicas antes de la COP30.