La abogada y activista de derechos humanos iraní Nasrin Sotoudeh ha sido acusada falsamente y encarcelada muchas veces por su trabajo de protección y defensa de los derechos de mujeres, niñas, niños y defensores de los derechos humanos en Irán.
Desde su encarcelamiento en la prisión de Quarchak en 2020, Nasrin se ha visto privada del acceso a la atención sanitaria y a la alimentación nutritiva, lo que ha empeorado aún más su ya deteriorada salud. Durante su huelga de hambre para exigir la liberación de activistas políticos, la hija de Nasrin fue objeto de ataques y detenida durante horas para obligarla a poner fin a su huelga de hambre, mientras que su esposo fue condenado por impugnar las leyes sobre el velo obligatorio y sus cuentas bancarias fueron congeladas.
Al igual que Nasrin, los ataques contra activistas de derechos humanos y sus familias ilustran el carácter represivo de las leyes y prácticas del Estado iraní. Se trata de una violación de sus derechos humanos básicos. No se debe criminalizar el derecho de los abogados a realizar efectivamente su trabajo legítimo, y el incumplimiento de la dignidad humana tiene un impacto duradero en la sociedad.
No podemos permitirnos amenazas tan flagrantes a los derechos humanos. Twittea ahora: exige a las autoridades iraníes a que retiren los cargos contra Nasrin y su familia para que puedan vivir libres de estigmatización y represión.
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