Las mujeres y las niñas de todo el mundo dedican millones de horas a tareas que las mantienen atrapadas en ciclos de extrema pobreza.
Las jóvenes que asumen una importante carga de tiempo para cuidar a sus hermanos menores y apoyar las tareas domésticas se pierden los juegos de la infancia, la creación de redes sociales y la concentración en su educación, todo lo cual repercute negativamente en su salud mental y su desarrollo.
Cuando llegan a la edad adulta, siguen soportando la carga del cuidado de los niños, de los ancianos y de las tareas domésticas, lo que impide a millones de personas seguir sus carreras soñadas, sus aficiones creativas y su independencia económica.
El cuidado de los niños es una gran parte del trabajo doméstico no remunerado al que se enfrentan las adolescentes y las mujeres.
Devuélvele su tiempo invirtiendo en opciones de cuidado infantil asequibles.
El Banco Mundial ha creado un programa de incentivos para ayudar a los países a desarrollar y poner en marcha proyectos de cuidado infantil de alta calidad que beneficien tanto a las mujeres como a los niños.
Pedimos a los países invitados a participar -Chile, El Salvador, Honduras, Kenia, Mozambique, Nigeria, Ruanda, Senegal, Sudáfrica, Santa Lucía y Perú- que se sumen a este proyecto.
Instamos a los países a que inviertan en el cuidado no remunerado utilizando la subvención del Banco Mundial para crear y financiar instalaciones de cuidado infantil asequibles y adecuadas para empoderar a las mujeres y las niñas devolviéndoles su tiempo.