El mundo está enfrentando la peor crisis alimentaria en décadas, y es causada por los seres humanos. Hoy hay más personas con hambre que en 2015, cuando se lanzaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Millones están al borde de la hambruna, mientras que 720 millones de personas, más o menos la población combinada de EE. UU. y la UE, se van a la cama con hambre cada noche.
Esta crisis no pasó por casualidad. Es el resultado de conflictos, el cambio climático, el aumento de los costos y la falta de acción política. Los sistemas alimentarios rotos están fallando a las personas a quienes deberían servir.
Pero sí se puede cambiar. El mundo produce suficiente comida para alimentar a todos. Lo que falta es liderazgo y rendición de cuentas. Cuando los gobiernos actúan —financiando programas de nutrición, apoyando a pequeños agricultores y arreglando las cadenas de suministro— el hambre disminuye.
En este Día Mundial de la Alimentación, hagamos que la crisis del hambre sea imposible de ignorar. Únete a los Global Citizens en todas partes: levanta un plato vacío, tómate una foto y publícala en las redes sociales etiquetando a los líderes.
Pide acción y asegurémonos de que todas las personas tengan la comida que necesitan para vivir, crecer y prosperar.