La crisis climática mundial no surgió de la nada. Un pequeño grupo de países la ha alimentado durante siglos, mientras que otros, con muchos menos recursos, ya están demostrando que es posible construir futuros más limpios y justos.
Por ejemplo, Estados Unidos es el mayor emisor histórico de dióxido de carbono, responsable de aproximadamente una cuarta parte de todos los gases de efecto invernadero desde la revolución industrial. Arabia Saudita, a pesar de ser uno de los lugares más soleados del planeta, todavía usa el petróleo para generar la mayor parte de su electricidad. Mientras tanto, América Latina está mostrando lo que se puede lograr: Uruguay ahora funciona casi completamente con energías renovables, y Chile es uno de los mercados solares de más rápido crecimiento en el mundo.
Si entendemos qué países tienen la mayor responsabilidad y cuáles están liderando con valentía, los Global Citizens pueden impulsar soluciones justas, desde planes climáticos nacionales más fuertes hasta financiamiento para energía renovable en África. Porque la atmósfera recuerda cada tonelada de carbono, y las decisiones que tomamos hoy definirán quién mueve nuestro futuro.